No les interesa vestirse de gala, no sueñan con la fiesta ni con invitados. Sólo ellos y Dios. -"¿Qué mejor escenario que el de las Jornadas de la Juventud en donde todo es fe, amor y unión?".
Hace un año están juntando dinero para estar viviendo estas jornadas en Brasil y les parece una bendición especial casarse en Rio de Janeiro por todo lo que implica este movimiento de jóvenes de todo el mundo. La fuerza de la fe de la cantidad de gente que está en este lugar los llena de emoción. Según nos comenta Jésica: -"la fiesta del matrimonio para nosotros es con Dios y qué mejor que estar en este lugar y en este momento en dónde todo es pura fe y Cristo en persona, es muy fuerte"-. A lo que Andrés agrega: -"es una de las posibilidades y si se da,bienvenido sea"-. Más allá de los familiares y la fiesta típica que se utiliza, ellos apuestan al valor que tiene el sacramento del matrimonio en sí mismo, sin ningún agregado. Es por eso que no desisten en la idea de que pueda suceder a pesar de lo que piensen sus respectivas familias en en Mendoza
Y ante la maravillosa alternativa de que tengan acceso al Papa en alguno de los saludos públicos que él realiza, piensan: -"sería un sueño que al menos el Papa nos puediera dar la bendición como pareja, sería incríeble, y tenemos esperanza, no descartamos nada"-.
Su historia de amor comenzó como cualqueir otra,; se conocieron en el barrio Los Ventisqueros de Carrodilla. Andrés trabajaba en el taller mecánico del hermano de la novia y a partir de ahí comenzaron a salir. Aprovechaban para conversar a escondidas del hermano y Andrés le enviaba cartas al principio. Darse el primer beso fue todo un desafío porque se veían muy chicos en ese momento y hoy, no quieren darse el último. La particularidad de esta pareja se ve en la profunda e intersanante relación que mantienen con la religión católica: -"nuestra relación se basa en la iglesia, nos elegimos día a día porque resolvemos los problemas a través de la oración. Aprendimos de la Iglesia que "amar es una decisión", porque para que no se vaya el amor hay que elegirnos todos los días"- cuenta Yésica.
-"Sentimos que Cristo nos ayuda a seguir adelante todos los días"- cierra Andrés.
Responden muy bien ante las crisis porque se sienten acompañados por la figura de Jesús.
Juntos se metieron en el mundo de la catequesis familiar y desean seguir viviendo en comunión por siempre, en una relación con Cristo que aseguran, crece día a día. Ante la pregunta de cómo imaginan su vida de casados, respondieron: -"vamos a vivir en una casa muy humilde, cada uno con sus quehaceres, pero siempre acopañados"-. Andrés, es técnico mecánico en un concesionario y Jésica trabaja de niñera mientras termina sus estudios de instrumentista quirúrgica. Les gustaría tener la cantidad de hijos que Dios le quiera dar, y están abiertos a todas las posibilidaddes, inlcuso adoptar.
Lo que piensan sobre el Papa Francisco no difiere mucho de la opinión que tienen todos los argentinos al respecto: -"me toca mucho que el Papa sea argentino porque cuando me sentí llamado por Dios, me regalaron una oarción de San Francisco de Asís, y que contiene palabras que te ayudan a desenvolverte en la vida con más humildad"-, cuenta Andrés. Y Yésica nos dice: -"me da mucha esperanza que el mundo pueda cambiar ante tanta humildad del Papa, me da ánimo para seguir haciendo lo que hago, ayudar"-.
Sobre el casamiento, creen que no es lo mismo irse a convivir sin casarse, porque el sacaramanto de la unión en la Iglesia y con Jesús le agrega un plus fundamental. -"Nos sentimos llamados a cumplir con el matrimonio"-. Vienen de familias que no son practicantes de la religión cristiana y pese a eso, ellos se han trasnformados en testigos de Dios y misioneros de la palabra de Cristo. Respecto a sus expectativas como misioneros piensan que Jesús siempre le da algo para hacer, nunca los deja sin nada por delante, y tienen el corazón abierto a todo. -"Misionamos en las cosas simples, misionamos el día a día, no nos hace falta irnos a China, se trata de empezar por casa"-.
Ya tienen la decisión tomada. Se van a casar. Si se puede en Río mejor, sino a la vuelta. -"No queremos vestirnos de gala, no soñamos con una fiesta, ni con invitados, sólo nosotros y Dios"-
Además aseguran haberse preparado para ésto, porque como católicos practicantes que son han hecho el retiro de novios que propone la iglesia y un encuentro católico de novios en el que les enseñaron cómo alimentar el amor día a día a través de la oración. -"Nos sentimos listos para afrontar la vida en matrimonio. Necesitamos nuestro espacio, formar una familia; pero más que nada cumplir con el mandato de Dios".
Bautismo, eucaristía, confirmación y expectantes ante el próximo, el matrimonio con Dios.
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