En el centro de recepción y transferencia ubicado en Paraná se reciben neumáticos fuera de uso de hasta 1,25 metros de diámetro.
Los neumáticos desechados son un gran problema para el medio ambiente, ya que ocupan grandes volúmenes en los rellenos sanitarios, poseen lenta degradación, son fuente de contaminación por incendio o emisión de gases, y permiten el desarrollo de roedores y mosquitos transmisores de enfermedades como el dengue y zica. En Paraná, en Churruarín 2440 se ubica el Centro de recepción y transferencia de neumáticos fuera de uso. Allí se reciben todo tipo de ruedas de hasta 1,25 metros de diámetro; no se aceptan cubiertas de máquinas agrícolas ni mineras.
Un porcentaje de los neumáticos son reutilizados por personal municipal para fabricar maceteros, cuchas para mascotas, mesitas, cestos para residuos, entre otros elementos, y posteriormente donados a instituciones de bien público.
Los neumáticos fuera de uso son trasladados a la planta de la empresa Regomax (Buenos Aires), donde son reciclados en su totalidad. La empresa recibe sin costo los neumáticos y obtiene el molido de la goma para la fabricación de pisos, pavimentos deportivos y canchas sintéticas, recuperando el acero y los restos de la tela de la estructura. Regomax es una empresa nacional dedicada al reciclado de neumáticos fuera de uso, transformándolos en un producto de alto valor agregado para su posterior reutilización en distintas aplicaciones. En la planta procesadora, ubicada en José León Suárez y que opera hace más de ocho años mediante un convenio con el Ceamse, se reciben gratuitamente las cubiertas, donde se pesan y se acopian a la espera de su procesamiento. Regomax tiene acuerdos vigentes con las principales fabricantes de ruedas del país y con grandes cadenas de gomerías. Además recibe neumáticos en grandes cantidades de los municipios de Avellaneda, Florencia Varela, Paraná y Viale, entre otros. “Ofrecemos una solución de reciclaje con un proceso simple y sin costo para quien lo trae. Tenemos capacidad para procesar entre 50 y 60 toneladas diarias. Mensualmente recibimos unas 800 toneladas, aunque tenemos posibilidad de tratar hasta 1.400 toneladas por mes”, explica Daniel Rodríguez, gerente de la empresa.
Para entrar más en detalles de cómo trabaja el centro de recepción y transferencia de neumáticos en Paraná, UNO estuvo con el subsecretario de Ambiente de la Municipalidad de Paraná, Facundo Varrone. “En Churruarín 2440 funciona el centro de recepción y transferencia de neumáticos fuera de uso. Se recepcionan todas las cubiertas que los vecinos de Paraná descartan por diferentes motivos, cambio de neumáticos por ejemplo. Este centro, junto al programa de prevención contra el dengue, trata que las cubiertas no estén tiradas en los patios vecinales. Una vez llegados a la planta de reciclados empieza el proceso. En primer lugar las reacondicionamos y las recategorizamos. Dentro del centro las cubiertas tienen un orden, organizadas por rodado y también por marca (fabricante o importador). Todo con una lógica de trabajo pensada de cara al futuro, en donde a través de una ordenanza, que en estos momentos está en discusión en el Concejo Deliberante, el neumático fuera de uso va a ser trabajado con la filosofía de la responsabilidad ampliada al productor, donde tanto el fabricante como el importador de cubiertas debe hacerse cargo de esta gestión y del ciclo de vida del producto, cuando luego de su uso es considerado un residuo”, informó en primer lugar, y luego comentó: “El centro de recepción de neumáticos trabaja con los centros de reciclados específicos que hay en la Argentina para darle al caucho un tratamiento particular, que lo termina convirtiendo en otros productos, como por ejemplo baldosas, juegos, etc”.
Con respecto al promedio anual de neumáticos recibidos en el centro ubicado en Churruarín, el subsecretario destacó: “Alrededor de 100.000 neumáticos cada cuatro años, eso es variable y depende mucho de la divulgación que hay en la sociedad en relación al recupero y reutilización de neumáticos. El municipio trabaja fuertemente en un mapeo de gomerías en Paraná. Para el año que viene la campaña de recolección de neumáticos será de mucho más impacto”. Los neumáticos se llevan una o dos veces por mes a Buenos Aires.
“Tenemos un convenio con Vialidad Provincial, en el que además de recibir sus neumáticos, en algunos casos nos hacen el flete hacia Buenos Aires. Es una asociación del tipo ganar-ganar donde aprovechamos para proveernos de esa logística y poder tener una buena salida de material. En Buenos Aires tienen máquinas industriales de gran potencia que hacen una destrucción del neumático. Los más nuevos tienen tres componentes: caucho, talón y un tejido (tipo malla). El equipamiento que hay Regomax permite que estos tres componentes se puedan separar y trabajar de manera diferenciada”.
Varrone comentó que la Municipalidad de Paraná hace un mapeo general por la ciudad en busca de neumáticos en desuso: “La gente toma muy bien este tipo de seguimientos. El neumático es un objeto que ocupa un volumen muy importante y no es fácil de acumular y, a su vez, genera impacto visual. Trae problemas cuando se quema, genera problemas sanitarios cuando acumulan agua y son un foco de producción de mosquitos. Tenemos muy buena devolución por parte de la gente. Incluso hay otros municipios de Entre Ríos que se acercan para preguntar cómo se gestiona el reciclado de cubiertas. Además, el centro de recepción es el único con estas características de funcionamiento en la provincia de Entre Ríos. Hay otras ciudades que acopian neumáticos, pero en muchos casos están a la intemperie, expuestas a condiciones climáticas y a la acumulación de agua de lluvia, cosa que en Paraná no ocurre”.
En el centro de recepción y transferencia de neumáticos fuera de uso trabajan tres personas, un administrativo y dos operativos. El administrativo se encarga de atender al vecino y registrar cada neumático que entra a la planta. En el registro se anotan los datos del neumático, con sus respectivas características. Leandro, empleado del centro de reciclados, dio fe de ello: “En el galpón de reciclados recibimos a la gente con sus cubiertas para que no se acumulen en la calle, las acomodamos por marca y por último las mandamos a Buenos Aires”. A su vez, agregó: “Yo estoy desde que inauguró el galpón, aproximadamente dos años. En sus principios, las cubiertas se cortaban para que ocupen menos lugar. Se enfardaban, se hacían cuchas para perros, cestos de basura, entre otras cosas. En este nuevo convenio con Regomax las cubiertas tienen que ser enviadas enteras”.
En Churruarín 2440 el horario de atención es de lunes a viernes de 8 a 12 y el teléfono para comunicarse es 343-4201921.
De neumático a caucho
En el inicio los neumáticos son triturados mecánicamente y derivados al sector de granulación. El caucho obtenido de la trituración primaria se granula en diferentes etapas reduciendo su tamaño y separando en cada una de ellas el acero y el textil que componen el neumático. El granulado de caucho tiene distintos usos: relleno de canchas de pasto sintético (fútbol, rugby, etc), bases para canchas de hockey, pistas de atletismo y baldosas de caucho y plazas infantiles. Por su parte, el polvo de caucho se usa para asfalto modificado y productos moldeados.
Economía circular
Uno de los principales rasgos de esta tendencia mundial es que convierte al residuo en recurso. El caucho puede tardar hasta 600 años en degradarse en tierra, por eso Regomax aparece como una alternativa sustentable que protege el medio ambiente.
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