Este martes, por mayoría, los senadores rechazaron el proyecto de ley que pretendía aumentar los impuestos a las gaseosas, cervezas y otras bebidas alcohólicas. La propuesta tenía dos versiones: una de los senadores del Frente Guasu, Carlos Filizzola, Esperanza Martínez, Fernando Lugo, Hugo Richer, Jorge Querey, Miguel Fulgencio Rodríguez y Sixto Pereira; y otra de los del Partido Demócrata Progresista (PD), Desirée Masi y Pedro Arthuro Santa Cruz.

La normativa, según argumentaron sus proyectistas, era una medida impositiva necesaria para “acrecentar la recaudación fiscal” y también como herramienta para el control de enfermedades crónicas no transmisibles.

Esperanza Martínez, del FG, fue quien expuso los motivos a favor de la propuesta, insistiendo en que el incremento en estos gravámenes permitiría retribuir al sistema de salud con recursos económicos entendiendo el alto costo que las enfermedades derivadas del consumo de las bebidas alcohólicas y azucaradas generan en la población.

No obstante, desde las diversas comisiones a las que el proyecto fue derivado -Legislación, Codificación, Justicia y Trabajo; Hacienda y Presupuesto; Cuentas y Control de la Administración Financiera del Estado e Industria, Comercio y Turismo- tenían resoluciones por el rechazo.

Este fue el tercer proyecto de ley rechazado este martes, que tenía como objetivo aumentar o crear impuestos para acrecentar la capacidad de recaudación del Estado. Más temprano, rechazaron la creación del impuesto a la soja y el aumento del gravamen al tabaco.

Desde el punto de vista de varios legisladores, darle al Gobierno mayores recursos no implica una mejora en el gasto público. Además, el aumento de impuestos propiciaría la caída del consumo, esto a su vez repercutiría en la producción, lo que podría generar que las industrias disminuyan los empleos, entre otros.