La Cámara de Diputados, a pedido de su propio presidente, Luis Rubeo, postergó ayer hasta el jueves que viene el debate de la reforma tributaria, para evitar más desgranamientos entre los 28 diputados del justicialismo, que ya se dividieron en nueve bloques, dado que la mayoría de sus colegas del PJ no ocuparon sus bancas. Eran 16 ausentes. María Eugenia Bielsa -y otros diputados aliados﷓ habían pedido más tiempo para agotar la búsqueda de consenso entre la mayoría mientras Rubeo reunió a la comisión de Labor Parlamentaria y pidió postergar una semana el debate. Y el clima comenzó a distenderse. El presidente de la Cámara volvió a negar llamados de la Casa Rosada o de la Casa Gris. "A nosotros nadie nos baja línea, ya lo desmentí la semana pasada y lo desmiento ahora", dijo en una rueda de prensa. El pedido de Rubeo se plasmó en una moción del jefe del bloque del Frente Progresista, Eduardo Di Pollina, para tratar la reforma tributaria el jueves próximo, "con o sin despacho de comisión". No vaya a ser que siga el tironeo por interpretaciones reglamentarias.

Precisamente, el detonante fue un despacho en minoría de la comisión de Asuntos Constitucionales, que salió con sólo tres firmas (sobre siete miembros). "Un dictamen indebido", lo calificó Bielsa. Lo firmaron dos diputados del oficialismo y una del PJ, Olga Coteluzzi, esposa del intendente de Villa Gobernador Gálvez, Pedro González. "Yo fui a la comisión y firmé porque me lo pidió el presidente de la Cámara", le dijo a Rosario/12. Sin embargo, más tarde, hizo causa común con sus pares que no ingresaron al recinto y se fue de la Legislatura.

La reforma tributaria tenía preferencia para este jueves con el despacho de tres comisiones: Asuntos Comunales, Presupuesto y Hacienda y Asuntos Constitucionales. El intríngulis comenzó en la primera, cuando el miércoles a las 11, fracasó la reunión por falta de quórum. Sin embargo, Rubeo llamó a una segunda reunión a las tres de la tarde, donde salió el despacho con las tres firmas. La presidenta de la comisión, Erika Gonnet, dijo que el dictamen era "ilegal" y "antirreglamentario" porque no se puede llamar a una segunda reunión el mismo día para tratar el mismo tema. Rubeo se amparó en el artículo 72 del reglamento de la Cámara que "dice que aquellas comisiones de siete miembros que han sido citadas tres veces, puede emitir un dictamen de minoría con tres firmas. Eso fue lo que firmó la diputada Coteluzzi", explicó. Gonnet, Bielsa y otros legisladores impugnaron el despacho por fallas en la convocatoria ("no era la tercera, sino la segunda", dijeron) y falta de quórum.

Ese dictamen fue aprobado después en Presupuesto y Hacienda, sin la presencia de la presidenta de la comisión, Marcela Aberhardt, porque la diputada del Unión Pro, Alejandra Vucasovich, aportó al quórum, y en Asuntos Constitucionales, también con el voto de Raúl Fernández, amigo de Torres del Sel.

La doble interpretación sobre el trámite, si el dictamen de las tres firmas era válido o no, se hubiera podido subsanar en el plenario ﷓como se resuelve todas estas cuestiones en los cuerpos parlamentarios﷓ por mayoría. Pero, a esa altura, Rubeo ya tenía 16 bancas vacías, que en realidad eran 20 porque los cuatro diputados del PJ que responden a Alberto Maguid también se fueron, por otro motivo. Ellos sí, querían votar la reforma tributaria en la sesión de ayer, así que ahora tendrán que esperar una semana.

Rubeo dijo que la reforma tributaria saldrá la semana que viene. "En el tratamiento del proyecto en general podemos tener entre 37 y 38 votos", pronosticó ante una consulta de Rosario/12. Ayer, ingresaron al recinto 34, sin contar los que de Maguid. Por lo tanto, 16 quedaron afuera: los cinco del bloque de Bielsa, tres del partido de Oscar "Cachi" Martínez, dos del sector de Jorge Obeid, dos enrolados con Omar Perotti, tres del Frente para la Victoria (Mascioli, Gonnet y Coteluzzi) y Miriam Cinalli, que ayer se fue del Pro por la decisión de Vucasovich y Fernández de dar quórum y formó su propio bloque.

Rubeo explicó los faltazos en el Frente para la Victoria. El jefe de bloque, Darío Mascioli llegó a la banca de la mano del presidente del PJ, José Luis Freyre y Gonnet, por el secretario de Transporte, Alejandro Ramos. "Los interpreto como posiciones absolutamente distintas que veníamos discutiendo y no me asombraron para nada. Ya sabía cuál era la posición de Mascioli y habíamos quedado en dejar al bloque en libertad de acción. Es un bloque de seis miembros y cuatro respaldaron el dictamen que se firmó en las comisiones, entre ellos Leandro Busatto y Alicia Damiani. "No hay una ruptura del bloque. Ya lo habíamos acordado con anterioridad, que cada uno votaba a conciencia lo que le parecía. Los miembros estaban en libertad de acción", agregó Rubeo. Lo rodeaba el grupo de legisladores del kirchnerismo que responde a su liderazgo y al de Agustín Rossi.