En la Rosada reconocen una baja de cinco puntos por los aumentos de tarifas. Eliminarán el IVA y aumentarán los montos de planes.
El macrismo asegura haber cerrado la temporada de malas noticias. Tras cuatro meses de inflación récord, despidos, tarifazos y ajustes, más una caída en la imagen presidencial de al menos 5 puntos, el Gobierno quiere instalar la idea de que ahora empieza una nueva etapa económica. Con ese objetivo, el presidente Mauricio Macri hoy anunciará una lista de “medidas sociales”, mezcla de viejas promesas, políticas que estaban en agenda y otras definidas a las apuradas.
Hasta ayer, desde el Gobierno preferían no dar detalles, un poco para no arruinar la sorpresa y otro porque todavía faltaban trazos centrales de las medidas. En algún momento, en la Casa Rosada las englobaron bajo el título de Plan Bicentenario, pero el riesgo era generar expectativas demasiado altas.
Lo cierto es que el arreglo con los fondos buitre, en paralelo a la caída de la imagen de Macri, apuraron los tiempos del anuncio. Según encuestas que maneja el Gobierno, el Presidente bajó entre 4 y 5 puntos de aprobación, sobre todo a partir de la profundización de los tarifazos en luz, gas y transporte. Según trabajos de otras consultoras, el impacto negativo fue aún mayor (ver aparte). Y desde la subsecretaría en la que miden obsesivamente el clima de las redes, detectaron algunos picos de descontento a raíz de la suba en el boleto de colectivo.
“Lo peor ya pasó, y la gente lo comprendió. Ahora viene lo bueno. Fueron decisiones duras. Nosotros no vivimos en una caja de cristal. Pero en realidad no ajustamos, reordenamos el ajuste”, remató un importante funcionario del ala política. Apeló a un juego de palabras algo marketinero que, en adelante, se repetirá.
Ese es el concepto con el que pretende machacar el macrismo: que el ajuste fue una consecuencia inevitable de la herencia y que, de la mano de los nuevos anuncios, empezará a cambiar la tendencia.
Si bien el Gobierno no lo confirmó, el paquete social incluirá una medida largamente prometida y demorada: la eliminación del IVA a los productos de la canasta básica para aquellos que perciben la Asignación Universal por Hijo, jubilaciones y pensiones. Esa será la decisión más importante, pero no la única que hoy se difundirá.
En plan de relanzar la gestión, y a la vez darle un aire más popular, Macri ayer recorrió las zonas inundadas del Litoral, en donde hubo unos 15 mil afectados. A la mañana llegó a Paraná, Entre Ríos, junto a los ministros del Interior, Rogelio Frigerio; y de Desarrollo Social, Carolina Stanley, quien será protagonista de los nuevos anuncios.
En provincia de Buenos Aires, la gobernadora María Eugenia Vidal aseguró que serán invertidos más de $ 9 mil millones para los comedores escolares, el plan Más Vida para madres con hijos de hasta seis años; un 15% para las jubilaciones; y medicamentos para hospitales. Desde la oposición ya advirtieron que ese monto está lejos de servir para empatarle a la inflación.
En la Rosada admiten que en abril y mayo la suba de precios seguirá siendo alta. En especial en el área metropolitana. Para julio o agosto esperan que se planche la inflación y se reactive el consumo. Las nuevas políticas sociales, sumadas al endeudamiento, podrían empujar la demanda. O al menos a eso apuesta el macrismo. Para Alfonso Prat-Gay, la quita del IVA va a beneficiar a 8 millones de personas.
La pretensión de cambiar la cara del Gobierno también apunta a superar definitivamente un tema incómodo: las offshore de Macri. Los voceros creen que el Panamá Papers está apagado y que no impacta en el humor de la calle. Por si las dudas, en adelante se limitarán a repetir que no hubo ningún delito, para ningunear la discusión moral alrededor de las movidas empresariales de (los) Macri.
Casi por primera vez en más de 120 días, Macri adelantará medidas para compensar el ajuste sobre los sectores de menos recursos. Así, tratará de hacer dudar a los que se encontraban a un paso de consolidar sus prejuicios sobre el Gobierno.
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