Gran parte de los partidos con representación parlamentaria consensuaron un proyecto y buscarán que se trate la semana próxima.
Terminó la labor en comisiones en torno al debate por la implementación de la Boleta Única de Papel (BUP). El resultado significó una victoria parcial para la oposición, que logró un dictamen favorable de 58 firmas entre distintas fuerzas como el PRO, la UCR, la Coalición Cívica-ARI, Evolución, Encuentro Federal, Producción y Trabajo –todas ellas agrupadas en Juntos por el Cambio (JxC)– y el Interbloque Federal (IF). A su vez, el Frente de Todos (FDT) no consiguió frenar la iniciativa y presentó un dictamen de minoría que, con el acompañamiento del provincialismo aliado de Misiones, llegó a 57 voluntades.
Un corset para el oficialismo
En sus primeras palabras, Hernán Pérez Araujo, titular de la comisión de Asuntos Constitucionales –que junto a Presupuesto y Justicia integró el plenario–, se refirió al abrir la asamblea al “encorsetamiento” en el que la Cámara de Diputados puso a la comisión. Claro, semanas atrás, al no conseguir que la BUP se tratara en el recinto, el scrum opositor logró que se emplazaran algunas de las comisiones que faltaban conformarse y, además, que se agilizara el proceso parlamentario del proyecto.
Las motivación del Gobierno de modificar el sistema electoral tienden a cero: en la Rosada no hay ninguna intención de hacerlo. Tal vez por ello el titular del IF, Alejandro “Topo” Rodríguez, mencionó durante su exposición que en los últimos días el ministro del Interior Wado de Pedro les hizo llegar una “amenaza” de veto y aclaró, humorada de por medio: “Veto con V corta” –y no “Beto”, sobrenombre de Alberto–. Sin embargo, más allá de la negativa del Gobierno, el gol de la oposición de este martes habilita el tratamiento en el hemiciclo.
“Nosotros hoy vamos a sacar dictamen. No vamos a ir mañana a una sesión. Vamos a darle tiempo a ese dictamen para que sea valorado y estudiado”, planteó el jefe de bloque de la CC-ARI, Juan Manuel López, durante el plenario. En las palabras del “lilito”, no obstante, hay una omisión: en conversación con El Canciller, un diputado del PRO que está sobre el tema desde sus comienzos confirmó que buscarán que el documento se trate la semana próxima, probablemente el miércoles o jueves.
Lo que no admitieron los legisladores victoriosos frente a los micrófonos del segundo piso del Anexo C del Congreso, sí lo hicieron en privado: el triunfo de este martes le marca la agenda parlamentaria a un oficialismo, que con esfuerzo intenta dirimir sus diferencias internas. De todas formas, en el tema de la BUP las posturas allí son coincidentes. En la coalición opositora reconocen: “Están muy mal ellos. Enojados por todo. Si fueran vivos, la votarían”.
“Acá se viene una bronca de la sociedad con la política más fuerte de la que hoy percibimos. Porque no se puede seguir tirando de la cuerda y porque sus votantes son los que no van a querer ir a votar”, advirtió a este medio una defensora del proyecto. “Los que no van a ir a votar son los desesperanzados, no los que quieren que esto cambie”, insistió.
Los tiempos parlamentarios serán objeto de discusión en los próximos días, dado que el oficialismo busca aprobar una serie de proyectos que consideran importantes para la gestión, como la Ley de Compre Argentino. En la oposición analizan la posibilidad de atar el tratamiento de esa iniciativa a la de la BUP, una estrategia que a esta altura se ha convertido en moneda corriente en el Congreso.
El proyecto final
“Llegamos a este plenario después de hacer lo que la sociedad argentina nos reclama como dirigencia política: construir un gran consenso con quienes no pensamos lo mismo en todos los temas pero sí somos capaces de encontrar algunos objetivos comunes”, planteó Silvia Lospennato, del PRO, en los primeros segundos de su discurso.
Después, hizo un repaso sintético del dictamen que finalmente obtuvo la mayoría. El proyecto final se basa principalmente en el modelo cordobés, que consiste en una única papeleta donde hay un casillero para cada una de las categorías que se ponen en juego a nivel nacional (Presidente, Vice, diputados y senadores) y uno para la lista completa. No cuenta con una opción para el voto en blanco, que se expresaría “simplemente con la no-emisión del voto en una o todas las categorías”.
Asimismo, en el scrum opositor definieron que el sistema también debiera aplicarse en las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), un punto específicamente discutido por el oficialismo, que considera que la enorme cantidad de listas que potencialmente podrían presentarse complicaría a efectos prácticos el uso de la boleta.
En esa misma línea, una de las principales discusiones en torno al sistema propuesto tiene que ver con la propensión a la confusión y, en tanto, a una mayor cantidad de votos anulados. “Como marca la experiencia, sobre todo en las primeras veces que se usa este sistema, hay niveles de voto nulo más elevados”, reconoció Lospennato, quien informó que “como un resguardo de la confiabilidad”, se estableció en el documento un porcentaje de votos nulos en cada urna que, en caso de ser superado, implicará su recuento obligatorio en el escrutinio definitivo.
Por otra parte, en cuanto a la simultaneidad entre cualquiera de las elecciones provinciales y la nacional se contempla la figura de la concurrencia. Es decir, el elector podrá elegir a los candidatos nacionales por BUP y a los locales por el régimen electoral que esté vigente en ese distrito. Para emitir su voto, la persona tendrá que depositar los dos sobres en urnas distintas.
Por último, Lospennato aclaró que en la iniciativa está contemplado el sufragio en el exterior bajo la misma modalidad y que también se establece que la Cámara Nacional Electoral deberá desarrollar una campaña de difusión y capacitación para esclarecer el uso de la BUP antes de su primera implementación.
Comentá la nota