Nicolás Carrillo, referente del Movimiento Evita, pese a su juventud, es un referente barrial de experiencia. Desde hace años vienen denunciando la política municipal que deja a un lado a los barrios más alejados para concentrarse en los paseos públicos o en el radio céntrico.
Asegura que lo que se vivió el fin de semana en distintos barrios de Tandil, anegados y cercados por el agua, es el resultado del abandono estatal. “Desde los inicios de su gestión se viene señalando el abandono de la periferia. Lunghi eligió el camino del pragmatismo. Los problemas los pone siempre a cuenta de terceros de cualquier índole, estatales, personales, climáticos, etéreos etc. Un crédito que no le dieron, obras que no se pueden hacer desde el Municipio, el dinero que le insume el Hospital etc. Lo cierto es que Lunghi encontró una fórmula para ganar elecciones en este tiempo, donde su falta de sensibilidad, su falta de planificación y su falta de preocupación no le han hecho mella”, señaló.
Según Carrillo, “a Lunghi nunca le preocuparon las inundaciones del Langueyu ni la falta de agua en La Elena o La Blanqueada; el abandono absoluto de Tunitas o que la gente viva en medio de un basural en Movediza. Claro, mientras no salga en los diarios, el problema no existe”.
El dirigente barrial asegura que la ciudad cuenta con recursos pero que las prioridades de la inversión dan la espalda a los barrios. “Creo que habría que desarrollar una nueva herramienta que registre y centralice estas demandas y disponga de presupuesto para darles prioridad, una agencia única que administre los fondos cuyo objetivo debería ser la reparación de la deuda social que dejan estos 12 años”, señaló.
Entre los fondos que recibe el Municipio y podría ser volcados a reparar la larga deuda en infraestructura con los barrios, Carrillo cita “el Fondo Sojero (15 millones), Derechos de Construcción ( 10 millones), Tasa de Inversión Vial ( 23 millones), la Ordenanza 2505 ( 4 millones), además de otras tasas que se recaudan”. “Esta deuda social como su palabra lo indica no es gratis, genera nuevos costos que Lunghi pondrá nuevamente a cuenta de terceros: inseguridad, barreras urbanísticas, problemas de salud producto de viviendas precarias, falta de obras, baldíos por doquier, marginación, estigmatización (los remises no entran en Tunitas o si llevás un curriculum que indican que vivís ahí no te toman) y nuevos espirales de conflictos sociales. La deuda social es muy grande y solo puede soportarse por la política de ingresos que se genera desde la órbita nacional ( Asignación Universal, pensiones, jubilaciones etc)”, añadió.
Finalmente, Carrillo argumentó que el actual Intendente es “un gran obstáculo que impide que el proyecto nacional se desarrolle a pleno en Tandil”.
“Lunghi no va a pasar a la historia por ganar elecciones, como no pasó Zanatelli. Pasará a la historia el que gobierne, que democratice la sociedad y le dé derechos al conjunto de los ciudadanos”, concluyó..
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