"La preocupación mendocina es que nuestros ingresos son relativamente bajos y se pretende mejorarlos modificando esa matriz. ¿Se puede o es un delirio?", se preguntan los economistas del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana.
Por Analía Doña
Especialistas del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) analizaron las causas de la disminución del poder de compra de los mendocinos en los últimos 10 años y la necesidad o no de modificar la matriz productiva de la Provincia.
"La preocupación mendocina es que nuestros ingresos son relativamente bajos, y se pretende mejorarlos, modificando esa matriz. ¿Se puede o es un delirio?", se preguntaron Jorge Day y Gustavo Reyes en el último informe.
La conclusión a la que arribaron es que "no es tan sencilla de cambiar al depender de la localización geográfica de la provincia y de sus recursos".
"El rol provincial consiste en generar condiciones para un ambiente favorable de negocios. Eso acompañado de nuevas inversiones, las cuales llegarán en un contexto macroeconómico más estable", expresaron los economistas.
La caída del poder de compra de los mendocinos
En los últimos años, la caída del poder de compra de los salarios privados ha seguido la misma tendencia nacional y esto responde, refieren Day y Reyes, no a un problema de matriz productiva, sino de política económica nacional, en la cual el gobierno provincial no tiene injerencia.
Sin embargo, también se observa que en esa caída, el salario en Mendoza está por debajo del promedio nacional. Y es allí donde el planteo sobre la estructura productiva de la Provincia adquiere relevancia con el objetivo de elevar el nivel de ingresos en comparación a las otras regiones del país.
Tomando como base 100 el salario promedio en el país, en la minería metalífera se paga el triple (315), mientras que la enseñanza paga un poco más de la mitad.
En Mendoza solo el 5% de los trabajadores privados está en el grupo de los diez rubros más pagadores, mientras que un 45% está en el grupo de los menos pagadores (más el comercio mayorista).
Para el IERAL, la localización geográfica de Mendoza juega un rol importante en el diseño de su estructura productiva y allí es donde aparecen nuevas preocupaciones.
El petróleo, los vinos, el agro, algunas industrias, el turismo y la economía del conocimiento son los sectores que producen bienes que se pueden exportar y entonces ingresan fondos desde fuera de la provincia.
¿Pero qué pasa? Así lo explican desde el IERAL:
Petróleo: hace 15 años, este sector aportaba más del 20% del PBG mendocino, y actualmente ronda el 12%. La extracción petrolera viene cayendo desde hace dos décadas (con algunas oscilaciones). La cuenca Norte presenta varios pozos maduros, con menor productividad, y la cuenca Sur tiene parte de Vaca Muerta, pero todavía no es explotada. La política económica nacional ha jugado en contra de la actividad petrolera, con la excepción de Vaca Muerta en Neuquén.
Vinos: hubo un boom exportador entre 2003-2011, y luego se estancó, con oscilaciones. Además, el consumo mundial de vinos también se ha estancado, aunque se importe más. Y se hacen más notorias las desventajas macroeconómicas en comparación a Chile (aranceles, crédito, oscilaciones del dólar, etc.).
Agua: con menores nevadas y reducción de glaciares, se acentúa la escasez hídrica en la provincia. Pero aun así hay derroche de agua, por lo cual, podría pensarse en mecanismos para una mayor eficiencia hídrica.
Gasto público: entre 2004 y 2015, creció abruptamente, y eso se tradujo en mayor presión impositiva, especialmente en Ingresos Brutos. En los últimos años ha habido algunas disminuciones, pero todavía se mantiene alta esa presión, lo cual complica al sector privado.
La dependencia de la macro para la llegada de inversiones y el cambio de la matriz productiva
"La matriz productiva no es tan sencilla de cambiar", concluyeron, porque depende de la localización geográfica de la provincia, de sus recursos y de los obstáculos y los costos para desarrollar actividades en la región.
Para el IERAL, se podría mejorar permitiendo el desarrollo de nuevas actividades: en este caso, surge el caso de la minería metalífera, actualmente prohibida, y con fuerte rechazo por una parte de la sociedad.
También ampliando el mercado: una opción es apuntar más al mercado externo, pudiendo vender mayor cantidad, a mayores precios. Pero claro, esta estrategia depende de la política económica nacional, que debiera, entre otras tareas, reducir la variablidad del tipo de cambio real y contar con más acuerdos comerciales, que reduzcan el costo para ingresar productos mendocinos en otros mercados.
Y por último, fomentando las inversiones que eleven la productividad de los sectores, un punto que también es dependiente de la política nacional.
Entonces, para cambiar esa matriz y provocar el ansiado salto en los salarios, "no sólo debe tenerse presente todos esos factores propios de la provincia, sino además se debe contar con la posibilidad de realizar las inversiones necesarias para el cambio, y eso es posible en un contexto macroeconómico estable".
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