Fue en el marco de la inauguración del edificio de la Escuela 830, en Paraje Itatí, plena zona rural de 25 de Mayo. El vicegobernador compartió además un momento con los pobladores que, de a miles, concurrieron a la Fiesta Provincial del Carro.
Dos acontecimientos fueron motivo de celebración y encuentro comunitario en el paraje que dista unos 15 kilómetros del casco urbano de 25 de Mayo. Es el Paraje Itatí, lugar al cual se llega atravesando un trazado extenso, sinuoso, repleto de toscas, tierra colorada y paisaje agrícola. Paisaje que sintetiza tierra trabajada, sudor y compromiso. Anhelos de crecimiento y apuestas a futuro. Todo eso se siente y se ve en esa alejada comunidad que este domingo se congregó a vivenciar una vez más lo propio de sí, con el carro como resumen simbólico de lo que son. “Acá no hay domingos, no hay lunes ni martes, igual se trabaja”, expresó el vicegobernador al dejar inauguradas las instalaciones de la Escuela 830, cuando también recordó que era la primera vez que tenía la oportunidad de compartir un acontecimiento de estas características, con la gente de un pueblo, un día domingo. “Los chicos de ahora y de las generaciones que vendrán, van a disfrutar de esta hermosa escuela, van a recibir buena educación, porque no hay futuro sin educación”, remarcó Passalacqua. “Y al futuro hay que acompañarlo con trabajo. Y la Fiesta del Carro rinde un homenaje al trabajo de nuestros colonos y agricultores, que con esta herramienta fundamental dan vida a las chacras. Que viva esta fiesta!”, arengó. Junto al intendente anfitrión, Pedro Dowin; el diputado provincial Mario Lindemann; el vicepresidente del Iprodha, Horacio Blodek, y otras autoridades provinciales y comunales, el vicegobernador recorrió primero las modernas instalaciones de la Escuela 830, y luego se trasladó al predio contiguo en el que se desarrollaba la Fiesta provincial del Carro, donde miles de familias se aprestaban a presenciar la tradicional competencia en la que avezados agricultores al mando de un carro deben llegar con rapidez y destreza a la meta, sorteando obstáculos y dificultades. El asado fue parte del convite, y no faltó el sorteo un automóvil 0 km, que año tras año caracteriza el evento. El aval popular volvió a poner en evidencia que la Fiesta del Carro es un acontecimiento esperado cada año, y que la comunidad necesita de esos espacios compartidos para reflejarse a sí misma.
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