Para poder preservar 90 puestos de trabajo y sostenerse en un mercado cada vez más hostil, la firma sumó la fabricación de aguas saborizadas
Persisten las dificultades para la industria láctea en el país y en la actualidad la Cooperativa Tambera de Paraná (Cotapa), la principal empresa del rubro en la provincia, está trabajando al 45% o el 50% de su capacidad productiva. Si bien en 2017 la firma atravesó serios inconvenientes y pudo salir a flote, sufre los embates de la crisis, que se agudiza con los tarifazos de la energía eléctrica, los incesantes aumentos de los combustibles, la interrupción de las cadenas de pago, el ahogo impositivo y la falta de crédito con tasas accesibles para el grueso de las pymes.
En la actualidad son 78 los trabajadores de la planta y en total suman 90 los empleados que forman parte de la compañía fundada hace 54 años y que es un emblema para la región. Lejos de los años de pujanza y en un contexto en el que a diario se pierden numerosas fuentes laborales, preocupa que pueda haber despidos. No obstante, Juan Carlos Acevedo Díaz, director de Cotapa desde 2015, aclaró: "Si bien debíamos haberlo hecho, es una decisión el Directorio de la empresa mantener la fuente de trabajo de la gente, aún a costa de perder dinero".
Sobre este punto, explicó: "Tenemos una conciencia social a nivel de empresa y no queremos que nadie se quede sin trabajo, pero si el consumo sigue bajando en algún momento vamos a tener que pensar por lo menos en ampliar nuestro repertorio hacia otros rubros para no tener que deshacernos de nadie, que es la idea".
El panorama es adverso y Acevedo Díaz confió que están planificando ampliar la cartera de productos, frente a una caída del 40% en el consumo de lácteos que se registró a nivel país desde 2015 a la actualidad. Al respecto, adelantó: "Tenemos algunos planes de ampliar nuestra cartera de productos para de esa manera no tener que dejar a nadie fuera del trabajo. Ya incorporamos aguas saborizadas y están en el mercado, apuntando a que el verano va a ser muy duro económicamente para la población argentina y eso seguramente nos permitirá compensar la baja que va a haber en los lácteos".
Por otra parte, mencionó que si bien no restringieron la fabricación de los productos de cabecera, redujeron o directamente dejaron de elaborar artículos con menor demanda: "Hemos achicado los productos de mayor costo y de precio más alto en góndola por falta de consumo, como los yogures especiales y los que llevan mucha fruta. En la actualidad estamos produciendo sobre todo leche común, yogurt bebible y ese tipo de cosas, que son las que más o menos la gente todavía puede comprar", admitió.
El directivo recordó que históricamente el mercado fuerte de Cotapa es la región del Noreste argentino (NEA), con una importante inserción en Misiones, Chaco, Formosa, Corrientes y Entre Ríos, y es donde piensan seguir apuntando para sostener las ventas. "Tenemos un muy buen mercado en esas provincias, y tiene que ver con una cuestión sencilla: nosotros no podemos competir con la megaempresa que es la Serenísima, que trabaja a pérdida para quebrar empresas chicas, pero tenemos la ventaja de estar más cerca del NEA y por una cuestión de fletes somos más competitivos que ellos en esa zona. Además, es un mercado donde ya hace muchos años Cotapa es fiel a sus clientes y viceversa, y nos va muy buen en la región, sobre todo en esas cinco provincias donde mejor trabajamos", destacó.
Sector castigado
Acevedo Díaz sostuvo que ante la importante suba de los costos fijos, los aumentos de los precios en el sector no acompañaron: "Aunque las estadísticas dicen que en un año los precios mayoristas de los alimentos subieron el 47% en general, los de los lácteos aumentaron solo un 18%", dijo.
Por otra parte, señaló que la interrupción en la cadena de pagos es otra cuestión que afecta profundamente al sector, y comentó: "Nosotros ya no trabajamos más con las grandes cadenas de hipermercados porque tienen la costumbre de trabajar con la plata de uno para ganar, con 100 días de plazo, con descuentos insoportables, así que lo hacemos con comercios medianos y pequeños, y con algunas cadenas zonales de pocos supermercados, que tienen pagos razonablemente a tiempo. Pero con los comercios hay que ser muy cuidadosos en las entregas a crédito que se les hace, porque sinceramente no están respondiendo en los tiempos que deben hacerlo".
En este contexto, advirtió: "Los comerciantes están muy complicados a nivel de pagar sus propios costos, se puede darle crédito a un almacén de barrio pero al dinero que tienen para pagarle al proveedor lo usa para pagar la luz porque si no se la cortan y tiene que cerrar, o para pagar la AFIP porque lo embargaron. Los costos de la energía y la presión impositiva están destrozando absolutamente al comercio de todo tipo, así que los atrasos se empiezan a acumular".
La carga impositiva fue otro punto al que aludió, y fustigó: "Hoy en día las pymes están recibiendo una presión impositiva de la AFIP y una persecución insoportables, que no recibe el resto de las grandes empresas. El que no está embargado tiene juicios de la AFIP y es muy difícil pagar impuestos sobre dinero que no se gana".
Por otra parte, lamentó la falta de una política para impulsar al sector lechero tanto a nivel provincial como nacional, y manifestó: "En la provincia de Santa Fe, que son nuestros vecinos referentes porque es donde está la mayor parte de las industrias lácteas, están importando leche de la República Oriental del Uruguay, porque nadie se ha preocupado de que haya leche en Argentina. Sancor está literalmente quebrada, cuando fue la empresa más grande del país, y muchas de las medianas como la nuestra, están convocadas o casi en quiebra".
"Hay dos o tres firmas que habiendo hecho reinversiones, como lo hicimos nosotros en 2015, más o menos se sostienen", dijo, y recordó que en el caso de Cotapa lograron adquirir maquinaria ese año "con otras tasas y otro valor del dólar" –como tecnología tetrabrik–, ya que se trata de artefactos de acero inoxidable que se importan y se cotizan al valor de la divisa norteamericana. "La actualización de maquinarias ha aumentado aproximadamente un 120% desde 2015 a la fecha", observó.
Asimismo, el empresario señaló que en la actualidad "el acceso al crédito es imposible", y expresó: "Tanto el gobierno municipal, como provincial y nacional no se ocupan de las pymes, así que no hay manera de que se acceda a líneas de crédito con tasas razonables. Cuando una empresa alimenticia de consumo masivo tiene márgenes que apenas sirven para cubrir tasas internacionales de crédito, que son del 4% o el 5% por año, acá estamos hablando del 60% o el 70% en tasas de redescuento, o sea, 10 veces más de lo que soporta este sector".
Por último, recordó el conflicto que la empresa mantiene con el gobierno provincial, y manifestó: "Básicamente las condiciones del país han cambiado, pero por otro lado hubo muchos incumplimientos por parte del gobierno provincial cuando compramos la empresa a través de una licitación pública, lo cual nos impidió muchas cosas que nos hubieran puesto en mejor posición para recibir la crisis. Hemos tenido cortocircuitos con el gobierno provincial, donde ni siquiera nos ha atendido en los últimos dos años y no podemos ponernos de acuerdo en varias cuestiones".
"Por fuera de eso somos empresarios, es lo que sabemos hacer; tratamos de afrontar temporales y estamos a la altura de las circunstancias, pero con un embate que no esperábamos, de ninguna manera", concluyó.
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