No comparten uno desde agosto. La disputa entre intendentes peronistas del Conurbano por la conducción de la FAM.
Por: Mariano Spezzapria
En el oficialismo, en la oposición y también en sectores económicos circula una pregunta recurrente: ¿Por qué el presidente Alberto Fernández y la vice Cristina Kirchner se muestran tan poco juntos en público?
El faltazo de Cristina al acto del 17 de octubre en la CGT, que encabezó Fernández, puso en evidencia esta situación. Tal vez para acallar los rumores, el oficialismo puso en marcha un operativo para reunir a la fórmula un año después del triunfo electoral.
La cita está programada para el próximo martes 27 de octubre en el CCK, donde también se prevé un homenaje al ex presidente Néstor Kirchner a 10 años de su muerte. Fernández ya confirmó el acto, pero en el entorno de Cristina aún no confirmaron su participación.
El Presidente mandó a repatriar una estatua de Néstor Kirchner que estaba en Ecuador, del tiempo en que lideró la UNASUR. Ahora será emplazada en el ingreso al CCK. El propio Fernández tendría intención de reflotar esa alianza regional como un contrapeso al Grupo de Lima.
Pero más allá de los homenajes, en la coalición gobernante están a la expectativa del reencuentro público del Presidente y la Vice, que no comparten el mismo escenario desde agosto, cuando se anunció la reestructuración de la deuda externa en la Casa Rosada.
Justamente en torno a la línea que le imprime el ministro de Economía, Martín Guzmán, a la negociación con el Fondo Monetario Internacional (el segundo acuerdo en materia de deuda que busca Fernández) es que habría cortocircuitos en el oficialismo.
Tampoco entusiasma al kirchnerismo el acuerdo económico y social que promueve la Casa Rosada con los gremios de la CGT y los empresarios de la UIA y eventualmente AEA. El clima de nerviosismo interno se agudiza con el alza del dólar, que el Gobierno no logra frenar.
LA INTERNA PARTIDARIA
En medio de esta situación, el presidente Fernández será ungido el 20 de diciembre como jefe del Partido Justicialista nacional, si es que no prospera una presentación de último momento del gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, para que haya una elección interna.
En el peronismo no faltan los que sospechan que “El Alberto”, de buena sintonía con el kirchnerismo, busca al menos complicar la entronización del Presidente. De ahí para abajo, las disputas por espacios de poder están a la orden del día en el Frente de Todos.
Por caso, la conducción de la Federación Argentina de Municipios (FAM) está siendo motivo de discordia entre intendentes del Conurbano que se enrolan en el “albertismo” y otros que siguen reportando políticamente a la Vicepresidenta.
Según pudo saber EL DIA, los intendentes Juan Zabaleta (Hurlingham) y Fernando Espinoza (La Matanza), se enfrentan por la conducción del organismo, un foro con influencia en la relación de los municipios tanto con el Gobierno nacional como con las Provincias.
Una votación sobre la que quedaron algunas dudas decidió ayer que las elecciones se realizarán en marzo de 2021, en detrimento del sector albertista que pretende hacerlas coincidir con la asunción del Presidente en el PJ, en un juego de pinzas simbólico para el peronismo.
EL TERCERO EN DISCORDIA
Pero los seguidores de Fernández se llevaron la sorpresa de que un intendente alineado con el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, inclinó la balanza para el lado del kirchnerismo. Algo que confirmó la buena relación que tiene con Máximo Kirchner.
Todas estas maniobras son relativizadas por los protagonistas. Argumentan que se trata de movimientos internos “naturales en una coalición” de gobierno. También afirman que Fernández habla al menos dos veces por semana por teléfono con Cristina.
Pero lo cierto es que los encuentros públicos entre ambos son muy escasos. A esta altura de las circunstancias, la justificación política de que Cristina “no quiere eclipsar” a Fernández cayó por peso propio, porque el Presidente necesita que su Vice lo apoye en forma explícita.
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