Esta vez el debate dejó muchas más cosas que él realizado días pasados con los aspirantes a gobernador y la propia primera mandataria. Jalil quedó al desnudo este martes que sólo es un empresario que cumple las funciones de intendente.
Cuando parecía que el salón Virgen del Valle del Seminario no tendría el calor y el color generada la semana pasada, la presencia de la gobernadora Lucía Corpacci, el ingeniero Brizuela del Moral y el presidente de la Cámara de Diputados, Marcelo Rivera, le aportaron expectativas.
Pero cuando el intendente Raúl Jalíl hizo su primera exposición y salió a declarar que no conocía del tema sobre el protocolo del aborto y se apegó a la lectura del fallo de la Corte Suprema, surgió la primera sorpresa y estupor en la filas del oficialismo.
Es que el lord mayor dejó al descubierto su total desconocimiento sobre esta cuestión y otras vinculadas a su gestión. Indudablemente Raúl Giné y Mario Vega Ancheta se comenzaron a frotar las manos por bajo la mesa.
Sin un evidente asesoramiento previo o tal vez confiado en el resultado de las PASO, Raúl Jalil habló en los cuatro bloques como si todo lo tocara de oído. Si a ello se le suma que habitualmente le cuesta expresarse con coherencia en público, es claro que fue el menos favorecido con el debate.
Si bien el temario no permitía una mayor ampliación sobre cuestiones importantes de su gestión, le bastaron pocos minutos a los dos rivales de la oposición para cuestionar y dejar un manto de dudas en varios aspectos.
Giné apuntó a que desde la intendencia se trabaja para un determinado sector y en beneficio de un grupo de empresarios. Dijo además que el intendente iba achicar gastos y sin embargo apoyó emprendimientos como Valle Chico.
Por su parte Vega Ancheta sostuvo que se gobierna para unos pocos y hay barrios periféricos sin asfalto, sin alumbrado público y llenos de basura. Y lamentó que el debate no fuera más amplio porque había cuestiones como para un día entero.
Para colmo de males, diría Jalil, la suerte le tocó en contra porque en el debate final y cuando cada candidato debía opinar sobre lo que consideraba necesario, a él le tocó el primer turno. Por lo tanto Vega Ancheta y Giné cerraron y se quedaron con la última palabra.
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