En medio de la polémica generada por la denuncia de que no brindó las herramientas suficientes para investigar la muerte del fiscal Alberto Nisman, el papa Francisco recibió en el Vaticano a la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, junto a sus pares de Bolivia y Uruguay.
Estos le presentaron un proyecto para extender a esos países sudamericanos el programa Atajo de acceso a la Justicia.
Acompañada por el fiscal de Corte de Uruguay Jorge Díaz y por el fiscal general de Bolivia Ramiro Guerrero, la procuradora argentina, que podría enfrentar un juicio político por diversas denuncias en su contra, le presentó al Pontífice la idea, que ya le habían adelantado por carta, para replicar a nivel regional el programa impulsado por el Ministerio Público Fiscal.
El encuentro, que tuvo lugar en el palacio Apostólico durante cerca de una hora, sirvió para ampliarle a Francisco el plan para replicar con las características locales el programa que busca "facilitar el acceso a la justicia de las personas en condición de vulnerabilidad".
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