Compartieron escenario. Techint pide protección frente al gigante asiático. La respuesta es un pedido de "fe". Apertura comercial con reforma impositiva.
Por Eugenia Muzio
"¿Otra pregunta?", ofreció Paolo Rocca a un público repleto de pymes proveedoras del Grupo Techint. El secretario coordinador de Producción, Pablo Lavigne, le avisó en voz baja: "La última y me rajo". En el seminario ProPymes, el magnate del acero lo arrinconó frente a un auditorio aterrado frente a lo que más le preocupa para el 2025: las importaciones y China.
"Queremos que el Gobierno escuche, que haya espacio de diálogo para alinear los tiempos de la transformación", fue una de las frases con las que insistió el dueño del holding, en un evento en el que sobrevoló la problemática del timing: ambas partes, el gigante industrial y las 1.400 empresas que son clientes ven una política acelerada de apertura comercial sin una reforma impositiva que acompañe y permita mejorar la competitividad.
En ese clima de nerviosismo, el país asiático aparece como fantasma. "Podemos con todos, menos con China. Juega otro partido, con una intervención del Estado enorme", ilustró. Pero Lavigne, visiblemente nervioso, consideró que la política arancelaria actual es suficiente para proteger la fábrica argentina. “Creemos que los aranceles con el Mercosur son altos, deberíamos estar de una forma relativamente cómoda”, respondió el funcionario de Toto Caputo. Y redobló: "Estamos bajando mucho mas rápido los costos argentinos en general. Este año nos da un poco de activo para decir 'creannos'. Es una prueba de fe".
Paolo Rocca pide diálogo con Javier Milei
Rocca "hace tiempo" que no habla con el presidente Javier Milei, le confió a un grupo de periodistas entre los que estaba Letra P. Y consideró que si el jefe de Estado quiere hacer un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, el país norteamericano suele "condicionar a sus socios a sus reglas" y que en ese combo entra la protección contra China.
Ya sobre el escenario, el empresario le reiteró al funcionario libertario que es "importante" la definición del Gobierno sobre el tema. Lavigne respondió que habrá que ver el "caso por caso". Después, al ser consultado Rocca sobre su conformidad con las respuestas del secretario, contestó: "Hay que ver en los hechos lo que dice en palabras".
Las pymes, a un paso de reconvertirse en importadoras
El público industrial que escuchaba a ambos relata una película de terror económico, a contramano del relato de la Casa Rosada. La mayoría de las pymes proveedoras de Techint consultadas por este medio aseguran que el año comenzó con una fuerte caída en ventas y productividad, con alguna recuperación en el segundo y tercer trimestre y una esperanza de repunte en el último. Pero entre octubre, noviembre y diciembre eso no sucedió: los números entraron en una meseta por debajo de los niveles del 2023.
Algunas industrias se están transformando en importadoras o "hacen un mix" para sobrevivir, entre productos terminados comprados en el exterior y producción. "Se está viendo mucho en textiles y en calzado. La industria metalmecánica también pero lo salva la maquinaria agro. En el medio, se pierden procesos", explicó un economista ligado a lo fabril.
Transformarse en importador no es un proceso difícil, luego de haber pasado por el período de las SIRA, el sistema de aprobación de importaciones que implementó el gobierno del Frente de Todos, con Sergio Massa como ministro de Economía. "Después de eso, este sistema es muy fácil", señaló una fuente fabril. Con el Gobierno, no hay interlocución más que la que tienen grandes cámaras como la Unión Industrial Argentina (UIA).
Entre empresarios se debaten si la rapidez de las transformaciones y la falta de un plan productivo es "ignorancia" o simplemente "que el objetivo está en otro lado". "El funcionario que regula las importaciones es el mismo que el de la industria", ilustró un fabricante de válvulas petroleras. "Se meten en reglamentos técnicos que no tienen sentido y desarticulan la cadena productiva", agregó un motopartista.
Un reseteo "exitoso"
Techint realizó una encuesta a 213 firmas integrantes de su cadena de valor, cuyos resultados presentó al inicio de la conferencia que tuvo récord de asistencia. El encargado de revelar los datos fue el ceo de Ternium, Martín Berardi. En 2024 sumaron una facturación de u$s4.111 millones, un 38% menos que el año anterior y para el 2025 proyectan una caída del 8% más. El grupo de la T totalizó unos u$s 7.000 millones, un 85% gracias a los tubos de acero sin costura. En conjunto, son u$s 11.000 millones en el año.
A modo de conclusión del 2024, el gigante metalúrgico asegura que fue una primera etapa de un plan de reseteo "exitoso". El año que viene prevé que el RIGI permita inversiones en sectores dinámicos, presiona por la simplificación impositiva y una mayor apertura del comercio. La liberación del cepo está en carpeta, pero nadie se anima a pronosticar cuándo será. La bisagra es octubre 2025, cuando están previstas las elecciones legislativas.
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