El oficialismo platense pasó la prueba de la Rendición de Cuentas 2017, y ahora hace cálculos para que se vean resultados en la calle sobre obras en ejecución. El intendente Julio Garro afina su equipo, compensa sectores de Cambiemos y todo se prepara para el intento de su reelección.
El oficialismo platense tuvo una semana tranquila y pudo cerrar positivamente el capítulo de la Rendición de Cuentas 2017, consiguiendo la aprobación de la misma con el respaldo de once votos propios, a los que se sumaron cuatro ediles opositores como son el peronista Fabián Lugli, y los del interbloque Frente Renovador – Gen, Luciano Sanguinetti, Virginia Rodríguez y Gastón Crespo. En la negativa quedaron nueve ediles entre los que había peronistas de los más variados, ultrakirchneristas y la ex radical Florencia Rollié.
Del expediente que se terminó aprobando se habla aproximadamente desde fines de marzo, incluso con más precisión se empezó a debatir luego de la apertura de sesiones ordinarias formuladas en los inicios del mes pasado por parte del intendente Julio Garro.
Al principio hubo algunas tormentas porque los ediles opositores se quejaban con justa razón al no haber recibido el expediente con prontitud, e incluso varios tomaron conocimiento de los aspectos salientes por los dos panoramas políticos locales que se publican semanalmente, o sea el presente y el del diario El Día. Pero rápidamente la situación se encarriló y el debate se hizo intenso de manera semanal en la comisión de Hacienda, presidida por el macrista Julio Irurueta.
La Rendición de Cuentas 2017, -que mostró un total ejecutado de $ 5.268.034.350-, se enmarca políticamente en el año en el que Cambiemos logró imponerse en las legislativas de la ciudad con alrededor de 50 puntos, sacando más de 20 por ciento a la opción opositora más votada, y unos 40 a quienes resultaron terceros. Para tener una dimensión de lo que se evaluó en este tiempo se puede significar que los vecinos de la ciudad ya habían dado su veredicto de manera contundente en el turno electoral correspondiente.
De todos modos, la Rendición tuvo algunos aspectos interesantes, como por ejemplo el planteado por el edil Irurueta en el recinto: “el recurso vigente terminó siendo de 5.800 millones de pesos, en recursos devengados terminó siendo 5.537 millones de pesos y los recursos percibidos terminó siendo de 5.035 millones de pesos. La diferencia de 764 millones de pesos que hay entre los recursos vigentes y los percibidos incluyen obviamente los de libre disponibilidad y los recursos afectados”.
Al otro día de la sesión, el mismo concejal consignó en nuestro ciclo “Costo de vida”, que se emite de lunes a viernes de 8 a 10 por Radio 96, que la tarea “de la Comisión de Hacienda fue un trabajo que por lo menos en mis mandatos como concejal tanto siendo opositor como oficialista no había visto. Porque ahora estuvo prácticamente todo el Gabinete. Nuestra labor fue intensa y se trató de contestar todas las preguntas de la oposición. El resultado está a la vista, y después está la cuestión política en donde cada espacio opositor dice cómo hubiesen gastado ellos los recursos”.
“El municipio está prácticamente sin deudas. La economía municipal está sana”, sostuvo.
Y en el mismo ciclo radial, el opositor Sanguinetti argumentó los motivos de su voto positivo y de los otros dos ediles que lo acompañan (Crespo y Virginia Rodríguez) y dijo: “lo importante de la Rendición de Cuentas es que el oficialismo rinde cuentas ante la comunidad respecto de cómo ejecuta el presupuesto que es de todos los ciudadanos. En esa línea se hicieron bien las cosas sobre todo para que todos los concejales tengamos acceso a la información de cómo se gastó”.
“En el FR y el GEN hacemos mucho eje en la información pública. El oficialismo dio un paso adelante, lo viene dando desde el inicio de la gestión en el sentido de mostrar las cuentas y abrir esa información a los concejales para que en realidad la reciba la comunidad”, agregó.
Luego dijo: “nosotros valoramos eso y por lo tanto acompañamos, después tenemos diferencias políticas”.
“El presupuesto es la hipótesis de gasto, y lo ejecutado es la ideología en donde el Ejecutivo muestra sus objetivos. Julio Garro tiene una mirada de la ciudad que nosotros no compartimos. Por ejemplo, la actual gestión puso internet en 23 plazas, pero no en las escuelas, y hay directores que ellos deben pagar de sus bolsillos la internet para los establecimientos”, dijo.
“Yo no tengo mucho que objetar técnicamente”, reconoció y luego puntualizó que “tengo que convencer a los ciudadanos de que esas no sean las propiedades. Tengo que ser respetuosos de la voluntad popular, y si los vecinos prefieren plazas con internet y escuelas sin internet hay que hacerse cargo”.
En la vereda del PJ kirchnerista, el edil Norberto “Chucho” Gómez tiene otra visión, y el argumento de su voto por la negativa fue: “estos números muestran la incapacidad de gestión del Intendente Garro, no hay otro responsable más que el propio Intendente que no logra conformar equipos de trabajo: en 21 áreas del Municipio se cambiaron 10 funcionarios, es decir, no estamos pudiendo ver -al igual que ocurre en la Nación- al `mejor equipo de los últimos 50 años` porque claramente, no encuentran el rumbo”.
Al tercio peronista de amplia variedad que votó en contra de la Rendición se les sumó con su posición la ex radical Florencia Rollié, quien hizo un extenso trabajo puntualizando una enorme cantidad de diferencias con la ejecución del presupuesto, y redondeó el concepto de su oposición al sostener: “voto negativamente la Rendición de Cuentas porque legalmente así corresponde y políticamente no puedo justificar este uso de los recursos de los contribuyentes”.
El expediente aprobado terminó siendo un apoyo fuerte a la gestión de Julio Garro, y el titular del Concejo Deliberante, Fernando Ponce, lo interpretaba de la siguiente manera: “estamos muy conformes, se dio un debate sano y logramos un gran respaldo de la oposición", y valoró que reconocieran la "transparencia de la gestión de Julio Garro".
La forma en que votaron los ediles y los sufragios obtenidos en 2017 (números redondos)
* Por la positiva votó Cambiemos (11 ediles): 48 % en elecciones pasadas
* Por la positiva votó Frente Renovador Gen (3 ediles): 9 % en elecciones pasadas
* Por la positiva votó Fabián Lugli (PJ en 2017 apoyó a Florencio Randazzo): 6% en elecciones pasadas
* Total de votos de electores platenses, relacionados con representación en el Concejo Deliberante, por la positiva: + del 63% en elecciones pasadas
* Por la negativa votó Unidad Ciudadana: 27% en elecciones pasadas
* Por la negativa votó la ex radical Rollié (participó en 2017 con el Partido de extracción peronista llamado CoPeBo): No pudo competir en 2017 por no haber alcanzado el mínimo del 1.5 % en las PASO de agosto anterior a la elección, ya que el armado que hizo junto al ex diputado Sergio Panella tan solo logró 1.4% de apoyo popular)
* Por la negativa votó Miguel Forte (Camionero, moyanista y participante de una opción electoral del Partido Federal. Al igual que Rollié, tampoco pudo competir en las generales pasadas ya que en las PASO previas tan solo obtuvo 1 % de apoyo popular).
* Total de votos de electores platenses, relacionados con representación en el Concejo Deliberante, por la negativa: - del 30% en elecciones pasadas.
La obra pública no se para, a pesar del acuerdo con el FMI
En otro orden, desde nuestro ciclo radial también consultamos a Irurueta acerca de qué podría suceder con la obra pública una vez avanzado el acuerdo nacional con el Fondo Monetario Internacional, y el economista dijo: “la verdad que información concreta hasta hoy no hay nada de que vaya a existir recorte. De hecho, y acá me pongo en el plano de la intuición, yo no creo que se cancelen obras públicas que se iban a hacer. En el hipotético caso de que lo que determine el gobierno nacional esté vinculado con la obra pública creo que se podría bajar el ritmo de la construcción, pero yo de hecho pienso que no se va a ajustar por ahí porque es la obra pública un motor importante de la economía porque genera trabajo de manera directa y de manera indirecta. Y el presidente Mauricio Macri por su formación tiene presente eso”.
La oposición difícilmente construya una sola alternativa
Si bien faltan varios meses para la carrera electoral del 2019, en todos los niveles los espacios políticos empiezan a realizar ensayos sobre cómo podrían desafiar el poder a Cambiemos. En ese marco, un primer sobrevuelo por la realidad de los distintos sectores muestra serias dificultades de unificar en una opción fuerte, aún entre dirigentes de misma extracción política, como por ejemplo el PJ.
Hace algún tiempo, -no demasiado-, el concejal massista Luciano Sanguinetti y el ex edil José Arteaga, coincidían en diálogo con nuestros diversos ciclos que se emite por Radio 96, que había necesidad de buscar puntos en común con otros sectores de la oposición, pero automáticamente cuando la repregunta era si eso incluía a kirchneristas o brueristas, la distancia era automática, y si bien no utilizaban nombres propios sí enfatizaban que con el pasado inmediato que gestionó el país y la ciudad no había chances de articular.
Una visión similar tiene el peronista Fabián Lugli, en donde coloca una especie de corte en especial con el bruerismo, más allá de que su sector integró el gobierno comunal de las dos últimas eras políticas anteriores (gestiones de Pablo Bruera y de Julio Alak).
Sistemáticamente el ex legislador provincial y uno de los hombres más influyentes en los armados bonaerenses del massismo, Juan Amondarain, se encarga de recordar desde su cuenta de Twitter la misma línea, tal es así que hace escasas horas publicó: “Traduciendo a Cristina: 1. Vayan organizando el operativo clamor. 2. Las listas las hago yo y encabeza Máximo”. Si bien se relaciona a encuestas difundidas en los últimos días y lo que sería un posible liderazgo K, lo cierto es que esa exacta definición se podrá imponer si la Doctora está al mando de la lapicera el año próximo, una cuestión imposible de soportar para el amplio abanico pejotista.
Hasta ahí el primer escollo para un mega armado opositor en la ciudad. Y posiblemente lo que hoy es el interbloque Frente Renovador – Gen, -o sea, los nombrados y el “Margarito” Gastón Crespo-, puedan seguir siendo parte del mismo espacio en una inteligencia en común con los armadores locales del ex ministro del Interior Florencio Randazzo, o peronistas alineados con el “no kirchnerismo” nacional.
Pero hay otros conflictos más severos y de impacto atomizador si se profundizan. Por ejemplo, todo parece indicar que el proyecto bruerista de volver con una figura propia, aunque aparentando renovación, como es el caso de la oferta que hacen con el diputado Guillermo Escudero, empieza a encontrar inconvenientes a poco de dar sus primeros pasos, y está todo relacionado al portazo que dio el legislador del bloque de Unidad Ciudadana para incorporarse a la bancada que lidera el ex intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra, y que se llama Unidad y Renovación.
Siguiendo la línea de lo anterior se puede acentuar que Escudero provoca ruptura hace dos meses con la bancada que lidera la también platense ex Decana de la Facultad de Periodismo, Florencia Saintout, y con eso reciente la frágil relación Bruera – La Cámpora, que les permitió triunfar por un puñado de votos en la interna por la conducción del PJ local en diciembre del año pasado.
“No somos todos lo mismo. Hay sectores (del PJ) que son opositores en redes y le votan todo a (María Eugenia) Vidal”, dijo la diputada del sequismo ensenadense Susana González a nuestro ciclo “Acá hay Quórum” que se emite los jueves a las 19 por Radio 96. Y hacemos mención a esa entrevista porque es clave en cuanto a cómo repercutirá en La Plata el portazo de Escudero a los kirchneristas.
Acá nos detenemos con más de lo que dijo González porque pese a no ser platense le incorporó un corte local a sus dichos. La legisladora opinante es de Ensenada, lugar en donde el intendente Mario Secco es un ícono de la “resistencia kirchnerista”, y hace un par de años, -con Pablo Bruera fuera del Palacio Comunal-, ensayó una articulación con Gabriel, uno de los hermanos del ex alcalde. Si se repasa el historial de internet, o redes como Facebook, Twitter u otras, se podrá apreciar muchas participaciones conjuntas entre sequistas y brueristas. Pero ahora González disparó contra Unidad y Renovación, -recordemos que es el bloque que integra Escudero-, y sobre la actitud de su par dijo: “Guillermo Escudero tiene muy buena relación con nosotros, lo quiero mucho, pero le digo que él entró por el espacio Unidad Ciudadana, y cuando uno no está de acuerdo con algo tiene que trabajar desde adentro, no romper e ir a otra estructura y debilitar a la estructura que lo llevó como candidato y lo puso como legislador”.
La definición de González fue tajante, sobre todo porque ubica a Escudero en la posición de los “blandos” del PJ, “que le votan a Vidal” y que son liderados por Pereyra y el lomense Martín Insaurralde, amigo justamente de Gabriel. Además, termina incomodando al bruerismo cuando dice sobre el bloque que ahora integra el legislador en cuestión: “no se pude formar una unidad con gente que tiene un discurso para adentro y otro para afuera”, y va más lejos al contestar cuando se le pregunta por qué esa bancada (identificada con Insaurralde, Pereyra y que le llaman `de los intendentes`) tiene una actitud más “dialoguista” y de acompañamiento al gobierno provincial: “no sé. Tal vez por obras, o por carpetazos…la verdad que no sé”.
Y González, integrante del bloque que lidera Saintout, se siguió despachando a gusto contra la bancada de los “renovadores” del PJ: “nosotros no decimos no ser dialoguistas, el tema es que cuando el diálogo se hace con un gobierno que quita derechos a las personas que los votaron se es funcional, porque a ellos (a los peronistas del bloque de Pereyra) los votó la gente del Banco Provincia, los votó la ciudadanía … y (esos legisladores) votaron el Pacto Fiscal, los votó su ciudadanía y ahora van a votar que se derogue el 6.42 por ciento en la tarifa de la luz sabiendo que produce un daño financiero terrible a los municipios. Son decisiones que uno toma”.
Esa cuestión analizada no es casual. Hace dos meses, cuando Guillermo Escudero hace el cambio de bancada, en el PJ local también se experimentaron cambios, muchos de ellos vinculados a la desaparición del edificio de calle 54 de los camporistas y kirchneristas que compartieron listas con los brueristas para imponer como presidente al ex diputado Luis Lugones (tío de los hermanos Bruera) seguido en la nómina por varios ultra K.
En tanto, Bruera (Gabriel) trata de hilvanar pequeños acuerdos con algunas expresiones minoritarias del PJ platense y de esa forma espera ver qué sucede sobre todo si hay una gran interna en donde de esa forma logre imponer su criterio, y así forzar luego un acompañamiento de los demás sectores pejotistas que hoy no quieren ni un café con “los hermanos” que gobernaron la ciudad.
El camino de la oposición es sin dudas sinuoso en La Plata, y es muy probable que la situación termine con varias opciones electorales. Si eso sucede el rol que adopten no será de una opción de gobierno sino de una colectora de concejales para subsistir, y no mucho más.
De hecho, hoy el amplio abanico peronista tiene algunos exponentes como posibles candidatos a intendente, pero en ninguna encuesta conocida por nosotros superan el 5 % de intención de votos: Escudero, Saintout, la concejal Victoria Tolosa Paz (tal vez la más instalada, pero en ínfimos porcentajes), son los nombres de los que más se habla.
Falta de propuestas
En el PJ, y es común a todos los sectores de la orgánica partidaria, no se observa tampoco una situación superadora al gobierno de Cambiemos en el plano local. Hasta el momento ningún espacio formuló alternativas de gestión, o mostró equipos que le den solidez a una propuesta. Es hora de que los platenses conozcan alternativas, y sepan qué podría hacer el justicialismo para merecer la confianza ciudadana. Hasta ahora hay críticas, pero faltan propuestas y credibilidad en la enunciación de las mismas.
En Cambiemos, todo se prepara para la reelección de Garro
En el oficialismo no hay demasiadas turbulencias internas que anticipen rupturas. Los distintos socios que integran la coalición de gobierno aceptan en público o privado que el intendente Julio Garro presentará cuando llegue el momento sus intenciones de ser reelecto, y el camino, pese a la fuerte caída de adhesiones del oficialismo producto de la situación económica imperante, no parece hoy por hoy demasiado complejo, aunque en calle 12 ya se busca ajustar cada movimiento de modo que los errores locales empiecen a ser menores y no tengan un derivado electoral negativo.
Un test interesante para Garro fue el timbreo del sábado último. Allí caminó por avenida 60 entre 1 y 7, un lugar complicado porque es voto medio que hasta la última elección estuvo muy identificado con Cambiemos pero que sin embargo presenta alta volatilidad. En la ocasión mantuvo largas charlas con comerciantes y vecinos. Obviamente que hubo reclamos de más seguridad, o la complicación de los tarifazos y la caída en ventas, pero también comentarios positivos sobre obras que se están haciendo y el pedido de otras complementarias. Aseguran que el balance total del timbreo en territorio alentó a los armadores locales de Cambiemos, y cerca del alcalde repiten: “todavía tenemos un acuerdo sólido con la gente. El vecino observa que hay una ciudad en obras, que remodelamos paseos públicos, que hay gran esfuerzo y un Municipio que está en la calle. Así que la idea de Julio es seguir con esta metodología de trabajo constante, y ahora está pidiendo más esfuerzo a todo el gabinete”.
El intendente tuvo habilidad a la hora de contener a los diferentes partidos que integran Cambiemos, como son el Pro (incluye peronistas), la UCR, y la CC. Todos tienen una cuota de poder dentro del Municipio. Tal vez Garro fue uno de los primeros en entender a Cambiemos como un amplio paraguas y por esa razón trató de que, aunque sea apretados, todos tengan alguna cobertura.
Para los próximos panoramas empezaremos a explorar también sobre la convivencia entre los diferentes grupos del oficialismo con respecto al alcalde, y poco a poco se van a ir deslizando las pretensiones de los distintos socios para el armado del año próximo.
“Todos sabemos que aunque hagamos el peor acuerdo algo vamos a lograr, pero actualmente estamos muy cómodos con Julio y esperamos seguir así. Lo peor que puede pasar, no solo paran nosotros sino para los vecinos, es desarmar esta alternativa porque nos costó mucho esfuerzo terminar con 25 años de gobiernos decadentes en la ciudad. Nadie va a romper. A los que intentaron romper así les fue el año pasado, hicieron un papelón (por Panella, Rollié y Javier Quinterno)”, aseguró a esta columna un importante referente radical de la ciudad.
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