Los mensajes ambiguos de los gobernantes hicieron bastante para que el hartazgo de la gente crezca a toda velocidad. La idea de que el esfuerzo lo hace el común mientras que la política se resiste a concretar cambios severos en su estructura profundizan el descrédito, sobre todo en sectores productivos y comerciantes.
Por: Fabricio Moschettoni.
“El presupuesto debe equilibrarse, el tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota. La gente debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado". Una frase que se la atribuyeron a Cicerón, y que la habría dicho en el 55 a.C. en un diálogo con el Gayo Antonius Hibryda. De todos modos, hay quienes dicen que fue una ficción escrita en “La Columna de Hierro”, novela de la década del sesenta de autoría de Taylor Caldwell. Sea verdad o ficción, el razonamiento es perfecto y todavía a algunos nos enamora.
Cuando el viernes el presidente Alberto Fernández, el gobernador Axel Kicillof, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta formalizaron lo que era un secreto a voces, o sea el regreso a fase 1 de la cuarentena luego de la sucesión de fracasos de los cien días iniciales, quedó expuesta nuevamente la fragilidad de un sistema político que no aprende más de sus propios errores y se la pasa vilipendiando al conjunto de la población.
Terminada la conferencia de prensa del trio gobernante, ImpulsoBaires.com.ar lanzó un sondeo entre sus lectores con un resultado catastrófico: 85% no cree que la fase 1 termine el 17 de julio y el 15% dice lo contrario. Y se puede decir que hay falta de rigor científico para medir o que en todo caso se trata de la opinión de los lectores de un medio periodístico con un perfil determinado, y es cierto, pero de uno u otro modo se debe considerar como la expresión auténtica de una parte de la sociedad.
Pero vamos a seguir con otras opiniones, y es el caso de un trabajo formulado por Identidad Pyme sobre 313 directores de empresas de todo el país, publicado este viernes en ImpulsoBaires.com.ar, y allí por ejemplo se vieron datos que también muestran el hartazgo en este caso del sector comercial y productivo. En el trabajo, solo el 27 % de los preguntados consideran positivas las medidas del Gobierno para el sector, específicamente el pack contenido en Asistencia al Trabajo y a la Producción (ATP), y la resignación a futuro se nota en la pregunta sobre perspectiva del país: el 11% cree que a la Nación le va a ir bien, el 29% regular y el 60% mal.
Pero vamos por más, y allí damos con un trabajo que desde abril del mes pasado a la fecha viene realizando DC Consultores, que dirige el licenciado Aníbal Urios, sobre imágenes de los gobernantes de los tres niveles del Estado.
En abril dispararon consultas a un universo de 623 casos de dispositivos móviles de La Plata, arrojando que el presidente Alberto Fernández gozaba de una imagen positiva del 60.2%, regular del 21.5% y negativa de tan solo el 18.3%, en tanto el gobernador Axel Kicillof tenía una positiva del 26.9%, una regular del 28.1%, una negativa del 40.6% y el resto se reparte entre no sabe o no contesta; y el intendente Julio Garro se ubicaba con 34.3% de positiva, 37.5% de regular, y 21.8% de negativa, con el resto indefinido. Al mes siguiente la misma consultora mide nuevamente, pero aumentando a 817 los números de casos con la misma metodología aplicada, y el resultado empieza a modificarse con una baja en las positivas y aumento en las negativas: Alberto con 53.1% de positiva, 28.3% de regular, y 18.6% de negativa; Kicillof con 29.1% de positiva, 25.8% de regular y 45.1% de negativa; y Garro, con 28.3% de positiva, 25.9% de regular, y 38.5% de negativa (los faltantes son del rubro indefinido).
Con ese panorama, la consultora decide llevar a más el número de casos y se extiende a 920 en junio, con un panorama complicado para los principales gobernantes. Alberto, por ejemplo, baja la positiva a 49.3%, se ubica con 24.6% de regular, y se dispara la negativa a 25.9%; Kicillof se instala con 28.7% de positiva, 22.1% de regular y 48.4% de negativa; y Garro baja la positiva a 27.1%, amplía su regular a 30.7%, y también crece la negativa a 39.2%. Desde esta edición la consultora empezó a mostrar mediciones de la vicepresidenta Cristina Kirchner con números contundentes: 29.2% de imagen positiva, apenas 10.8% de regular, y un violento 58.9% de rechazo a su figura.
Explicaciones locales
Claramente la falta de respuestas acertadas a sectores movilizadores de la sociedad en medio de la pandemia y las idas y vueltas del gobierno nacional explican la caída de imagen del presidente Fernández, y el caso de Cristina es clásico de ella tener tanta negación a su figura en su ciudad natal, pero la pregunta a Urios estuvo referida a por qué el desgaste en la figura del intendente Garro, quien venía de mostrarse muy consolidado, y dijo: “creo que la gente entiende un poco que él no puede hacer mucho ya que depende de la coparticipación (provincial, y algunas inyecciones nacionales), pero así y todo el que hila un poquito más finito entiende que tiene algunas herramientas para atender situaciones económicas de la ciudad, por eso tenemos un 40 de imagen negativa porque no toma las riendas en ese asunto y tal vez por eso en las últimas semanas hizo declaraciones con alguna merma impositiva y demás. También vemos que hay desorden en los comercios en donde algunos pueden abrir y otros no, y no hay una explicación concisa con respecto a esa vara, y ahí se nota enojos en esa elección”.
El tema comercial en La Plata es un problema para la dirigencia política en general, y en el trabajo de DC Consultores se observa que hay un 60% de desconfianza y eso es altísimo.
En tanto, en el entorno de Garro este sábado decían que el intendente está bien en la opinión pública, y aseguran tener sus propias estimaciones.
La caída de la imagen del intendente tiene parte de explicación en lo que sostenía Urios, y a eso se le pueden adosar otros ejes a criterio de quien escribe esta columna como por ejemplo los constantes elogios que formula tanto al presidente de la Nación como al gobernador de la Provincia, y además haber recibido a figuras muy refractarias para el sector más duro del electorado de Juntos por el Cambio, como por ejemplo al jefe de Suteba, Roberto Baradel, en este último caso para firmar un convenio en donde el sindicato facilita instalaciones para posibles enfermos de coronavirus. Hay imágenes y expresiones que son sensibles para un electorado tan comprometido ideológicamente.
Si bien a nivel nacional se notan grandes desaciertos no solo de rumbo de gestión con ese delicado equilibrio que Alberto debe buscar entre las diferentes corrientes de su frente político, sino que también hay una carga no menor en la comunicación, que en estos tiempos debe cumplir un rol fundamental. Tener a la gente esperando para dar un anuncio importante alimenta las especulaciones y el fastidio, también las contradicciones entre funcionarios de primera línea haciendo declaraciones sin fundamentos, o hasta las internas salvajes que se vienen manifestando minuto a minuto en los medios de comunicación y en primera persona, como por ejemplo las peleas entre el ministro de Seguridad provincial, Sergio Berni, y su par nacional, Sabina Frederic. Todos esos constituyen mensajes negativos y esmerilan la confianza. Un líder político, más en una guerra, debe mostrarse firme, seguro, ordenado, preciso, exacto en los tiempos, y hablando por sí mismo: el resto debe repetir, no interpretar. En una guerra las ordenes se obedecen, no se discuten ni comentan.
Y también en el caso de La Plata hay mensajes negativos hacia los sectores que apoyaron al intendente para retener el poder, como los expuestos anteriormente. La verdad es que a Garro el zigzagueo comunicacional de apoyos no lo ayuda en lo más mínimo. ¡Confunde!.
Posiblemente en las próximas horas el intendente emita señales claras a los sectores que lo acompañan explícitamente pero le exigen más, como ser los golpeados comerciantes de la Ciudad que hasta hace unas semanas decían públicamente que el jefe de Estado local estaba atento a sus pedidos y no así el Gobernador. Eso se escuchó de boca del vicepresidente de la Federación Empresaria de La Plata, Alejandro Frangi, como también a otros directivos.
Esta semana ocurrió el hecho táctico más importante generado por el intendente Julio Garro en los últimos meses, y es la designación de Virginia Pérez Cattaneo como Secretaria de Convivencia y Control Ciudadano. La ex delegada de Villa Elisa reemplaza a Roberto Di Grazia que estuvo más de cuatro años en un puesto sumamente desgastante para cualquier funcionario municipal.
El cambio se venía mencionando desde antes de la reasunción de Garro en la intendencia. A Pérez Cattaneo se la tenía reservada para un área de combate “cuerpo a cuerpo” y le llegó el momento, en este caso auspiciada por dos espadas estratégicas del intendente como son el concejal y hombre de máxima confianza, Nelson Marino, y el cada vez más influyente secretario de Coordinación, Oscar Negrelli. Igual nótese un detalle: una vez más el alcalde planeó un recambio, se lo comunicó a la persona que iba a asumir y le pidió hermetismo, y tal como lo hizo en otras ocasiones cuando evaluó el momento oportuno lo filtró.
Pero más allá de los apoyos internos y los equilibrios del poder del garrismo, -eso queda para debates a dar más adelante-, la designación de Pérez Cattaneo, que tiene un perfil de mujer intransigente, corajuda y de una importante formación intelectual, es una respuesta interesante para el reclamo de los comerciantes que piden terminar con la venta ilegal en vía pública, o incluso ordenar situaciones complejas del propio espacio público.
Para varios observadores se trata de luz verde a la mano dura incluso aquí la bautizamos como “La Dama de Hierro”, aunque lo cierto es que todos los calificativos y consideraciones que se le puedan adosar exaltan su propia personalidad. Es, sin dudas, la llave de Garro para reconquistar a los sectores más demandantes de su propio electorado.
Si el coronavirus no nos hubiese chocado de frente como sociedad, hoy estaríamos analizando otro aspecto de la política local, teniendo que ver con el rediseño del intendente para su ¿último? mandato de gestión. Ya el año pasado había buscado un salto de calidad corrigiendo áreas que francamente no funcionaban para nada bien, y así se entendió con la designación de Julieta Quintero Chasman en Desarrollo Social reemplazando al radical Raúl Cadaá, o la de Martiniano Ferrer Picado frente a Cultura y Educación para sanear de algún modo el mal recuerdo que dejó en artistas e intelectuales locales el paso de Gustavo Silva, quien tenía una predilección por mostrar en La Plata a media calle Corrientes como si acá no hubiesen verdaderos talentos. Silva hizo quedar tan mal a Garro y a la Ciudad de La Plata en general que hubo artistas triunfando en Cosquín con la versión tango y que hoy son primeras voces del CCK o hasta se lucen en la Usina del Arte, pero el ex secretario nunca los atendió. Otro signo de calidad de Garro fue haber incluido como primer concejal a Darío Ganduglia e inmediatamente hacer que siga frente a la Secretaría de Seguridad destacando su trabajo silencioso y excelente articulación con gobierno provincial: “en La Plata con Ganduglia se puede trabajar de manera estupenda”, confió hace poco a este columnista un íntimo del ministro de Seguridad Sergio Berni.
¿Habrá más cambios?. La pregunta late con fuerza en cuanto rincón del Palacio Municipal exista, y lo más probable es que Garro llegue al año que viene con un gabinete mucho más elástico, aggiornado al momento y si se quiere disminuido en el plantel de secretarías. Posiblemente en el instante en el que se escribe esta columna algún platense, a pedido del Lord Mayor, este guardando un secreto vinculado a futuros roles que ocupe en el gabinete, o tal vez no sea para tanto. Así funciona el planeta Garro, y no va a cambiar su sentido traslación en la inmensa galaxia de la política.
Mucho a favor, más allá del mal momento
La bomba nuclear llamada coronavirus desvirtuó todo, y obligó a los gobernantes a operar de la manera que pudieron.
Garro tiene a su favor el haber equipado áreas vitales mirando lo que ocurrió en la tragedia de 2013 y por eso la ciudad hoy cuenta con un Centro de Operaciones único en Latinoamérica y un sistema de monitoreo que terminó de ponerse a punto hace pocos meses y que permite tener una visión instantánea de lo que ocurre en los principales lugares de un distrito que tiene 940 kilómetros cuadrados.
El mandatario también tiene a su favor el haber saneado bastante la estructura municipal y hoy debe estar más que orgulloso en la decisión que tomó en su momento cuando decidió llevar de 400 funcionarios municipales que heredó de la gestión del ex intendente Pablo Bruera, a menos de 200 que tiene la actual.
Esos puntos a favor que Garro llevó adelante en momento de bonanzas presupuestarias hoy pesan y hacen la diferencia, aunque nada parece alcanzar si se tiene en cuenta el destrozo que se hizo en las finanzas municipales por la caída de recursos producto de la pandemia. El coronavirus alteró todo y ni los más estudiosos especialistas en presupuesto público municipales se animaron ante este columnista a ensayar ni siquiera un off de record sobre el tema.
¿Cómo sigue Juntos por el Cambio?
Aunque nadie quiere hablar de política de alianzas a los cuatro vientos es cierto que por lo bajo se tejen especulaciones. La última elección dejó varios interrogantes, uno de ellos es conocer el futuro de todo el peronismo adquirido para saber si finalmente sirvió o fue un espejismo. El peronismo sacado del peronismo no sirve: “cuando están enfrente parecen miles, cuando una estructura no peronista los incorpora como nos pasó a nosotros terminan siendo miles de contratos muertos”, razonó este sábado un referente radical ante este columnista, luego de decir que no pudo digerir el apoyo para que el ex menemista y ex kirchnerista Miguel Pichetto sea nombrado Auditor General de la Nación impulsado por JxC.
A consideración de quien escribe esta columna, La Plata sigue siendo amarilla fundamentalmente porque entre las PASO y la elección general, el ex presidente Mauricio Macri tuvo una levantada espectacular, histórica y tal vez irrepetible por varios años en nuestra política. Si bien Garro hizo mucho para tratar de cambiar la historia su situación era complicada en la tira local, y en condiciones normales hubiese levantado no más de tres puntos, achicando en seis la diferencia porque eran votos directos de sus adversarios que iba a incorporar por múltiples razones territoriales, y así y todo perdía en manos del camporismo.
También hay que estar atentos sobre el futuro de la UCR, en donde el centenario partido no está haciendo nada vistoso en la capital bonaerense para seguir insistente con algunas pretensiones.
Hay que ver además quién lo va a conducir. Se dice que la sociedad entre los diputados Miguel Bazze y Diego Rovella con el concejal Claudio Frangul parece indestructible, pero hay quienes miran por ejemplo al presidente del Comité de la Sección Primera, Pablo Nicoletti como una variante, y otros observan a reciente desembarco de Evolución Radical, la línea que lidera el senador Martin Lousteau, y que en La Plata apostó por el subsecretario administrativo de la Secretaría de Salud local, José “Chapa” Andiarena, y sus correligionarios Julia Marcó, Claudio Canosa y Enrique Álvarez.
También hay que observar con atención lo que podría ser la lista del año próximo, sobre todo si la diputada Carolina Píparo la encabeza y gana, porque allí es posible que esté la llave de la sucesión de Garro si es que finalmente sigue inmodificable la ley que imposibilita las reelecciones por más de un período.
La coalición es posible que se amplíe y que termine incorporando más sectores políticos como el GEN de Margarita Stolbizer, o algún armado que tenga como vértice a los economistas Ricardo López Murphy, José Luis Espert, Roberto Cachanosky y Miguel Boggiano.
Tolosa Paz levantó el perfil e hizo trabajos preventivos con taxistas
La titular del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz, participó de un operativo de vacunación contra la gripe para 200 taxistas de La Plata, que además recibieron insumos para prevenir el contagio de COVID-19.
La acción se realizó bajo un estricto protocolo sanitario en el predio de la Unión Propietaria de Autos Taxis (UPAT), en Tolosa, en conjunto con Taxistas Unidos y la agrupación Brigada Sanitaria “Ramona Medina” de la facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata.
“Estamos dando la pelea donde hay que darla. Es nuestra responsabilidad”, dijo Tolosa Paz y agregó: “aquí hay un Estado presente, un sector privado solidario y responsable que aporta insumos, y trabajadores y trabajadoras esenciales a los que hay que cuidar”.
Los más observadores de la política local empezaron a advertir un cambio en la edil que cumple funciones en el gabinete nacional, y se anticipan presencias públicas cada vez más frecuentes.
Escuchas ilegales contra Bruera y Lugones
El escándalo del espionaje que agentes de inteligencia hicieron sobre el ex intendente Pablo Bruera y el titular del PJ, Luis Lugones, durante el gobierno del presidente Mauricio Macri podría terminar con algunas detenciones de manera inminente.
En tanto, el diputado Guillermo Escudero, insiste con la creación de una comisión investigadora en el ámbito de la Legislatura.
Ante semejante hecho de gravedad institucional llama la atención que no se haya expresado el arco político local exigiendo verdad y justicia.
El espionaje ilegal es un delito de mucha seriedad penal, pero también conspira directamente contra el sistema democrático en su conjunto, y además vulnera derechos individuales personalísimos como son a la intimidad o incluso a la libertad.
Los comerciantes no pueden pagar medio aguinaldo, el Estado sí y la política derrocha
La Cámara de Comercio e Industria de La Plata emitió un duro comunicado advirtiendo que el sector comercial y productivo no va a poder hacer frente al medio aguinaldo y pidió apoyo del Estado.
Sin embargo, los estales finalmente podrán hacerse de su derecho laboral, aún a costa de sacrificar nuevamente al fisco con emisiones descomunales de papel falsificado de curso legal.
En este caso adviértase una violación a la Constitución de algún modo, porque en teoría todos somos iguales ante la ley dice el artículo 16, aunque parece que hay momentos de excepción.
Mientras el sector privado hace esfuerzos descomunales, se advierte penosamente como el gasto público en política sigue altísimo, y solo alcanza con ver el desastre que ocurre en la Legislatura provincial, en donde parecen inmunes a las crisis y sigue siendo un festival de recursos desperdiciado en donde su funcionamiento resulta obsceno desde donde se lo mire.
Desempleo en descenso
Una noticia que no se destacó tanto, pero vale la pena referirla. En la semana se conocieron las cifras del mercado del trabajo que proporciona INDEC. En el país hubo en primer trimestre del año un desempleo abierto del 10.4 %, siendo 0.3% superior a mismo período del 2019. En el segmento medido, para La Plata se registró 9%, mientras un año atrás era del 10.8%, todo un detalle.
Eso se debe al repunte que empezó a tener la obra pública y la construcción privada. En la región pasa más o menos así, cuando florece la construcción se moviliza en tres o cuatro puntos el mercado laboral, y cuando se apaga esa situación repercute al instante de manera negativa.
Hasta el próximo domingo.
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