En plena pandemia, el gobierno municipal consiguió sostener el superávit primario, a pesar de las complicaciones que se generaron por la mayor demanda social. El dato surge del informe de ejecución presupuestaria que la Secretaría de Economía acaba de enviar al Concejo Deliberante.

Ese es el dato positivo y no menor en un contexto económico como el actual. La contracara es que, a la vez, el gobierno se financió con un mayor endeudamiento a los proveedores. El año pasado, en el tercer trimestre, el Municipio había acumulado una deuda flotante de 201 millones de pesos; hoy, esa cifra tuvo un crecimiento importante: pasó a 482,6 millones de pesos.

El informe señala que los ingresos corrientes alcanzaron los 3.167 millones de pesos en los primeros nueve meses del año y que los gastos corrientes, es decir lo que realiza el Municipio para su funcionamiento habitual, alcanzaron los 3.046 millones de pesos.

La diferencia positiva, que las autoridades económicas de la Municipalidad destacan especialmente, es de 120,5 millones de pesos. Hace un año, el superávit había sido de 88,9 millones de pesos.

Mientras en el último año los ingresos corrientes tuvieron un crecimiento del 31,4 por ciento, los egresos corrientes subieron algo menos: el 31,2 por ciento. Ese comportamiento en espejo fue el que motivó que pudiera sostenerse el superávit operativo con el que el Municipio cerró los primeros 9 meses del año.

Cuando ya se tienen en cuenta las inversiones que hace el Municipio, especialmente en obras públicas, los números ya pasan al terreno negativo. Mientras los recursos de capital llegaron a 90,8 millones de pesos, los gastos de capital que hizo la Municipalidad hasta septiembre totalizaron 251,2 millones de pesos. Con los pagos de las obras públicas y de otras inversiones, el excedente pasó a convertirse en un déficit financiero de casi 40 millones de pesos.

Un tercer ítem del informe de ejecución presupuestaria considera los pagos de la deuda y las acreencias que el gobierno va acumulando, principalmente de corto plazo. En ese punto es donde el déficit financiero se hace más abultado. El gobierno contabiliza un excedente de 25 millones de pesos mientras que fue acumulando retrasos con los proveedores o por otros conceptos englobados en los cheques diferidos a vencer.

El año pasado, a esta altura, la deuda con los proveedores y en concepto de cheques diferidos alcanzaba los 150,2 millones de pesos y este año esa cifra se ubica en los 507,6 millones. El monto final de la deuda flotante es de 484,5 millones porque el gobierno descuenta el excedente líquido que computa.

Como no puede obtener financiamiento por alguna vía alternativa, el Ejecutivo está haciéndolo a través de retrasos en los pagos a los proveedores.

Una de las razones que posibilitaron que la Municipalidad mantuviera su superávit operativo fue que en los últimos meses la principal factura que paga el Estado local, la de higiene urbana, se ha mantenido sin incrementos porque la empresa Cotreco no ha registrado subas globales por encima del 7 por ciento. Recién a partir de ese número, la concesionaria puede pedir ajustes en el canon mensual.