Marisa Fassi habló en exclusiva con El Ciudadano. Viaje a la intimidad de la intendenta. Los logros de su gestión y el sueño de la primera universidad pública con sede en el municipio que gobierna. Un cuadro de Néstor, otro de Cristina. Un busto de Perón, una foto de Evita.
El despacho de Marisa Fassi es un viaje al corazón del justicialismo. Se trata, en definitiva, de la segunda casa de la intendenta, donde pasa gran parte de sus días trabajando. Eso sí, la cena trata de que sea siempre en su hogar. “Es un momento muy importante para mí. Y si puedo cocinar yo, mucho mejor”, dice con la sonrisa de la gente que disfruta lo que hace. Y agrega: “Siempre trato de hacer lugar para la familia. De todas formas nos acompañamos mucho, los chicos ya son grandes, hoy es un poco más fácil que hace un tiempo”.
Abogada y vicepresidenta 1ª del Congreso Nacional del PJ, recibe a este semanario, dispuesta a hablar de todo a solo unos días de las elecciones. Y aunque son tiempos de campaña, la gestión que lleva a cabo desde 2019, cuando asumió su cargo, es el eje de la charla.
–¿Cómo es un día en la vida de la intendenta de Cañuelas?
–En esta época, de trabajo cien por cien, o como dicen ahora los chicos, 24/7. Porque más allá de la gestión, que siempre insume muchísimo tiempo, también como militante ocupo todo el tiempo en la campaña. Para mí es muy importante esta elección, porque se ponen en juego dos modelos, no solo políticos, sino económicos. Y hay un aparato de comunicación muy fuerte que busca permanentemente socavar una gestión que enfrentó una crisis sanitaria inédita, y que por supuesto eso, como en todos los países, tuvo consecuencias económicas. Ante ese poder del poder real, solo se puede oponer la resistencia de la militancia. Charlando todos los días con nuestros vecinos, cara a cara, escuchándolos y defendiendo nuestra gestión.
–¿Qué significa Cañuelas para vos?
–Todo. Yo nací en el Hospital Marzetti y nunca me fui. Es mi lugar en el mundo, el que más quiero, donde formé mi familia y donde pienso pasar el resto de mi vida.
–¿Qué objetivos conseguiste desde que asumiste el cargo?
–No sé si eso lo puedo evaluar yo. Creo que como a todos los intendentes e intendentas, la pandemia nos cambió la visión que teníamos de la gestión. Hubo que reformular todo, las prioridades, y enfocarnos en equipar el sistema de salud para atender una demanda extraordinaria. No solamente el Hospital Néstor Kirchner, que en cuatro años Cambiemos no pudo poner en pleno funcionamiento y en menos de cuatro meses lo equipamos totalmente. También ampliamos el Marzetti, creamos centros de aislamiento, pero el objetivo se cumplió, y a ningún vecino ni vecina de Cañuelas le faltó una cama. Y ahora este sistema, sobre todo la alta complejidad, quedó equipado para los próximos 10 años. Pero además de eso, no dejamos de hacer las obras que habíamos gestionado, y hoy estamos ejecutando el plan de obras más importante de la historia de Cañuelas. Y seguimos trabajando con nuestros empresarios, ya a punto de inaugurar el Mercado Agroganadero, con nuevas radicaciones industriales. Creo realmente que, a pesar de las dificultades, estamos haciendo una buena gestión.
–Entre todos esos logros, ¿cuál te genera mayor orgullo?
–Creo que son tres las cosas que más me conmueven. Tener en Cañuelas un hospital de alta complejidad funcionado a pleno, una demanda histórica; la apertura del Mercado Agroganadero y el desarrollo del Polo Agroindustrial, por lo que va a significar para Cañuelas en materia de economía y empleo. Y el tercero es un sueño, que espero concretar antes de que termine la gestión: tener la primera universidad pública con sede en Cañuelas, estamos haciendo todo para que así sea.
–¿Cuáles son las metas a cumplir?
–Seguir por este camino, de mayor empleo, de crecimiento, de ser un polo universitario, de tener una salud con efectores de primer nivel. Creo que ya nadie puede decirnos que no tenemos derecho a soñar, nadie puede decirnos que no se puede. Si hoy pudiera proyectar otro de esos sueños, sería el de poder lograr una ampliación para el Hospital Kirchner para atender niños y niñas. Un ala pediátrica de alta complejidad.
–¿Cómo es el rol de la mujer en un puesto tan preponderante?
–Hoy las mujeres tenemos un desafío histórico, porque estamos empezando cada vez más a ocupar lugares de conducción y responsabilidad. Pero todavía falta, pensá que en toda la Provincia hay solamente seis intendentas. Creo que nos juzgan de una manera diferente, muchas veces con un nivel de exigencia mayor al de los varones. Pero estamos demostrando que podemos cambiar el mundo, y lo vamos a cambiar.
–En la búsqueda de satisfacer las necesidades de todos los cañuelenses, ¿te ves en un lugar diferente después de 2023?, ¿te gustaría dar un salto a la Gobernación o al Congreso?
–Creo que satisfacer todas las necesidades de sus vecinos o vecinas es el sueño de cualquier intendente. Ojalá pueda cumplir con las expectativas de quienes me eligieron para este puesto tan importante. Después, es imposible pensar hoy en otra cosa, hoy por hoy me debo a este cargo y a la responsabilidad que me dieron mis vecinos.
–El año que viene se cumple el bicentenario de Cañuelas, ¿cómo te preparás para semejante momento histórico?
–Y creo que va a ser un año diferente. Ya estamos trabajando en eso, en estos días los chicos y chicas de nuestras escuelas van a elegir la Escarapela del Bicentenario, entre las cuatro finalistas entre casi 120 trabajos que se presentaron. No va a ser igualmente un solo evento, sino que seguramente lo celebremos todo el año. Vos sabés que se da una particularidad, para algunos historiadores Cañuelas debería haber sido considerada la cuna de la ganadería nacional, por la llegada del toro Taquino, el primer toro de raza que llegó para mejorar la ganadería. Y hoy estamos recibiendo el mercado concentrador de hacienda más importante del mundo, a pocos meses de nuestro bicentenario. Creo que es una buena síntesis de nuestra historia, nuestro futuro y nuestro pasado, marcado por una línea de producción, trabajo, y crecimiento.
–¿Por qué la gente debería votar la lista que encabeza Valeria Ríos?
–Porque representa un trabajo que hemos hecho con mucha responsabilidad. Valeria desde su rol de secretaria de Gobierno hizo un trabajo muy grande durante la pandemia, articulando los controles, escuchando a comerciantes, buscando soluciones. Creo que ella es la cara visible de todo un grupo que trabajó muchísimo y que es un equipo.
–¿Qué opinás de los dichos de Leonardo Iturmendi, quien aseguró que el Estado municipal y Vialidad Nacional están al servicio de la recolección de votos locales?
–Ya lo contestó Gustavo (Arrieta), explicó que todas las obras son resultado de un conocimiento del territorio y de las necesidades y potencialidades de Cañuelas. La verdad que es una mirada muy corta pensar que todo lo que hacemos lo hacemos por los votos, nosotros hace tiempo que gestionamos por nuestros vecinos y vecinas. Las elecciones son el 14, pero más allá del resultado de las elecciones para mí es un orgullo, por ejemplo, que los vecinos de Los Aromos o Morgante me digan lo importante que es para ellos el asfalto de la calle San Juan. Hace tiempo que sabemos que era una obra fundamental, pero ahora tuvimos la oportunidad. Es muy básico que crean que solo pensamos en las elecciones, pero por lo visto ellos piensan de esa manera. Y te voy a decir algo que Gustavo no puede decir. Imaginate que no hubiera podido conseguir obras, ¿sabés que hubieran dicho? Que llegó a un cargo nacional y se olvidó de Cañuelas. Eso son, la crítica constante a todo, hasta a lo que está bien.
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