La estructura de costos crece a un ritmo galopante y la caída de ingresos no le permite a las familias comprar una docena de facturas frescas. Promociones entre semana, reconversión de negocios y tortas invendibles. Fotografía de la crisis económica.
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RODRIGO NÚÑEZ
La suba de costos y la crisis de ingresos provocan un fenómeno que se siente con cada vez más fuerza: el desplome de la compra de facturas frescas y el crecimiento de las ventas para las facturas del día anterior a menor precio. En paralelo, la comercialización general de las panaderías cae y muchos negocios cierran o se reconviertan. La abrupta suba del valor de los huevos hace impagables los precios de muchos productos y desde el sector sostienen que la pastelería se encuentra en extinción.
En el modelo económico que celebran el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, no hay lugar para que una familia pueda acompañar un mate con una tortita negra o una medialuna. A lo sumo, queda esperar al día siguiente para ver qué sobro en la panadería para comprar una factura de textura dura, pero a un menor precio. Por lo menos ese es panorama que brindan representantes del sector.
En diálogo con El Destape, el presidente de la Federación Industrial Panaderil de la Provincia de Buenos Aires, Raúl Santoandré, afirmó que "crece la venta de facturas del día previo y en la semana se estimulan promociones de cualquier tipo para intentar vender". Pero esta es una pequeña parte del fenómeno, ya que advirtió que la totalidad de la "pastelería se encuentra en extinción" por los altos costos que deben pagar los panaderos para elaborar los productos que luego no pueden ser adquiridos por una sociedad que ve pauperizado sus ingresos.
"En la semana hay promociones en tartas de ricota o pastafrolas, por ejemplo. Pero la cosa no levanta porque la gente no puede comprar. A nosotros nos llegó una oleada de aumentos en los huevos que aumenta los costos de la pastelería", explicó Santoandré. A raíz del incremento señalado, "muchas panaderías lo que hacen es rebuscársela a través de funcionar como cafeterías para incentivar el consumo en el lugar y vender algo más", explicó.
"Algunas panaderías lo que hacen es seguir el patrón de consumo y van directamente a la elaboración de productos que se vendan más, como el pan, la galleta, el pan de masa madre. Lo que pasa es que no es lo mismo que una familia coma medialunas hechas con margarina y no con manteca, o que una factura contenga distintos tipos de dulce de leche", evaluó el dirigente.
¿Por qué suben los huevos?
El precio de los huevos, un producto esencial en la mesa de los argentinos, mantiene un aumento sostenido en las últimas semanas, una tendencia notoria en verdulerías, almacenes y supermercados. A nivel global, la situación empeoró por la influenza aviar en Estados Unidos, donde el sacrificio de más de 60 millones de ponedoras disparó los precios a 15 dólares por docena y desequilibró el mercado internacional. Estados Unidos envió pedidos de compra de huevos de Canadá, México y Brasil, que antes abastecía a Argentina. Ahora Brasil envía más de un millón de cajones mensuales a Estados Unidos.
Otro factor que influyó en la suba del precio de los huevos fue la quita de retenciones a la soja y el maíz anunciada en enero, lo cual repercutió en el mercado interno. Las condiciones climáticas también tuvieron su grado de influencia, ya que las olas de calor y las altas temperaturas que registró la zona de mayor producción de huevos durante enero y febrero afectaron a las gallinas ponedores.
Un pueblo sin facturas
El titular del Centro de Industriales Panaderos Agrupados, José Hernández, se hizo eco de esta disparada de precios y remarcó que "hubo un incremento en los huevos fue desastroso, ya que aumentaron el cajón de 50.000 pesos a 75.000 pesos", agregó que "aumentó toda la materia prima", y ejemplificó con el caso de la harina, que "subió un 10%". En "La Matanza y en la mayoría del país no aumentábamos desde hace siete meses el pan, pero ahora el kilo se fue a una franja de entre 2.800 y 3.200 pesos, dependiendo de la zona y el lugar", alertó.
"Viene complicada la venta de facturas... ya de lunes a viernes prácticamente no se vende a excepción que sea una panadería céntrica o en un lugar de poder adquisitivo bueno. Pero en el 80% de los barrios no se vende una sola factura prácticamente. La gente va directamente a un paquete galletita y una leche", alertó Hernández.
"Estamos en una situación muy complicada y han cerrado casi 5.000 panaderías en todo el país, también han abierto muchísimas panaderías en galpones, debido a que allí no tienen que abonar ningún aporte", señaló. De cara a las próximas semanas, Hernández anticipó: "Acá en Matanza sur vamos a tratar de hacer una rosca más o menos económica para Pascua y que la gente la pueda comprar, pero tampoco podemos ir bajando la calidad porque el trabajador tiene derecho a comer bien". Y remató: "Es como que antes, que se comían ravioles con salsa y ahora solo con un poquito de aceite arriba. Cada vez vamos denigrando más la alimentación, eso es lo que está pasando en los barrios de todo el país, no solamente de Buenos Aires".
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