Que la playa es tierra de nadie, no es novedad. La falta de controles, ya sean policiales o municipales, hace que la venta ilegal ambulante “gane” la playa.
El sábado, alrededor de las 14, dos grupos de vendendedores ambulantes se dieron cita en la playa de Mar de las Pampas y, aunque parezca increíble, se habían citado con antelación para disputar una pelea y así arreglar las diferencias. El motivo: “territorio”.
El lugar pactado fue la playa a la altura de la calle Virazon, en inmediaciones del balneario El Soleado, al que algunos denominan el más top del partido de Villa Gesell.
Testigos confirmaron que hasta allí llegaron dos grupos de entre 10 y 15 personas cada uno. Unos estaban identificados con remeras de una de las fábricas de churros y los otros no.
En sus manos no llevaban las clásicas canastas con churros, sino que tenían facas, cuchillos y cadenas; elementos que utilizaron para golpearse entre sí.
Obviamente la disputa trajo consecuencias: heridos, con cortes en distintos partes del cuerpo, y golpes recibidos con distintos elementos contundentes.
En medio de la batalla “tumbera”, los turístas corrieron desesperados. Un guardavida de la zona confirmó a Minuto G que niños se perdieron de sus padres, a raíz del desmadre registrado.
Un turista que allí estaba en el momento del desmadre, indicó que cuando llegó la policía ya todo había terminado, solo quedaban los heridos que tuvieron que ser hospitalizados.
Antecedentes y motivos
No es la primera vez que se registran hechos violentos entre los vendedores de Mar de las Pampas.
Fuentes policiales señalaron que semanas atrás fue denunciado por una persona el ataque de otro sujeto con arma blanca.
Ambos vendedores ambulantes, que presentaban “diferencias comerciales”. Pero ese no fue el único antecedente.
A los pocos días, otro enfrentamiento, esta vez un tanto más numeroso, que dejó los ánimos caldeados y habría desembocado en esta pelea registrada el sábado por la tarde. En todos los casos, los motivos fueron dos: “Precios y territorio”.
Las masas dirimen sus problemas a través de pleitos violentos, cuando el estado no está presente. Cuando el estado no está todo se ajusta a la “ley de la selva”.
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