Tras un domingo agridulce, publicó una carta a modo de lanzamiento. Hasta este martes, había presentado nombres en una decena de distritos. En su equipo aseguran armados en todos lados.
Por César Pucheta
“Pudimos en Córdoba, podemos en Argentina”. Ese es el título de la carta pública de dos carillas que el gobernador cordobés, Juan Schiaretti, colgó en sus redes sociales, este martes, para dar comienzo a su campaña presidencial. No lo dirán en su entorno y tal vez no se sepa nunca, pero “el Gringo” hubiese querido otro comienzo.
El domingo, en uno de los momentos más tensos del búnker oficialista de Hacemos Unidos por Córdoba, Florencio Randazzo y Diego Bossio se paseaban entre los funcionarios y dirigentes que intentaban contener los nervios frente a la carga de votos que no avanzaba y el esperado despegue de Martín Llaryora que no sucedía y dejaba con vida a Luis Juez, que este martes todavía sigue pidiendo que se cuenten todos los votos antes de reconocer el triunfo del cordobesista.
Con sondeos de boca de urna que anticipaban ventajas de entre ocho y diez puntos a favor del intendente de la capital provincial, la foto de Schiaretti, Randazzo y Bossio celebrando juntos hubiese sido una foto ideal, pero eso no sucedió. Los votos nunca terminaron de contarse, Llaryora subió sin Schiaretti al escenario y los socios del AMBA de Hacemos por Nuestro País, el frente con el que el cordobés busca llegar a la Casa Rosada, se volvieron silbando bajo.
El armado
A tres días del cierre oficial para la presentación de listas, el armado que lidera el gobernador de Córdoba mantiene niveles de penumbra al menos llamativos. Desde hace semanas, todas las partes que lo componen aseguran que los brazos de Hacemos por Nuestro País se iban a extender por todas las provincias argentinas. Sin embargo, los nombres oficializados se enumeran a cuentagotas y las provincias se suman con demasiada parsimonia. “Tengan paciencia”, es una de las frases más repetidas por parte de los armadores cada vez que les consulta al respecto. A pesar de esto, fue Bossio el encargado de comenzar a correrle el velo al misterio el martes por la tarde.
Sin duda el armado más fuerte y con posibilidades de mayor proyección es la lista cordobesista en su provincia de origen. Allí encabezan la nómina el diputado Carlos Gutiérrez y la funcionaria municipal Alejandra Torres. Un hombre leal a Schiaretti y una mujer de la confianza de Alejandra Vigo, su esposa y senadora. Le siguen el titular de la Democracia Cristiana, uno de los sellos que facilitó la presentación del frente a nivel nacional, Juan Fernando Brügge; la Secretaria de Políticas para Personas Mayores del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia, Patricia Mojica; y el ministro de Seguridad cordobés, Julián López.
En la Ciudad de Buenos Aires, la nómina confirmada es la más extensa de todas, ya que completa los 13 casilleros en disputa. La encabeza Bossio y lo secunda la empresaria PyME especialista en Economía del Conocimiento Verónica Noemí Tenaglia.
En la provincia de Buenos Aires, donde el espacio no presentará listas para la contienda bonaerense, se confirmaron las candidaturas de Hilda “Chiche” Duhalde al tope de la nómina a la Cámara de Diputados, seguida por el presidente del Interbloque Federal, el lavagnista Alejandro Topo Rodríguez, y la docente y contadora Mónica Biasone. Para el Senado, la dupla la integran la excamporista Rocío Giaccone y Martín Palma.
En Santa Fe, la lista está encabezada por el secretario de relaciones internacionales del Partido Socialista, Esteban Paulón, la nadadora y periodista deportiva Vanesa García, y el productor agropecuario Nicolás Lungo.
El socialismo tiene un protagonismo importante en los armados de todo el país, no sólo por su poder territorial sino por la cercanía de uno de sus tejedores nacionales, Matías Chamorro, con el gobernador que quiere ser Presidente. De hecho, el legislador provincial del cordobesismo transversal ha funcionado como uno de los principales puentes de diálogo entre Schiaretti y la conducción nacional partidaria a cargo de Mónica Fein.
Con referentes en las listas de todo el país, el socialismo también encabeza en San Juan, con Lisandro Nahuel Cárdenas como precandidato al Senado y Sebastian Pelayes para Diputados; y en Corrientes, donde deberá dirimir una interna en las PASO con representantes del Partido Demócrata Cristiano. Allí, el PS lleva una lista encabezada por María Hilda Almada, mientras que la aspirante demócrata es Elvira Miranda.
El frente antigrieta también suma listas en Mendoza, con Raúl Mercau a la cabeza; en Jujuy, donde Agustín Perassi abre la boleta para el Senado y Hugo Horvath para la Cámara baja. Marisa Nóblega y Gustavo Moya lideran la nómina para Diputados en Catamarca; y Federico Bilota y Marisa Fontona intentarán convertirse en candidatos para la misma Cámara por Tierra del Fuego.
Un caso particular sucedió en Salta, provincia en que otro de los socios del espacio, el autonomismo, había presentado una lista encabezada por Lucio Paz Posse. En las primeras horas de la semana dio de baja su candidatura. En la presentación del fin de semana también se habían inscripto Lorena Flores, Héctor Nieva y Sandra Ardiles.
La carta
En la carta de este martes, Schiaretti habla de “la Argentina que soñaron nuestros abuelos y nuestros padres" y "nos llenaba de orgullo por la calidad de su sistema educativo, por su floreciente clase media, por el dinamismo de su campo y sus industrias”. Además, batalla contra la grieta y la culpa de “una larga crisis que ya acumula 12 años de destrucción de nuestras capacidades y nuestra autoestima”. La define como “una nueva década pérdida que nos está devorando como país y como nación”.
Como no podía ser de otra forma, Schiaretti habla de Córdoba, la provincia que gobierna de modo continuado desde 2015 y que ya había comandado entre 2007 y 2011, justo el punto histórico donde ubica el inicio de la lógica con la que busca terminar y que marcó el quiebre entre el peronismo mediterráneo y el peronismo nacional. “Del conflicto con el campo hacia acá, la Argentina solo parió males. Familias y amigos divididos. Geografías partidas. Un país a la deriva”, asegura.
“Por ello, sostengo que la salida no es ni puede ser profundizar esta lógica del antagonismo, la impotencia y la autodestrucción. La salida no son los extremismos. Los extremismos sólo pueden conducirnos a más crisis y más destrucción del capital económico, social y humano del país. Ninguna nación sale de un pozo cavando”, agrega y comienza a enumerar los hits del gobierno que lo tiene como protagonista y que quiere exportar como modelo a todo el país.
Como se dijo, el lanzamiento digital de la candidatura presidencial de Schiaretti seguramente no fue el Plan A del cordobés que meses atrás auguraba una gran interna de cuatro cinco postulantes en las primarias de un frente antigrieta que hoy lo tiene como único postulante.
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