Lamenté como nunca no haber podido estar físicamente en Belgrano, en la celebración del PAIPPA. Pero Dios sabe que espiritualmente allí estuve, acompañando a Gildo y a los paipperos.
El discurso de Gildo, como siempre, fue brillante. Y permítanme aún a riesgo que me tilden de obsecuente, calificarlo quizás, como uno de sus discursos más enjundiosos.
Pero creo que, con seguridad, ha sido el que mejor ha sintetizado estos 20 años de su gestión, y todo el modelo formoseño de proyecto provincial.
Y de su profusa y doctrinaria elocución, tanto en el pantallazo de la ubicación internacional, nacional y regional, como en la brillante síntesis de los logros principales de la ejecución de aquellas promesas de 20 años atrás, no puedo sino rescatar, y quedarme, como formulación central, con el concepto de rescate de la identidad provincial y la autoestima de los formoseños.
Me siento pues, orgulloso de haber participado, siquiera en una mínima parte, en este modelo formoseño de proyecto provincial, con el cual soñábamos en la década del 80’ y que incluyéramos en la Constitución Provincial del 90’/91’.
En aquellas oportunidades, solía escribir que era tiempo que aflorara el modelo formoseño de proyecto provincial que cada formoseño tiene dentro suyo, y Dios permitió que en 1995, apareciera Gildo Insfrán para interpretarlo, para conducirlo y ejecutarlo.
“20 años no es nada", dijo Gildo, pero fue el tiempo necesario para garantizar que las futuras generaciones, encontraran gran parte del camino andado.
A ellos seguramente les corresponderá seguir por este claro rumbo para enfrentar y superar las tribulaciones que la propia evolución de la humanidad somete a los países, a los pueblos, y lógicamente, a las humildes provincias como Formosa.
Nuestra mayor grandeza para enfrentar los problemas, seguirá siendo pues el reconocimiento de nuestra identidad, y la auto-estima de todos los formoseños.
Juan Carlos Díaz Roig
Diputado nacional- FpV- Formosa
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