Distendido como siempre, Juan Manuel Urtubey rompió el hielo antes de que empiece la entrevista, con un chiste que sólo buscaba ser para sus colaboradores, pero que BigBang pudo escuchar: vine a New York a ver dónde está Stiuso, bromeó. No lo quiso repetir durante la entrevista, pero eso se escuchó antes de comenzar. El Gobernador, por lo bajo, se ríe del inexplicable interés oficial por el paradero del ex Jefe de espías de la Side.

El gobernador de salta es muy crítico del reciente papel de Cristina Fernández en la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde calificó de hipócrita a Obama. No me gustó el discurso, dispara Urtubey, cada vez menos K.

Fue de los 60, ideologizado y sin sentido, se lo escuchó repetir esta semana ante la consulta de otros gobernadores, también sorprendidos por la virulencia contra los Estados Unidos del último discurso de la mandataria.

Consultado por ausencia de Scioli en la comitiva oficial, Urtubey planteó que tienen agendas diferentes, la Presidenta como Jefa de Estado y el gobernador como candidato con vistas a las elecciones de octubre.

Además, se mostró consciente de la necesidad de convencer a inversores de este país de que -a partir del cambio de gobierno- ayuden a la Argentina a mejorar el congelamiento de la economía, el crecimiento nacional y las inequidades de las economías regionales.

Completamente desinhibido, Urtubey contó que trabaja en acuerdos bilaterales de financiamiento para Daniel Scioli y se alejó rotundamente de las políticas kirchneristas. Hay que pagarle a los fondos buitre después del 10 de diciembre. Es la única manera de que nos prestan a tasas que no sean irrisorias, sorprendió.

Necesitamos financiamiento para crecer. Estoy trabajando para eso, pero primero hay que ordenar algunas cosas puertas adentro, confió, en lo que fue un marcado mensaje para algunos funcionarios.