Ser padres en tiempos de Javier Milei: el costo de crianza aumenta más que la inflación

Ser padres en tiempos de Javier Milei: el costo de crianza aumenta más que la inflación

El costo de la canasta de crianza ascendió en octubre a los 479.000 pesos para el grupo etario que va de los 6 a los 12 años.

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SEBASTIÁN PREMICI

El costo de la canasta de crianza ascendió en octubre a los 479.000 pesos para el grupo etario que va de los 6 a los 12 años. En la comparación mensual, registró un incremento de 3,9% mientras que desde diciembre del año pasado, su valorización saltó un 97%. La canasta incluye tanto el costo mensual para adquirir los bienes y servicios para el desarrollo de infantes, niñas, niños y adolescentes, así como el costo de cuidado que surge a partir de la valorización del tiempo requerido para dicha actividad.

El índice de crianza fue ideado desde el área de género del Ministerio de Economía en 2023, con el objetivo de medir el impacto de la suba de precios en bienes y servicios, pero también el tiempo dedicado al cuidado de los hogares donde habitan menores y en los que suelen ser las mujeres las únicas personas a cargo.

Para el cálculo del costo de los bienes y servicios para el desarrollo de infantes, niñas, niños y adolescentes se toma el valor mensual de la canasta básica total (CBT) del Gran Buenos Aires (GBA) que difunde todos los meses el INDEC para la medición de la pobreza. Dentro de la CBT se incluye tanto el costo de adquisición de los alimentos necesarios para cubrir los requerimientos energéticos mínimos, como el de los bienes y servicios no alimentarios (vestimenta, transporte, educación, salud, vivienda, etcétera).

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El costo mensual para adquirir los bienes y servicios esenciales para la crianza de grupo de menores que va de los 6 a los 12 años se ubicó en los 227.975 pesos, mientras que, en el caso de los recién nacidos, la canasta se ubicó en los 111.000 pesos.

Por otro lado, para la estimación del costo del cuidado de infantes, niñas, niños y adolescentes se considera, en primer término, el tiempo teórico requerido de cuidado para cada uno de los tramos de edad. A su vez, las horas de cuidado se valorizan tomando la remuneración de la categoría “Asistencia y cuidado de personas” del Régimen Especial de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares.

En esta línea, el costo de los cuidados para los menores de un año se valorizó en los 276.000 pesos, mientras que para el grupo etario que va de los 6 a 12 años, su valorización llegó a los 251.000 pesos.

A modo de conclusión, la canasta vinculada a los bienes y servicios esenciales para la crianza, sumado a las horas necesarias para llevar adelante las tareas de cuidado, se llegó a una canasta total valorizada en los 479.000 pesos (grupo etario de 6 a 12 años), cuando hace un año se ubicaba en los 187.000 pesos. El incremento interanual fue del 156%.

El índice se creó para que el Estado pudiera diseñar políticas públicas vinculadas a los cuidados de los hogares, teniendo en cuenta que en el país existen 1,5 millón de hogares monomarentales, en los que viven cerca de tres millones de personas entre los 0 y 12 años. Según el relevamiento realizado por el Ministerio de Economía junto a la CEPAL durante 2023, el promedio de ingresos en este tipo de viviendas resulta ser un 19% menor que en aquellos lugares donde conviven dos adultos y los menores de edad.

El índice también se creó para pensar en las mejores políticas públicas destinadas a mejorar las condiciones de vida de los niños, niñas y adolescentes, todo lo contrario a lo que viene ejecutando la administración Milei.

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El nivel de fragilidad social que atraviesa Argentina como consecuencia de las políticas neoliberales que irrumpieron en el país hace ya casi cinco décadas, se ha profundizado velozmente en los últimos meses, impactando una vez más sobre las condiciones de vida de las infancias y juventudes.

Es en este marco que debe entenderse el salto experimentado en los niveles de pobreza y hambre que afectan a los chicos y chicas de todo el país. Los resultados del primer semestre 2024 indican que el 67,1% de niñas, niños y adolescentes (casi 9 millones) son pobres en Argentina, diez puntos porcentuales más que en el primer semestre 2023. Por su parte, la indigencia llegó a nada menos que 27,3% entre los menores de 18 (3,6 millones de personas), casi duplicándose en el mismo período.

En esta línea, Unicef arrojó un dato dramático para este conjunto poblacional. Producto de las políticas de ajuste presupuestarias y licuación de ingresos, las familias debieron restringir consumos esenciales: casi una cuarta parte de los hogares dejaron de comprar medicamentos y un tercio redujo los controles médicos y odontológicos.

“La insuficiencia de ingresos que afecta actualmente a casi siete de cada diez chicas y chicos se agrava cuando confluye con privaciones de carácter estructural como las que experimenta gran parte de las infancias en sus condiciones habitacionales, ya sea porque habitan en viviendas con materiales de calidad insuficiente, en condiciones de hacinamiento y/o sin acceso a un saneamiento adecuado, entre otras dimensiones”, puede leerse en un reciente informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), que coordina Claudio Lozano.

A partir de los datos disponibles de la Encuesta Permanente de Hogares, el IPyPP pudo determinar algunas de las carencias estructurales vinculadas a los menores de edad. La canasta de crianza impacta de maneras diferentes según las condiciones estructurales donde se resida.

* Condiciones habitacionales: casi el 30% de los menores de 18 años reside en viviendas cuya calidad de los materiales es insuficiente (11,6%) o parcialmente insuficiente (17,8%). Ello implica que viven sin las condiciones elementales de habitabilidad, en función de la durabilidad, el aislamiento y la resistencia que presentan los materiales de pisos y techos de sus viviendas.

* Hacinamiento: Alrededor del 7,6% de los menores de edad viven en situación de hacinamiento crítico (más de 3 personas por cuarto) y 28,8% en hacinamiento moderado (de 2 a 3 personas por cuarto). Este indicador da cuenta de las dificultades que experimentan estos hogares para generar un entorno apto para el estudio, la privacidad y la salud.

* Saneamiento: Uno de cada cinco menores de 18 años habita viviendas con saneamiento inadecuado. El INDEC define a los hogares con saneamiento inadecuado como aquellos que no poseen baño; lo poseen fuera del terreno; comparten el baño con otros hogares; no tienen un desagüe a la red pública (cloaca) ni tampoco a cámara séptica y/o el baño no tiene descarga de agua.

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