El ex gobernador Carlos Reutemann seguía internado en una sala de terapia intensiva en el sanatorio Santa Fe con un cuadro que se complicó en las últimas horas por fiebre y una infección. “Su pronóstico es reservado”, dicen los dos partes médicos que se conocieron ayer. Sus dos hijas, Cora y Mariana, ya estaban en viaje hacia la capital de la provincia, según dejaron trascender en la familia que en las últimas horas recibió muchos llamados para interiorizarse por la salud del Lole. El gobernador Omar Perotti -ya a principios de mayo cuando Reutemann demandó un traslado en helicóptero a Rosario y una internación de urgencia en el sanatorio Parque- se puso a disposición de sus familiares y pidió que lo mantuvieran informado. Ayer, el juez de la Corte Suprema de la Nación Horacio Rosatti expresó en un mensaje muy afectuoso su aprecio a quien acompañó como secretario general de la Gobernación en su primer mandato en los ‘90 y lo mismo hicieron su primo, el ministro de la Corte Suprema de la provincia Rafael Gutiérrez y el jefe del bloque de diputados peronistas Leandro Busatto, entre otros.

El fin de semana, Reutemann se tuvo que internar por segunda vez en el Sanatorio Santa Fe para una mejor atención, pero el martes a la tarde un “cuadro febril con repercusión en su estado general”, obligó a pasarlo a la unidad de cuidados intensivos. “Su pronóstico es reservado y se continúan realizando estudios diagnósticos”, explicó el doctor Sebastián del Pazo, jefe del Departamento Clínico, en el primer parte médico, a las siete de la mañana.

Alrededor de las 13 se conoció el segundo informe. Reutemann es tratado por “un cuadro de anemia, hipoalbuminemia, infección e inestabilidad hemodinámica. El pronóstico está condicionado por sus patologías preexistentes: hepatopatía crónica, hipertensión portal de larga data e insuficiencia hepática”.

“El cuadro actual representa una complicación más que se suma a la hemorragia digestiva que motivó su reciente internación a principios de mayo”. Y “debido a la complejidad del cuadro, se encuentra bajo monitoreo continuo y se siguen realizando estudios diagnósticos con pronóstico reservado”, agregó.

El 12 de abril Reutemann cumplió 79 años. El 5 de mayo ingresó al Santa Fe por un cuadro de anemia, derivado de un problema en su sistema digestivo. Y tres días después, el 8 de mayo, fue derivado al Sanatorio Parque de Rosario, donde logró una notable mejoría. Le dieron el alta el 21 de mayo. El domingo últimó tuvo que regresar nuevamente al sanatorio local, donde cursa la internación en la sala de cuidados intensivos.

“Fuerza papá querido”, escribió ayer Cora Reutemann en las redes, con dos manos en rezo. Antes había publicado una foto de su infancia, rodeada de su padre y su madre y muchos regalos: “Tiempos felices”.

Cora y Mariana ya se reencontraron con Lole el último fin de semana, pero ante la recaída del ex gobernador tenían previsto regresar en las próximas horas, según dijeron integrantes de la familia. “Mi padre es y siempre será un gran luchador. Fuerza Lole”, enfatizó Mariana, quien el lunes había pedido el “mayor de los respeto y oraciones para este momento delicado que está viviendo” Reutemann.

“Si bien mi padre es una figura pública, no se olviden que antes de todo es mi padre. Y les pediría el mayor de los respetos y oraciones en este momento delicado que está viviendo. Gracias a todos por el apoyo y el cariño hacia él. ¡Fuerza Lole!”.

El 25 de marzo último, poco antes de su cumpleaños 79, Reutemann cumplió con su turno para vacunarse contra el covid en el centro que funciona en la Esquina Encendida. No se bajó del auto, recibió la Sputnik V en el asiento de acompañante. Y aún así generó el revuelo entre quienes lo reconocieron, expresaban su cariño o intentaban acercarse para la foto. Era su segunda salida a la calle desde el 20 de marzo de 2020, cuando llegó la primera ola de la pandemia y se recluyó en su casa en el barrio de Guadalupe, junto con su esposa Verónica Ghío.