Lo anunció el propio sacerdote durante la homilía en la misa celebrada ayer ante la comunidad de Campo Gallo. La novedad causó tristeza en los fieles.
Si bien no existe fecha establecida, el carismático sacerdote que ganó fama por su lucha contra las drogas en la Villa 11-14 de Buenos Aires tendría en mente dejar la ciudad cabecera del departamento Alberdi y en su lugar quedaría el padre Joaquín Giangreco, miembro del equipo conocido como “curas de la villa”.
Precisamente, fue Giangreco quien confirmó en primer término a EL LIBERAL esta “posibilidad muy grande” de que el padre “Pepe” deje Santiago del Estero, aunque aclaró que “no necesariamente esto significa que habrá una desvinculación con Campo Gallo, porque la idea es seguir trabajando como un equipo, con los mismos objetivos y el mismo estilo”.
Más tarde el propio padre Di Paola confirmó telefónicamente que “tiene un cariño muy grande por Campo Gallo, por todo el trabajo realizado y que se seguirá haciendo”, aunque admitió que regresará a trabajar en la villa donde se hizo famoso.
“No hay un plazo para la partida, puede ser en diciembre o dentro de un año. Existen muchos factores que influyen, pero es cierto que existe una gran posibilidad de que el padre Pepe se vaya, y en su lugar voy a seguir con el trabajo ya iniciado en esta comunidad, de la misma forma y siempre como parte del equipo de curas de la villa. En realidad no habrá un cambio, porque compartimos el mismo criterio”, explicó Giangreco.
De todas formas, el padre Giangreco admitió que la noticia tuvo una fuerte repercusión en la comunidad de Campo Gallo, que percibió claramente los cambios conseguidos en estos dos años de trabajo del padre Pepe, con la creación de grupos scout, la integración de jóvenes en la actividad religiosa y la lucha contra las adicciones, además de la organización de grupo sociales para la generación de proyectos.
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