Pese a ser el anfitrión de la cumbre, el gobernador se enteró casi en directo de que el Gobierno nacional podría postergar hasta junio o julio, o hasta que se apruebe la Ley Bases y el paquete fiscal, el pacto del 25M en Córdoba. Desde El Panal pidieron a la Nación no improvisar. La reivindicación que no fue.
Por Bettina Marengo.
En una admisión de su escaso poder parlamentario y con la deserción de al menos seis gobernadores, el presidente Javier Milei cambió de opinión y dejó en offside al cordobés Martín Llaryora sobre la urgencia y lo innegociable del Pacto de Mayo. Luego de haber asegurado que iba a haber firma y foto en Córdoba el 25M con o sin sanción de la Ley Bases y del paquete fiscal, el libertario ayer sostuvo lo contrario, y admitió que todo puede postergarse hasta “junio o julio” o hasta que sus iniciativas legislativas sean aprobadas en el Congreso.
Llaryora lo supo casi en vivo, cuando el ministro del Interior, Guillermo Francos, deslizó resignado a una radio porteña la posibilidad de la postergación frente a la extensión de los tiempos en el Senado de la Nación, donde aparecieron en sectores dialoguistas y opositores objeciones a la media sanción votada en Diputados respecto al RIGI, al blanqueo de capitales, y a la reforma previsional, entre otros puntos. En esa revisión juega la senadora peronista Alejandra Vigo, que a diferencia de Luis Juez y Carmen Alvarez Rivero, los senadores por el PRO prometió gobernabilidad pero con retoques a las leyes. Lo concreto es que tras la frase de Francos y luego del homenaje al fallecido expresidente Carlos Menem realizado en la Casa Rosada, Milei avaló lo dicho por su ministro. “Las reformas estructurales las vamos a hacer”, manifestó. Todo muy confuso, porque en el medio, el vocero presidencial afirmó que “no hay chances de que no ocurra” la cumbre de mayo en tierra mediterránea.
Sin ocultar su desconcierto, el cordobés reprochó la improvisación. Pidió al gobierno nacional que baje “el nivel de improvisación” y dijo que “a siete días” del evento, “no podemos estar a esta altura si lo hago o no lo hago, si vengo o no vengo. Faltan muy pocos días”. El gobernador estaba en el departamento Unión, donde hizo una recorrida, y desde allí habló con Radio Rivadavia. “Pienso que se tendría que hacer igual con aquellos que quieran venir. Condicionar el Pacto de Mayo a la Ley Bases no tiene sentido”, manifestó.
La Provincia y la Justicia de Córdoba habían puesto a disposición de la secretaria general de la Gobernación, Karina Milei, el salón de los Pasos Perdidos de Tribunales I para la ocasión, y el sanfrancisqueño había ratificado la noche anterior en un canal de Buenos Aires que estaba firme para colaborar con la concreción del llamamiento refundacional de Milei, al que calificó de “punto de partida” de reformas necesarias que todo “gobierno moderno” tiene que hacer, para luego dejar correr los matices políticos. La férrea defensa cordobesista del ahora dudoso pacto -en los días previos se habían turnado la vice Myrian Prunotto y su ministro de Gobierno, Manuel Calvo en la misma línea- no fue casual, sino que fue una estrategia diferenciadora del portazo que dio el bonaerense Axel Kicillof, quien rato antes había confirmado que no vendría a Córdoba el 25M porque el Presidente no le está transfiriendo a su provincia los recursos que le corresponden, demanda que bien le cabría a Llaryora. “Hubiera concurrido si se dignaran a dar lo que corresponde", se quejó el peronista, que hoy mostrará una foto fuerte junto a su par de Chubut, el PRO Ignacio Torres, en el marco de un acuerdo de colaboración mutua. (NdelaR: la reciente juntada amigable entre el santafesino Maximiliano Pullaro, de la UCR, y el diputado kirchnerista con origen radical Leandro Santoro, en la provincia del primero, es tal vez una muestra de que la grieta con el peronismo nacional es hoy una rigidez limitante para el llaryorismo).
Como sea, la noticia es mala para el jefe del Ejecutivo provincial. La posible suspensión del pacto de mayo en la que había puesto esperanzas de “reivindicación” frente al mayoritario electorado de Milei tras haber sido acusado por Milei de causante de la caída de la primera versión ómnibus, lo deja sin una foto potente como anfitrión de la movida y sin la vidriera nacional que hoy no tiene, acuciado por la gestión. A diferencia de Luis Juez, que se jactó en radio Pulxo de haber cenado la noche anterior con el Presidente y tener un almuerzo previsto para hoy, el jefe del Panal dejó expuesto de que no tiene vasos comunicantes activos con Casa Rosada o que al menos que no tuvieron en cuenta de que era importante avisarle al anfitrión sobre el cambio de planes.
Comentá la nota