Magario e Insaurralde, que estaban distanciados, se mostraron juntos. Preparan cumbre con Máximo K. ¿Quiere reelegir por Buenos Aires?
La brecha más profunda del peronismo territorial se cerró. Verónica Magario y Martín Insaurralde, alcaldes de Matanza y Lomas de Zamora, distanciados -o enemistados- desde hace rato,sellaron un pacto de no agresión.
Además de controlar dos territorios inmensos y superpoblados, Magario e Insaurralde rankean entre las figuras más taquilleras del universo PJ. Por eso, sus nombres aparecen en la ruleta de candidatos bonaerense para 2019.
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Los intendentes se mostraron juntos, este jueves, en La Plata al frente de un pelotón de dirigentes, montados a una agenda incendiaria: la inseguridad. Volverán, pronto, a coincidir en otra foto.
Intendentes del PJ en la legisaltura bonaerense
El próximo encuentro, confiaron desde el PJ a Clarín, podría incorporar a un tercer pasajero: Máximo Kirchner. El diputado por Santa Cruz tiene diálogo fluido con Insaurralde y con Fernando Espinoza, con quien se ve en Diputados.
Una hipótesis que circula entre peronistas del conurbano arriesga que Máximo quiere reelegir como diputado por Buenos Aires y que eso explica que se haya instalado en Capital y viaje muy poco a Santa Cruz, su provincia.
El hijo de la ex presidente y jefe de La Cámpora fue electo en 2015 por lo que su mandato termina el año próximo. Los voceros K minimizan esa versión y dicen que no es momento de hablar de candidatos ni de Cristina.
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El pacto Insaurralde-Magario, que además apunta a ganar centralidad luego del protagonismo que trata de tener Gustavo Menéndez como jefe del PJ, parece suturar la distancia, real o simulada, entre dos bloques peronistas.
El eje Lomas tuvo, siempre, buen diálogo con Federico Salvai -jefe de Gabinete de María Eugenia Vidal- y ha expresado al peronismo dialoguista. Magario, como Unidad Ciudadana, expresó la línea de opositor más intensa.
La confluencia de esos dos terminales, apadrinada por Cristina de Kirchner y con la pauta de incorporar como tercera pata al peronismo K, proyecta la idea de una unidad para enfrentar a Cambiemos en el 20'19.
Verónica Magario y Martin Insaurralde
"Macri se viene cayendo hace rato pero ahora se empezó a caer Vidal", sintetiza un operador peronista que promociona el pacto Magario-Insaurralde como un indicio de que el peronismo, que ensaya unidades amplias, empieza a mirar con otros ojos las elecciones del año próximo.
Es, claro, climático. Unas pocas semanas atrás, en el PJ bonaerense hacían apuestas sobre quien podría animarse a ser candidato contra Vidal sabiendo que esa era una batalla condenada, de antemano, a la derrota.
Eso todavía no cambió pero los cálculos ponen en el horizonte la variable de que la situación del gobierno se siga deteriorando al punto que también perfore a Vidal que, incluso en las mediciones que contrata Unidad Ciudadana, aparece con niveles de apoyo superiores al 55%, al menos 15 puntos por encima de Macri.
En el PJ detectan, además, otras señales como la decisión de Vidal de habilitar una tregua con Magario, decisión que se cristalizó el miércoles con una reunión entre la intendente y el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo.
Verónica Magario y Cristian Ritondo (Foto: Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires)
Ritondo la recibió junto al jefe del Bonaerense, Fabián Perroni. La charla fue buena y con un puñado de promesas de trabajo compartido. "Tenemos que trabajar juntos sino perdemos los dos", sintetizaron en La Plata el clima de la reunión.
En el PJ se tradujo en clave política porque ha sido pésima la relación entre el gobierno provincial y el matancero.
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