La empresa EDECAT, administrada por un directorio nombrado por el gobernador Brizuela, y el Ministerio de Obras y Servicios Públicos, volvieron a cruzarse con la crisis energética como marco. Fue luego de que el ENRE pidiera a la distribuidora que explique cómo afrontará el alto consumo del verano, ahora que se quitaron los generadores que la Provincia alquilaba como refuerzo. EDECAT recurrió a su vez a Obras Públicas, para que contrate nuevamente equipos hasta completar los 13 megavatios que venían impidiendo el colapso de la prestación. El reclamo ingresado por nota el martes bastó para que desde el área que conduce Juan Acuña salieran contra la firma, recordando que, a pesar de que es gestionada por directores estatales y recibe subsidios del Gobierno, "es privada", y que, por lo tanto, es la única responsable de garantizar la provisión de luz.

El subsecretario de Servicios Públicos, Rafael Assante, fue más allá, y dudó de uno de los argumentos de la empresa para pedir el refuerzo: un aumento del consumo que rondaría el 18 por ciento en el último mes. El funcionario aseguró que en su área no conocen los números reales porque la distribuidora "no los muestra".

"EDECAT no puede mostrar números fidedignos, así que hay que creer lo que dicen en la empresa", disparó.

Sin embargo, admitió, en diálogo con Radio Ancasti, que "al sistema de energía no le sobra potencia; en ciertas circunstancias tiene deficiencias y restricciones". Y señaló que "el pico de energía más alto en lo que va del año se registró en julio, y en verano se prevé que se registre en diciembre".

Para el tercero del área, Eduardo Tomassi, director de Infraestructura Energética, el reclamo de la empresa directamente tiene "un trasfondo político", y dejó entrever que los directores estarían buscando trasladar a Obras Públicas la responsabilidad por las fallas en la prestación en los meses que vienen. En declaraciones, Tomassi dijo que con las estaciones transformadoras del sur y norte, más los generadores que compró la Provincia, no debería haber problemas.

VIEJA DISPUTA

Desde que el gobernador Brizuela del Moral decidió intervenir EDECAT, en 2008, y nombró cuatro directores para que la administren, hubo reiterados cruces entre la firma y el área de Obras Públicas por la competencia en el servicio energético provincial.

La empresa sostuvo que la Provincia debía completar una serie de trabajos y apoyar con grupos electrógenos el déficit de potencia por el consumo creciente. Y aseguró que de estas soluciones dependía la correcta prestación.

En Obras Públicas, sin embargo, la postura era que la empresa seguía siendo "privada", y que era exclusivamente su responsabilidad garantizar la calidad del servicio. Esto, a pesar de que el Gobierno subsidia a la firma y que financia muchos de sus gastos.

Los cruces también involucraron en algún momento al Ente Regulador de Servicios Públicos (ENRE), lo que motivó una dura crítica de Brizuela del Moral contra uno de sus directivos.