Otro año de alto voltaje político en el horizonte riojano

Otro año de alto voltaje político en el horizonte riojano

El país y La Rioja experimentan fuertes cambios políticos que deben ser tenidos en cuenta. La adaptación a un gobierno nacional de otro signo lleva un gran esfuerzo. La coparticipación nacional sigue en agenda.

 

El año que pasó fue rico en novedades políticas. En la provincia comenzó con la interna del Justicialismo y terminó en el inicio de un nuevo ciclo institucional en el país, con una característica inédita para el país: la pérdida de las hegemonías políticas, dato que enmarca las nuevas oportunidades que se abren en esta etapa.

Sergio Casas gobierna desde diciembre la provincia de La Rioja después de haber pasado un largo interregno entre la elección de julio y la asunción en el Ejecutivo en diciembre, no sin antes haber templado su figura política con la definición de su compañero de fórmula, Néstor Bosetti.

La definición tuvo más de decisión propia de su antecesor, Luis Beder Herrera que tanto antes como ahora mantiene una fuerte presencia en los resortes institucionales.

Si bien es corto el tiempo para evaluar la gestión el nuevo mandatario provincial, que cortará la racha de sucesivas reelecciones en la provincia, por ahora parece timonear el barco respaldado en los aciertos de la gestión que concluyó en diciembre y su propia impronta de apertura al diálogo hacia todos los sectores, internos y externos.

Sobre los ejes de su gestión han girado muchos de los anuncios realizados en los últimos días como el de atenuar el impacto del incremento de la tarifa eléctrica dispuesto por el gobierno nacional desde 1 de febrero, la buena relación con los gremios docentes que le permitió comenzar el día indicado las clases o el recientemente anunciado incremento salarial a los empleados públicos de la provincia, que a pesar de no ser demasiado, nadie se anima a rechazar.

En el escenario nacional, lidiar con un gobierno de un signo político adverso no está siendo fácil a pesar de la buena sintonía que parecen cultivar los funcionarios de ambas administraciones en cada encuentro que protagonizan. Si bien hasta ahora Casas no ha sufrido desplantes ni ha escuchado ningún no de la Casa Rosada, hay dilaciones que superan los compromisos.

Esto se evidenció el día de apertura de las sesiones ordinarias de la Cámara de Diputados, cuando el gobernador anunció la puesta en marcha de un Plan de Reactivación de la Obra Pública, con una inversión de más de 300 millones de pesos que se financiará con recursos propios, con un importante aporte del reestatizado Banco de La Rioja, que tiene más características de un plan de emergencia para evitar una abrupta caída del sector de la construcción ante certificados de obras que la Nación no paga desde septiembre, que de iniciativa propia.

Sin embargo la expectativa del gobernador está centrada en la discusión por el nuevo régimen de Coparticipación Federal, un duro debate y de difícil resolución que se vio obligado a abrir el presidente Mauricio Macri antes de lo previsto, por polémicas decisiones que a última hora tomó la ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner respecto del reparto de fondos con las provincias y que en estos primeros 100 días de gestiones afectaron hasta los recursos extracoparticipables que la provincia dejó de recibir con fluidez.

Sin embargo y para evitar mayores complicaciones, bajo el lema de que la provincia no puede sobrevivir sin la asistencia nacional, Casas con la cooperación de Beder Herrera y Teresita Madera, se esfuerzan por acompañar las decisiones trascendentales que el oficialismo nacional ha marcado como prioritarias para imprimirle otro rumbo al país y sanear la economía. Y aunque molesten algunas decisiones como el de las tarifas, el oficialismo riojano ya se manifestó a favor de respetar los compromisos que asumió frente a dos ministros que en estos meses pisaron tierras riojanas: Esteban Bullrich y Rogelio Frigerio.

Si bien Casas no es un hombre de un liderazgo marcado, también se ha preocupado desde antes de asumir por hacer notar particularidades de su carácter como el permanente llamado al diálogo, las invocaciones religiosas y la convocatoria a los sectores con los que en los próximos meses quiere constituir el Consejo Económico y Social para discutir el perfil productivo y económico, salarios y demandas emergentes de todo tipo, un cambio de estilo notable en estas tierras.

El fin de las tradiciones en los municipios

Si bien el intendente Alberto Paredes Urquiza no es nuevo en la política riojana, lo es el rol institucional que ocupa en la actualidad, tras 12 años de quintelismo que en meses pasó del protagonismo exclusivo en los temas de la ciudad al silencio absoluto.

El nuevo intendente también le puso su impronta a los primeros días en el Palacio Ramírez de Velazco en los que primó una descarnada interna con sus antecesores. No fueron ajenos a esta situación los servicios públicos que sensibilizan a los vecinos. La realidad pudo más que los relatos en la Capital, donde de a poco los grandes emblemas del quintelismo se fueron desvaneciendo con el correr de los días.

El colapso del sistema de recolección de residuos Easy, del que hizo gala Ricardo Quintela y sus funcionarios, inauguró la nueva etapa que de entrada quedó impregnada con la acumulación de basura en el centro de la ciudad y en los barrios en plena temporada estival. Con los camiones recolectores parados por falta de repuestos en el país para recomponer el servicio, el intendente se vio obligado a aceptar la ayuda del ministro de Defensa, Julio Martínez, para que el personal de Regimiento 15 de Infantería colabore con la recolección.

Para la polémica queda el futuro de un sistema que no le costó poca plata a la ciudad y que según las advertencias de Paredes Urquiza será sustituido por uno más práctico en el centro de la ciudad y que cuente con repuestos para sus unidades disponibles en la Argentina, aunque el sistema convivirá con el Easy que continuará en algunos barrios.

El tema transporte merece un capítulo aparte ya que después de la sinuosa relación que mantuvo con la gestión quintelista, la empresa San Francisco recibió a las nuevas autoridades con un problema latente con los choferes con los que no termina de formalizar una relación laboral estable. La falta de servicio fue una constante, que se profundizó a mediados de enero cuando las unidades dejaron de circular por las calles de la ciudad. Además la empresa ya avisó que en los próximos meses abandonará el contrato, a pesar de las gestiones ante las autoridades nacionales que le garantizaron la fluidez de los subsidios.

Ante este panorama la Municipalidad proyecta recomponer el servicio de transporte público fortaleciendo la empresa estatal Munibus y licitando las líneas que San Francisco deje desiertas. Lejos quedaron los días en los que los riojanos viajaban en unidades 0 km equipadas con aire acondicionado y con accesibilidad para personas discapacitadas.

El reclamo por la coparticipación municipal que se sancionó a las apuradas el año pasado en la Legislatura sigue siendo un tema de discusión en el oficialismo, pero con un perfil de menos exposición pública que años anteriores. Paredes no está conforme con la distribución a pesar de que durante la campaña se cansó de decir que no era necesario más dinero, sino optimizar y administrar mejor los recursos.

Tras los chispazos de diciembre, llegó el entendimiento con el gobierno provincial, por lo que Casas destinó a la Capital buena parte de las obras de asfaltado y bacheo que encaró en los últimos días el Ministerio de Infraestructura, sin colisionar con los intereses de los funcionarios locales.

El Concejo Deliberante es hasta ahora el talón de Aquiles del Paredismo que no logra armonizar una relación fluida con sus representantes y sumar adhesiones de los 9 ediles con pertenencia justicialista, para sostener un perfil definido en el recinto. La sesión en las que se derogó la Tasa Vial, como así también en la que se sancionó el Presupuesto 2016 a contramano del oficialismo, fueron un claro ejemplo de ello, ya que ninguno de los 15 miembros del cuerpo pudo dejar en claro las pretensiones del intendente en cada uno de los proyectos que no pudo sostener.

Aunque tardó en reaccionar, aparentemente el tema despertó interés en la elección de las autoridades del cuerpo en la que el paredismo pudo imponer a Raúl Larrain como vicepresidente primero, además de absorber a los ex quintelistas Warren Córdoba y Diego Narváez como nuevos aliados.

La situación evidencia también una relación al menos recortada con el viceintendente Felipe Álvarez que por momentos parece no formar parte del mismo equipo de gobierno que Paredes Urquiza.

Sin embargo, el escándalo entre los concejales Alcira Brizuela (PJ) y Enrique Cabrera (PRO) empañó el panorama municipal con polémicos audios y denuncias cruzadas donde se ventilan cuestiones vinculadas a la compra de voluntades para favorecer al oficialismo. Tremendo revuelo que obligó a los ediles a dar curso a pedidos de juicio político contra los protagonistas del suceso, aunque recientemente el representante del PRO decidió dejar la banca.

En el interior

La reforma constitucional de 2008 obligó a varios jefes comunales del interior a dejar sus aspiraciones reeleccionistas y delegar el cargo. Algunos pudieron consagrar a dirigentes amigos y otros en cambio tuvieron que entregar el municipio a viejos contrincantes.

Lázaro Fonzalida dio paso a Silvia Gaitán en Chilecito tras dos periodos consecutivos, que completaron cuatro mandatos del médico en la municipalidad de la Perla del Oeste y dejó de lado largos años de desentendimiento en el oficialismo local.

En este contexto los históricos que se retiraron de la escena departamental después de 12 años de mandato, fueron Marcelo del Moral de Castro Barros, Danilo Flores de San Martín, Hugo Páez de Felipe Varela, Tránsito Urbano de General Belgrano, aunque casi todo el pelotón de ex intendentes logró colarse en la Cámara de Diputados.

También dejaron la función municipal, aunque con un poco menos de años en ejercicio Juan de Dios Herrera de Independencia, Andrés Navarrete de Lamadrid e Ismael Bordagaray de Famatina. En tanto que los hermanos Cristina y Claudio Saúl -diputada provincial y ministro de Gobierno respectivamente- perdieron su bastión en Rosario Vera Peñaloza en manos de un candidato impulsado por la dupla Oviedo-Guzmán Soria.

Gustavo Minuzzi, también formó parte de la renovación, aunque involuntariamente. Además de ser relevado por Florencia López en la intendencia, a causa de denuncias judiciales por reiteradas faltas de rendiciones de cuentas en la municipalidad de Arauco los diputados le negaron el ingreso a la Cámara y lo declararon en “inhabilidad moral”.

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