En la puja por la Jefatura de la Ciudad, se espera que entre ambos sumen más de 75 puntos. Los arrastres de Macri y Cristina y el antecedente de Lousteau.
Una elección porteña más parecida a las de 2000 y 2011 que a las de 2007 y 2015. Con una particularidad que la hará única: por primera vez irá pegada a la contienda nacional. El comicio para jefe de Gobierno de este año se encamina otra vez para tener un alto grado de polarización y con una duda latente: ¿habrá balotaje?
Como a nivel nacional y provincia de Buenos Aires, la pelea en la Ciudad está concentrada entre los candidatos del oficialismo y la oposición K. Según las encuestas que circulan desde hace varias semanas, el actual jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta le saca amplia ventaja al postulante del Frente de Todos, Matías Lammens. La incógnita es si en octubre llega al 50% más un voto necesario para evitar la revancha.
Un primer parámetro habrá el 11 de agosto, en las PASO. En el PRO aseguran que sus números no dan aún panorama de triunfo en primera vuelta. "Si medís a Horacio solo, está en 49 puntos. Mauricio, solo, está en 41. Y cuando medís boleta completa, nos da 46. Este último es el número que vale para nosotros", dice a Clarín uno de los funcionarios que maneja la campaña porteña en Juntos por el Cambio.
Larreta apela a la historia para bajar expectativas. "Nunca en la Ciudad hubo un triunfo en primera vuelta", insiste ante este diario el jefe de Gobierno. El caso más cercano fue el de Aníbal Ibarra en 2000, cuando consiguió 49,31%. Un Domingo Cavallo descontrolado por sus 33,20% insistió durante horas que iría a la segunda vuelta. Luego recapacitó y se bajó.
La otra polarización que dejó a Mauricio Macri cerca del triunfo en primera vuelta ocurrió en 2011: 47,07% contra 27,87% de Daniel Filmus. Pero el candidato K decidió igual presentarse y se llevó la derrota más grande de la historia porteña: 64,25% a 35,75%.
En 2007 y 2015, en cambio, se dio otro escenario: el macrismo se mantuvo claramente como favorito, pero la incógnita estaba en el segundo puesto. En 2007, el mismo Filmus relegó a Jorge Telerman por unos tres puntos (23,75% a 20,68%), pero luego quedó lejos en el balotaje. En 2015, Martín Lousteau aventajó por menos de cuatro a Mariano Recalde (25,47% a 21,91%) y casi da la sorpresa en la segunda vuelta contra Larreta.
¿Larreta le teme a un bis? El asegura en que no. Con argumentos -¿deseos?- de posicionamiento político. "En 2015, Lousteau era un rival de centro. Si hubiese sido Recalde, le hubiésemos ganado más fácil. En 2007 fue al revés. Si el rival en vez de Filmus hubiese sido Telerman, habría sido más parejo". De ahí se entiende la definición del jefe de Gobierno para su contrincante actual: "Lammens es el kirchnerismo". ¿Lo es?
El aún presidente de San Lorenzo busca diferenciarse. Difícil, cuando tendrá a Cristina y el mismo Recalde en su boleta. "No soy ni kirchnerista ni anti kirchnerista", se presentó en público días después de confirmarse su candidatura. El objetivo es simple: intenta captar el voto progresista que le permita romper el techo K. Hacer la gran Lousteau.
Por su posicionamiento, podría darse una paradoja: que la figura de la ex presidenta en su sábana lo lleve a Lammens a superar a sus antecesores K como candidatos porteños y, a la vez, potencie tanto la polarización que lo termine consagrando a Larreta en primera vuelta.
"No creo que la gente esté pensando en cortar boleta entre Cristina y mi candidatura, la gente está pensando en qué salida construir para volver a tener esperanza. La gente está esperando soluciones frente a los resultados de Macri y de Rodriguez Larreta", responde Lammens a las consultas de Clarín.
Una consultora que mide habitualmente para el kirchnerismo no descarta que el jefe de Gobierno logre marcas históricas: "Para nosotros gana seguro en primera vuelta. Ya lo tenemos arriba de 50, no sería raro que termine en 54 ó 55. Y Lammens, pegado a Cristina, podría estar entre 28 y 30".
Los otros candidatos
Además de Larreta y Lammens, otros cinco candidatos pelearán en agosto por pasar el filtro de las primarias e ir a la generales para jefe de Gobierno. Son Matías Tombolini, economista, que entró a la política de la mano de Sergio Massa y ahora irá en la lista con Roberto Lavagna; Gabriel Solano, del Partido Obrero, por el Frente de Izquierda y de Trabajadores (FIT); el sociólogo Miguel Angel Forte, del Movimiento al Socialismo (MAS); Alejandro Fernández Roa, por El Movimiento, en el Frente Patriota, del nacionalista Alejandro Biondini; y la legisladora porteña y dirigente feminista Marta Martínez, por el partido de Luis Zamora, de Autodeterminación y Libertad.
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Originalmente, se habían anotado otros cuatro postulantespara pelearle el cargo a Larreta. Pero luego se bajaron o los bajaron: el doctor Miguel Angel Lacour, por la Democracia Cristiana; el radical disidente Miguel Angel Ponce, que quería una interna con Tombolini en Consenso Federal; el periodista Gabriel Bracesco, que se proponía por el Partido Autonomista Nacional, de José Romero Feris; y Mariquita Delvecchio, la propuesta de José Luis Espert para el distrito.
Por la ley porteña, en las PASO, los precandidatos a jefe de Gobierno no llevan a sus compañeros de fórmula. Aunque ya fueron anunciados: Larreta repite con el peronista-PRO Diego Santilli y Lammens va con la periodista Gisela Marziotta.
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