El tratamiento que anoche el Legislativo local le dio al incremento de tasas municipales, volvió a poner al descubierto las falencias del cuerpo. Fue una sesión confusa, desordenada y bochornosa, en la que algunos concejales no entendieron qué estaban votando. En conclusión, aprobaron el aumento aunque en porcentajes menores al propuesto por el intendente José Inza.
Después del polémico e inédito cuarto intermedio del lunes, el cuerpo retomó anoche la segunda sesión ordinaria que había quedado trunca cuando ese día el concejal oficialista Rodolfo Rancéz pidió tiempo para rever algunos de los aumentos de tasas que el propio Ejecutivo había determinado.
Fue un encuentro en el que por parte de algunos concejales primó el desconcierto, la falta de conocimiento de lo que se estaba votando, como así también carácter y cintura política para manejar la situación.
Antes de detallar lo que fue la bochornosa sesión, cabe señalar que había dos despachos: uno en mayoría firmado por Rodolfo Rancéz, Martín Laborda y Alicia Zubiría que reflejaba el pedido del Ejecutivo; y otro en minoría firmado por Juan Sáenz proponiendo aumentos inferiores. Fue éste el que se aprobó anoche tanto en general como en particular.
Comienzo complicado
La sesión arrancó pasadas las 20,15. Rodolfo Rancéz fue el encargado de retomar la palabra y lo hizo para volver a fundamentar el despacho en mayoría que ya había fundamentado el lunes, aunque esta vez detalló algunos aumentos que en la sesión anterior no había sabido detallar.
Dubitativo, por momentos poco entendible, hizo hincapié en que los incrementos de las tasas son una herramienta fundamental para que el Ejecutivo pueda llevar adelante las obras programadas y que “la gente pueda disfrutar de ellas”. Luego enumeró una serie de obras, para finalmente informar que luego de analizar con algunos otros concejales y con el secretario de Economía y Finanzas, Daniel Mujica, habían decidido modificar (bajar) tres de los aumentos propuestos por el Intendente.
Si bien quiso introducir ahí las modificaciones, fue Juan Sáenz (autor del proyecto en minoría), quien advirtió que el artículo 29 de la Ley Orgánica de las Municipalidades establece que una vez presentado un despacho no hay posibilidades de modificarlo sin antes estar aprobado. Es decir, se debía seguir con la votación de los dos despachos existentes y luego ver si se aceptaban cambios.
Pero Rancéz insistió con las modificaciones, apoyado en ese momento por el concejal Diego Colman, mientras Sáenz volvía a aclarar que no correspondía.
No obstante esto, el presidente del cuerpo, José Cordeviola, decidió someter a votación las dos mociones que a esa altura había: introducir las modificaciones al despacho de Rancéz o tratar los dos despachos originalmente presentados.
Pero antes de ir a los votos, Pablo Yannibelli pidió hablar y lo hizo extensamente como es su costumbre. Luego de una exposición de muchos minutos, lo que dijo fue que su bloque iba a votar aquellas medidas que no perjudicaran a los vecinos, advirtiendo que aún está sin tratamiento legislativo el presupuesto 2014.
Cruces
La sesión siguió, y la que pidió solicitó la palabra fue la concejal Cristina Croharé. Remarcó que cuando tomó conocimiento del despacho del oficialismo, le surgieron algunas dudas. “Las dudas no eran el porcentaje de aumento, sino cuál es la política que el Departamento Ejecutivo está llevando adelante a través de esta herramienta”, sostuvo, y dejó en claro su idea de que el aumento de tasas no debería ser solamente para recaudar, como dijo lo interpreta el secretario de Economía Daniel Mujica.
Muy crítica fue hacia ese funcionario y también hacia el bloque oficialista encabezado por Rancéz, y recordó y reconoció a los ex concejales Alejandro Lozano, Luis Conti y Carlos Bevacqua.
“El bloque “inzista” es aliado de la mala gestión”, apuntó y fue más allá al sostener que debería saber qué se defiende y para qué se defiende.
Luego remarcó que rechazaría los aumentos porque no tienen argumentación, proyecto ni “corazón”, para decir finalmente que la gestión de Inza “no es peronista ni del Frente para la Victoria”.
Obviamente, Rancéz levantó el guante tirado por Croharé y lo primero que se le ocurrió decir fue que la concejal “sigue con un rencor terrible”.
En un tono que antes no se le conocía, casi gritó que el Ejecutivo está llevando adelante políticas en beneficio de la ciudad pero que la edil “no ve”.
Posteriormente, se metió lisa y llanamente en cuestiones personales y familiares, cuando recordó que el esposo de Croharé -Héctor Pitluk- “quedó afuera de la gestión en forma dudosa” por un problema con la también concejal Alicia Zubiría. “Parece que sigue con rencor”, agregó.
Votación y confusión
Luego de dejarlo hablar, Cordeviola pidió a Rancéz no mezclar cuestiones personales en la sesión, pero se lo dijo después de que el concejal dijese todo lo que quería decir.
Y ahí, decidió pasar a la votación. Juan Sáenz, Erica Torena, Nancy Elichiri, Claudio Molina, Maya Vena, Rubén Laddaga, Cordeviola, Pablo Yannibelli y Ramiro Ortiz votaron afirmativamente por el despacho en minoría; mientras que Omar Seoane, Rancéz, Diego Colman, Martín Laborda, Alicia Zubiría y Hernán Bertellys votaron el despacho en mayoría. Por su parte, Cristina Croharé y Ulises Urquiza, votaron negativamente los dos despachos.
Pero la votación no fue sencilla. La mayoría de los concejales no sabía qué se estaba votando. Confusión y un desconocimiento total al reglamento, fue lo que reinó. Vergonzoso por donde se lo mirara.
Ante tan apabullante desconcierto, Cordeviola propuso un cuarto intermedio. La sesión se le fue definitivamente de las manos y no supo manejarla.
Tasa por tasa
No más de 10 minutos duró el cuarto intermedio. Cuando retomaron, siguieron las dudas. Habían votado los despachos en general y luego debían hacerlo en particular, esto es, tasa por tasa. Pero parecía que no lo entendían. Y realmente no lo entendían a juzgar por el desarrollo posterior de la sesión. Finalmente se pusieron de acuerdo en votar las tasas en disidencia, es decir aquellas en las que diferían los porcentajes de aumento entre el despacho de Sáenz que obtuvo la mayoría y la propuesta del Ejecutivo.
Como si algo le faltara al tratamiento, Rancéz arrancó su nueva participación confundiéndose de tasas. No había entendido cuáles debían tratarse. Cuando finalmente lo hizo, comenzó su defensa dubitativa, confusa, buscando papeles que no encontraba, pidiendo tiempo para poder organizarse.
Finalmente, ninguna de las propuestas del Ejecutivo expresadas a través de Rancéz logró los votos necesarios y el despacho en minoría de Juan Sáenz fue aprobado por mayoría tanto en general como en particular, estableciendo un incremento de tasas inferior al propuesto por el intendente José Inza.
Lo que siguió después fue el tratamiento de los ocho proyectos que también habían quedado. A partir de ese momento la sesión se encauzó y todos fueron aprobados.
EL DATO
Por segunda vez consecutiva, la concejal del Frente para la Victoria Estela Cerone estuvo ausente en la continuidad de la sesión de ayer, que comenzó a las 20.15 horas y terminó minutos antes de la medianoche.
TASA POR TASA, LO QUE APROBARON ANOCHE
Finalmente, el Concejo aprobó anoche por mayoría el despacho firmado por el concejal Juan Sáenz. Algunas de las tasas municipales que sufrirán aumentos, son las siguientes:
- Tasa por Recolección de Residuos, Limpieza y Conservación de la Vía Pública: 25%
- Fondo Municipal de Obras Hídricas: 30%
- Fondo Especial para Pavimento: 30%
- Tasa por Servicios Especiales de Limpieza e Higiene: 30%
- Tasa por Habilitación de Comercios e Industrias: $ 200
- Tasa por Inspección, Seguridad e Higiene: 10%
- Derechos de Oficina: 30%
- Derecho de Construcción: 30%
- Derecho Uso de Playas y Ribera: 50%
- Derecho de Ocupación o Uso de Espacios Públicos: 50%
- Tasa por Control de Marcas y Señales: 30%
- Tasa por Conservación de la Red Vial Municipal: 15%
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