La provincialización del hospital de San Vicente fue solo el primer paso de un plan del gobernador para fortalecer el sistema de salud transfiriendo centros sanitarios a la órbita bonaerense. Una estrategia que hace más de un año recoge apoyos y reticencias en los municipios. Argumentos de ambos lados, y el próximo anotado.
El caso del hospital Ramón Carrillo, de San Vicente, que dependía del municipio y hace pocos días pasó a ser gestionado por la provincia de Buenos Aires, es la punta de lanza de una estrategia que se propone llevar adelante el gobernador Axel Kicillof: la provincialización de un número de centros de salud de distintos distritos.
Hace más de un año que la idea se discute tanto en la administración bonaerense como en las propias municipalidades, con voces a favor y en contra. En el centro del debate está, claro, el tema presupuestario.
Ahora, por primera vez desde que se empezó a analizar el tema, ya no se trata de una idea teórica, sino de una realidad. Habrá que ver cómo modifica la realidad de San Vicente el traspaso del Carrillo a la Provincia (de lo que informaba diario Hoy en su edición del martes). Las autoridades bonaerenses son optimistas y el intendente, Nicolás Mantegazza, también.
Desde la Provincia señalan que hace falta “una armonización del sistema de salud” y que, si bien la tercerización de algunos servicios y el trabajo de los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) cumplen una buena función, “los hospitales provinciales están vinculados a las localidades y hacen que la atención sea más fluida y no le quede todo el peso al municipio”.
Es una apuesta fuerte de Kicillof, que tomó una inquietud de los gremios que representan a los trabajadores de la salud, con los que mantiene una relación no exenta de choques por los reclamos salariales, y que justamente sostienen que los municipios no tienen los recursos para mantener a los grandes nosocomios, con todo lo que eso implica para su personal.
Morón y Luján, en carrera
Por cierto, el avance de esta estrategia ya tiene a su próximo anotado. El intendente de Morón, Lucas Ghi, está en tratativas con el gobernador para avanzar en una posible provincialización del hospital municipal. “En principio sería un ahorro importante del presupuesto”, se entusiasmó el jefe comunal. Y no es para menos: mantener funcionando el centro de salud requiere la friolera de 2.000 millones de pesos anuales, que, hoy por hoy, salen del presupuesto municipal.
De todas maneras, el distrito seguiría teniendo a cargo los CAPS o “salitas”, en tanto que el hospital pasaría a manos de la Provincia. “Lo que nos interesa saber es si el vecino va a tener más prestaciones y mejor calidad” en la atención de la salud, dijo el intendente.
Otro municipio que firmó, ya hace casi un año, la carta de intención para la provincialización de su hospital es Luján. Hasta ahora no se ha avanzado en el proyecto, pero eso podría cambiar ahora que Kicillof impulsa la movida. El acuerdo con el gobernador lo suscribió el intendente, Leonardo Boto.
A favor y en contra
Hablando de intendentes, hay quienes están a favor de la iniciativa y otros en contra, como suele suceder en estas cuestiones. Lo interesante es que las posiciones no se alinean en términos partidarios.
Por ejemplo, el jefe comunal de Brandsen, Daniel Cappelletti (Juntos), no solo apoya la estrategia de provincialización, sino que señala que él mismo la venía impulsando hacía años. El también opositor Gustavo Perié, de Ramallo, dijo que a su municipio le vendría bien dejar el hospital en manos de la Provincia para tener más recursos propios. Aunque el director del centro de salud municipal, Guillermo Van Kemenade, dijo que se trata de “un proyecto no para ahora, sino para el futuro”, y que “hay que ver de dónde salen los recursos”.
En el Frente de Todos (FdT) son bastantes los que apoyan el traspaso. Por ejemplo, Francisco Echarren, que gobierna en el municipio de Castelli. Eso, a pesar de que recientemente pudo emprender un proceso de remodelación del hospital municipal (llamado Ramón Carrillo, igual que el de San Vicente), gracias a los fondos enviados por la Provincia.
Entre quienes se oponen a la provincialización se encuentra Héctor Gay, de Bahía Blanca (Juntos), quien señaló que en su ciudad ya existe un hospital provincial, además del municipal. Otros jefes comunales de la oposición apoyan proyectos para dar más autonomía a los municipios y creen que el traspaso de los hospitales a la Provincia iría en sentido contrario.
“Los que dicen que no están de acuerdo es porque temen que el hospital no tenga el pulso de lo que sucede en la localidad, en el territorio”, explicaron desde la Provincia. Pero señalaron que no tiene por qué ser así. “Tenemos el ejemplo del hospital El Cruce, un hospital modelo que se articula con los del primer nivel y funciona perfectamente”, dijeron.
Florencio Varela, un caso exitoso
Además, no es la primera vez que se da este proceso. El gobierno argumenta que las experiencias de provincialización ya concretadas han sido exitosas, y que no se verifica que el pase a la órbita provincial aleje a los centros de salud de la realidad del territorio.
Por otra parte, el proceso puede ser beneficioso para los municipios. Un estudio de las científicas Magdalena Chiara, Mercedes Di Virgilio y Ana Ariovich sobre las políticas de salud de la provincia de Buenos Aires entre 2003 y 2005 incluye un análisis sobre la provincialización del hospital Mi Pueblo, de Florencio Varela, que se concretó en ese último año. En ese trabajo se señala que en ese caso la apuesta resultó en “un mejor desempeño en términos de la reducción de la mortalidad infantil”.
¿Por qué? Porque la variación de la mortalidad infantil se toma como indicador de la situación de salud de la población, explican las especialistas, y desprenderse del hospital le permite al municipio dedicar su presupuesto de salud a cuestiones que de otra manera quedarían desatendidas. “Se observa que parece existir una relación directa entre las estrategias diferenciales que expresan los cambios en las transferencias y el lugar de la salud en la agenda local, medido en el porcentaje de gasto en salud existente en el presupuesto municipal”, indicaron las investigadoras.
De todas maneras, hay que señalar que la mayor parte de este presupuesto proviene de la coparticipación provincial. A Florencio Varela, la provincialización del nosocomio le permitió realizar una inversión “bajísima” de recursos propios en salud y apoyarse más que nunca en los fondos enviados por el Estado bonaerense, detallaron las autoras.
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