En contraposición con el Foro de Convergencia Empresarial y el G-6, se conformó un nuevo nucleamiento empresario con la participación de cámaras pymes. “Ellos hablan en nombre de los gerentes de las multinacionales”, cuestionaron en el debut.
“Sostenimiento de un mercado interno robusto, sustitución de importaciones con producción de tecnología, fomento a las pymes, reforma del sistema financiero y redistribución equitativa del ingreso con un fuerte rol del Estado.” Estas son algunas de las directrices formuladas por los empresarios nacionales enrolados en la Asociación Pyme, CGE, Fedecámaras, CEEN, Apyme y Cgera, quienes ayer firmaron un documento conjunto que se contrapone política e ideológicamente con los planteos del Foro de Convergencia Empresarial y el Grupo de los 6. El documento lleva por título Declaración Constitutiva del Empresariado Nacional y fue el resultado de las deliberaciones iniciadas en el marco de la Convocatoria Económica y Social por la Argentina, impulsada por el entonces presidente de la CNV, Alejandro Vanoli.
La agenda de este nuevo nucleamiento estará centrada, en las próximas semanas, en el apoyo al gobierno nacional frente al embate de los fondos buitre y en profundizar el debate para modificar la ley de entidades financieras para evitar situaciones similares a las “maniobras de evasión a través de cuentas no declaradas en Suiza gestionadas por el HSBC”.
“Los poderes corporativos han reaccionado desde 2003 intentando condicionar al gobierno nacional y a las instituciones a través de permanentes ataques mediáticos y especulativos. El lockout patronal de 2008, la resistencia a la aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, las corridas cambiarias, las presiones devaluatorias, el acoso a la legislación de regulación de la producción y el consumo y las recientes operaciones sobre el valor del dólar son sólo algunos hitos de una estrategia de hostigamiento y renovada ofensiva que no repara en límites”, puede leerse en el documento difundido ayer.
El ENAC forma parte de las deliberaciones iniciadas en enero en las que confluyeron actores políticos, sindicales, empresarios e intelectuales. Entre los impulsores de esos encuentros se destacaban el actual presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli; el diputado Héctor Recalde y el investigador Mario Rapoport. Vanoli y Recalde estuvieron ayer durante la presentación formal de este documento.
“No estamos de acuerdo con la representatividad que se arrogan los integrantes del G-6. Ellos no tienen la voz de los ‘empresarios de la Argentina’, sino que hablan en nombre de los gerentes de las multinacionales. Nosotros también somos parte de ‘los empresarios’ y queremos disputar ese lugar”, explicó a Página/12 Daniel Moreira, presidente de Asociación Pyme.
Así como el Foro de Convergencia Empresarial supo definirse por la apertura de los mercados, la eliminación de retenciones y el corrimiento del Estado frente a su capacidad regulatoria, los Empresarios Nacionales proclamaron la necesidad de la “reforma del sistema financiero impulsando una nueva normativa que se oriente al interés público”, la segmentación de políticas públicas para pymes y cooperativas, la “redistribución equitativa del ingreso con un papel activo del Estado”, y la defensa “de la soberanía nacional y sostenimiento de los bloques regionales y los acuerdos estratégicos con los Brics”.
La conformación del documento demandó diez meses de debate, aunque todavía restan por resolverse diferencias dentro de los propios empresarios nacionales.
Estuvieron en el acto el jefe de Gabinete de la Secretaría de Comercio, Santiago Mónaco; el coordinador general de Canpo y director del Renatea, Guillermo Martini; el secretario general de la CTA, Hugo Yaski; los integrantes de Carta Abierta Aníbal Cedrón y Carlos Girotti, el coordinador de Argentinos Amigos de Paz Ahora Argentina, Roberto Faur, y la doctora en Derecho Internacional Stella Maris Biocca.
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