La médica dijo que no se tuvo en cuenta el crecimiento. Aseguró que, por falta de espacio, mandan a la casa a pacientes que deberían ser internados. Apuntó a Ducoté y a Zúccaro.
La médica Mirta Ortega Sanz, precandidata a concejal por Unidad Ciudadana, cuestionó ayer con dureza el estado en el que se encuentra la salud pública en Pilar y, sobre todo, el área en la que trabaja: el hospital Sanguinetti."El hospital no está respondiendo al crecimiento demográfico de Pilar”, dijo, y confesó una situación que no se había hecho pública hasta ahora: "A veces, mandamos a la casa a pacientes que deberían ser internados, pero antes que dejarlos en una silla (por falta de camas), mejor ir a la casa”, dijo. Entrevistada por el programa Materia Prima, de FM Plaza (92.1), Ortega Sanz opinó que si no se declara la emergencia sanitaria en Pilar "es por un tema político”."Hace unas guardias atrás, no alcanzaban los respiradores y los médicos tuvieron que usar uno manual, actuivado con las manos por turnos. La vida de un pilarense no puede depender del cansancio físico de las manos de un operador”, describió.A la vez, lamentó que no se haya seguido en el distrito la política de "municipios vecinos, que hicieron magníficos hospitales con la gestión anterior. El único que no tuvo en cuenta el crecimiento demográfico fue Pilar, que se quedó en el tiempo. Ni la gestión anterior ni la actual”. "Siempre denuncié las condiciones de la salud, pero nunca pensé que iba a empeorar como ahora”, dijo, y apuntó contra el exsecretario de Salud de Pilar, Carlos Kambourian, quien ahora dirige el hospital pediátrico Garrahan: "En Pilar, su desempeño fue bastante nefasto, dijo que si por el fuera cerraba las salas porque eran gasto y la gente no iba. Ahora, cerrar anexo del vacunatorio (del Garrahan), fue una decisión dramática”.
"No hay dónde poner más gente. Siempre están faltando camas y consultorios”.
MIRTA ORTEGA SANZ
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