Más de 370 chicos que hacen música practican en aulas de una escuela después de las 19 porque no tienen lugar propio.
Los responsables de la orquesta consiguieron que les prestan las aulas de la escuela Domingo Faustino Sarmiento, sobre la calle Alvarado, pero recién pueden empezar a usarlas después de las 19.
Los chicos salen tarde y a los que no tienen quién los busque para volver a sus casas se les está complicando ir a prepararse para los conciertos.
Además, el espacio de la escuela no es suficiente y, en algunos casos, no entran en un aula todos los chicos que tienen que participar de un ensayo con sus instrumentos.
A estas complicaciones se suma el retraso en el pago de las becas que deben cobrar muchos chicos para el transporte y los materiales de estudio.
Sobre el total de niños y jóvenes que forman parte de la orquesta, son más de 90 los que necesitan una ayuda económica para viajar y afrontar gastos como fotocopias.
El Gobierno de la Provincia habitualmente les paga un monto mensual de 450 a 600 pesos de acuerdo con la edad y el grado de avance en los estudios.
Pero este año los chicos no están recibiendo el aporte y algunos docentes temen que abandonen los ensayos por dificultades económicas.
Los padres de varios alumnos detallaron que dejaron de pagarles las becas en diciembre. Sin este dinero, los chicos a veces no pueden tomar el colectivo para ir a los ensayos o cambiar las cuerdas de los instrumentos que se van rompiendo.
Consultado sobre el tema, el secretario de Cultura de la Provincia, Mariano Bravo, admitió los inconvenientes y aseguró que el Gobierno está tratando de regularizar la situación.
El funcionario reconoció que la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil enfrenta complicaciones por no tener un lugar propio y aseguró que se alquilará el edificio de la Unión Sirio Libanesa para que funcione ahí.
“Hay un preacuerdo, solo faltan cuestiones de papeles”, dijo el secretario, que también aseguró que los chicos pueden tocar en los salones de la Casa de la Cultura los sábados.
Con respecto al atraso en las becas, Bravo aseguró que comenzarán a pagarse a fines de abril. “Todos los años hay que hacer una suerte de auditoría interna. Ver quiénes son los chicos que cobran, controlar sus edades y analizar el desempeño. Hay una leve demora este año por este trabajo. Pero se van a cubrir los meses atrasados”, sostuvo el funcionario.
Bravo dijo además que los montos que se pagarán este año, de 450 a 600 pesos, incluyen una actualización con respecto a 2013 por la inflación.
Por la demora en los pagos, incluso hubo versiones sobre el posible cierre de la orquesta. Pero Mariano Bravo se preocupó por descartar esta posibilidad.
“Este proyecto es uno de nuestros grandes logros y no va a dejar de funcionar. Es importante ofrecerles a los chicos la posibilidad de ocupar el tiempo en cosas importantes. Además, este es el semillero de la Orquesta Sinfónica de la Provincia”, declaró el funcionario.
Falta designar a nuevos docentes
Un docente que les enseñaba música a chicos con capacidades especiales de la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de Salta renunció a su cargo y la vacante nunca se cubrió. Por el mismo motivo, también dejaron de tocar grupos de chicos de Orán y La Caldera.
Consultado al respecto, el secretario de Cultura de la Provincia, Mariano Bravo, aseguró a El Tribuno que se está buscando a reemplazantes para los profesores.
“Tenemos que encontrar a las personas que estén capacitadas para estos puestos. Ya están en marcha los procesos para contratar a los docentes”, dijo el funcionario.
La Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de Salta busca la inclusión social de los chicos a través de la música. Dentro de este proyecto funcionan orquestas sinfónicas y de cámara, además de un coro.
El grupo participa frecuentemente en destacados ciclos culturales y toca en la cárcel de Villa las Rosas, como parte de una política de integración de los chicos con el resto de la comunidad.
En el marco del Abril Cultural Salteño, la Orquesta realizó conciertos didácticos. En marzo, también presentó el ciclo “Delincuencia Sinfónica Juvenil”, propuesta que se denominó así en referencia a la idea de quebrar las reglas establecidas desde la música.
“Estamos dispuestos a romper algunas leyes no escritas como la que dice que una orquesta siempre debe presentarse con las mismas formalidades”, explicó el músico Pablo Herrera, organizador de la iniciativa.
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