Todos hablaron de inclusión para luchar contra el delito, aunque hubo diferencias ideológicas y de plan. También se ocuparon del transporte y el estacionamiento.
Los candidatos de todo el espectro ideológico que aspira a alcanzar una banca dieron respuestas del manual de los modos políticamente correctos: nadie habló de represión, ni de pistolas eléctricas y todos coincidieron en la necesidad de políticas de inclusión, aunque con diferencias en lo que se refiere a la criminalización de la pobreza.
Otra nota de color fue el pedido del candidato del PD, Guillermo Mosso, de que Sarmiento Publicidad (empresa de la familia de "Orly" Terranova) renuncie a las concesiones de espacio publicitario que tiene mientras "Orly" sea concejal, porque "es inaceptable que la familia Terranova esté de los dos lados del mostrador, como controlador y controlado".
La seguridad, el transporte y los barrios del oeste de la ciudad dominaron el debate, pero quedaron muchas preguntas del público sin responder. El tiempo pasó y la noche empezó a arrastrar a la concurrencia.
El convite quedó chico, cuando se avizoraba debate sólido y algunas chicanas, por lo que se invitó al siguiente foro, que se realizará el martes próximo, a las 19 en el gimnasio municipal del Barrio San Martín.
El debate arrancó con la presentación de los candidatos. En el caso de La Coalición y del Pro, sus aspirantes en primer término, Luis Leiva y "Orly" Terranova respectivamente, no concurrieron al Teatro Quintanilla por motivos particulares.
En sus lugares estuvieron Rodolfo Haché (La Coalición) y Pablo Priore (Pro), quienes ocuparon su lugar junto a Nicolás del Caño (PTS), Victoria Soledad Sosa Capur (Partido Obrero), Sebastián Godoy Lemos (Frente Justicialista por la Ciudad), Rodolfo Suárez (UCR), Angélica Escayola (Encuentro por la Ciudad), Alberto Montbrun (Partido Socialista), Guillermo Mosso (PD) y Gerardo Uceda (MST).
Cada uno contó con cinco minutos para presentarse y dar algunos trazos gruesos de sus plataformas. Luego vinieron las preguntas del público, realizadas por escrito.
Aunque excede a la labor de un concejal, la pregunta excluyente y repetida fue seguridad y en este punto, con diferencias ideológicas y metodológicas, hubo al menos una coincidencia: trabajar en la inclusión social, algunos con subas salariales y eliminación del trabajo en negro y la explotación capitalista, como fue el caso de los tres partidos de izquierda (PO, MST y PTS).
Otros con políticas de contención educativa, deportiva y social, mejoramiento de la empleabilidad, así como también coordinación de tareas entre la Policía de Mendoza y los preventores municipales, iluminación y recuperación de los espacios públicos y presencia policial disuasoria.
El caso más llamativo fue el de Del Caño, quien propuso expulsar de la ciudad a los efectivos de Gendarmería y la policía, porque sólo están para reprimir la pobreza y "asesinar trabajadores, como Teresa Rodríguez y Aníbal Verón". En general, los partidos de izquierda sostienen que las fuerzas de seguridad sólo reprimen a los pobres y a los jóvenes.
El otro tema de interés, que también dividió aguas, fue el transporte público. Hubo consenso en el uso del ferrocarril y la gran divisoria fue la propiedad de los servicios: mientras que desde la izquierda se planteó la propiedad del Estado, con participación de usuarios y trabajadores; desde el resto de los partidos se aludió a la planificación del tránsito y la reformulación de los estacionamientos.
Para el olvido, algunos desconocimientos, como la cantidad de barrios que hay del Parque hacia el oeste. Lo que queda, para el foro de la semana que viene, en el Barrio San Martín.
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