El idilio de las bebidas españolas con las principales y más poderosas instituciones estadounidenses no se limita únicamente a la inclusión de la horchata en los viajes al espacio de la NASA, sino que, además, el Gobierno presidido por Joe Biden también adquiere desde hace años las reservas de agua mineral para sus soldados en suelo europeo en una empresa ubicada en la Comunidad Valenciana.

Aunque el nombre de Requena-Utiel está ampliamente ligado a su exquisitez a la hora de exportar vinos tintos, rosados y blancos con denominación de origen, el ejército norteamericano ha puesto sus ojos sobre un manantial de agua entre dos parques naturales desde donde se atisban los ramales del Sistema Ibérico.

La imagen del presidente Biden y algunos soldados comiendo pizza y bebiendo agua mineral española se volvió viral durante el pasado mes de marzo, cuando se encontraba de visita en la ciudad polaca de Rzeszow, donde permanecía la 82ª Divisón Aerotransportada. En aquel almuerzo, charlaron de tácticas militares y otros asuntos con los botellines de la empresa San Benedetto sobre la mesa.

La empresa, ubicada en la localidad de San Antonio de Requena, con otra planta en Loja (Granada), consta de más de 300 empleados y produce mil millones de botellas anuales de Fuente Primavera con una facturación de más de cien millones de euros, según detallan desde la propia compañía. ««Llevamos muchos años suministrando agua mineral al ejército americano destinado en suelo europeo, aunque también tuvimos que suministrarles cuando la salida de Afganistán, por ejemplo», relatan a ABC.

Inspecciones exigentes y exhaustivas

Para convertirse en proveedor de alimentos de las tropas estadounidenses, esta empresa valenciana tuvo que pasar varios controles y recibir la autorización del organismo oficial Worldwide Directory of Sanitarily Approved Food Establishments for Armed Forces Procurement.

«No todas las empresas pueden tener esta capacidad de servicio, ni cualquiera puede ser proveedor de agua mineral para este tipo de público: exige una capacidad y unos estándares de calidad muy elevados», comentan desde San Benedetto.

Todos los años, oficiales sanitario de la Marina estadounidense auditan el trabajo de la compañía mediante una inspección «muy exigente y exhaustiva». La empresa asegura que su agua mineral es «un producto único y puro en su origen, que no recibe ningún tipo de tratamiento químico, con contenido muy equilibrado de calcio y magnesio».