POR GERMÁN MOLKUC

La esperada combinación entre Oreo y Coca-Cola está resultando ser un verdadero fracaso, y desencadenó una avalancha de comentarios negativos en las redes sociales. Lo que se promocionaba como una fusión innovadora se terminó convirtiendo en el hazmerreír de los consumidores, quienes volcaron sus críticas en Internet sin dejar lugar a dudas sobre su descontento.

Oreos con gusto a Coca-Cola: Una campaña desastrosa

"Besties", la reciente colaboración entre Oreo y Coca-Cola, buscaba ofrecerle a los fanáticos una "experiencia sensorial única", pero la realidad terminó siendo muy diferente. Las nuevas galletitas Oreo sabor Coca-Cola, lanzadas con enorme expectativa, fueron recibidas con una oleada de críticas que van desde la decepción hasta el mayor de los desprecios.

"Nunca en mi vida probé algo tan desagradable", comentó uno de los usuarios en Twitter, mientras que otro agregó, "Es como si alguien mezclara un postre con una gaseosa sin gas". Los comentarios en YouTube son igual de negativos, donde hay reseñas que muestran las reacciones de desilusión de los consumidores al probar el nuevo producto. Las críticas apuntan a la discordancia entre la textura crujiente y el dulzor de la Oreo y el sabor fuerte y burbujeante de la Coca-Cola, una combinación que para muchos es incomible.

Un fracaso de marketing

El desastroso lanzamiento de este producto generó un fuerte debate sobre la estrategia de marketing detrás de la colaboración. Mientras que la campaña prometía celebrar la amistad entre marcas y consumidores a través de una innovadora "fusión", el resultado fue exactamente el opuesto. O no, si el objetivo fue unir a los consumidores en un deprecio colectivo para criticar un producto que nadie pidió (algo en lo que indudablemente tuvieron éxito).

La nueva campaña de Oreo y Coca-Cola pretendía celebrar la amistad al unir estas dos marcas en un producto novedoso. Pero la realidad es que está siendo un fracaso estrepitoso.

Lo cierto es que la falta de aceptación de un producto que, según el consenso general, no logró conectar con los consumidores, llevó a que proliferaran los memes y los chistes en las redes sociales. La lección acá parece ser que la clave está en ofrecer productos que le aporten realmente valor a la marca y no sea solo generar un impacto momentáneo.