La víctima recibió tres disparos delante de sus amigos. El autor escapó en una moto junto con otras dos personas. Hasta anoche la policía había detenido a dos sospechosos.
Eran las 16.20 cuando Daniel Alvarez se encontraba junto a un grupo de amigos en la vereda de un quiosco ubicado en la esquina de avenida Fassio y Saavedra, del barrio 20 de Febrero, a media cuadra del cementerio local.
En esas circunstancias aparecieron en escena tres muchachos y uno de ellos disparó a quemarropa en dirección a donde se encontraba el chico Alvarez, domiciliado en Norte y Sargento Cabral, del barrio Madereros.
Todo sucedió delante de muchas personas que a esa hora transitaban por el lugar, lo que grafica el grado de impunidad con que se manejaron los autores del homicidio.
Según las versiones de algunos vecinos, Díaz se encontraba en la puerta del negocio tomando una gaseosa con sus amigos cuando dos muchachos pasaron por la vereda. Luego uno de ellos le pasó el arma al otro y éste, sin mediar palabras, disparó contra Díaz.
El adolescente caminó unos pasos y cayó en la calle, muriendo a los pocos minutos. Los autores del crimen corrieron unos metros y abordaron una moto que los aguardaba con el motor encendido.
Nadie atinó a hacer nada porque todo ocurrió en cuestión de segundos, lo que facilitó la huida de los asesinos.
Posteriormente, en las calles aledañas al lugar donde asesinaron al chico dos bandas rivales, que serían “amigas” de la víctima y de los agresores, se enfrentaron a pedradas, lo que obligó a los comercios de la zona a cerrar sus puertas. Horas más tarde la Brigada de Investigaciones realizó una serie de procedimientos y detuvo a un sospechoso cuando se desplazaba por la calle Chaco.
El ataque
De acuerdo con los primeros informes, la víctima recibió tres impactos de bala de un arma calibre 22, uno en la espalda y dos en la cabeza. Según el relato de los vecinos que fueron testigos de lo que sucedió, el joven asesinado estaba festejando el cumpleaños de una amiga.
El cuerpo fue trasladado en una camioneta de la policía hasta el hospital San Vicente de Paúl, donde se determinó que estaba sin vida.
En horas de la noche, en un procedimiento conjunto de la Brigada de Investigaciones y personal del 911, se detuvo a otro sospechoso. Trascendió que se habría logrado el secuestro del arma homicida.
Durante los procedimientos el presunto autor de los mortales disparos se habría dado a la fuga. Se trataría de un chico de 17 años que estaría identificado, pero su nombre se mantiene en reserva por razones legales.
Una muerte anunciada
La muerte del chico Díaz grafica el grado de inseguridad que desde tiempo afecta a la ciudad de Orán. Para el disputado Marcelo Bernad, lo ocurrido ayer “es el típico caso de una muerte anunciada”. Bernad es el legislador norteño que más reclamos efectuó en la Cámara de Diputados sobre el riesgo a los que se ven expuestos los vecinos de Orán debido a la inseguridad que se observa en todo el ejido urbano. La situación es atribuida al hecho de que la policía está desbordada y que el Gobierno provincial nada hace para dar respuesta a este fenómeno, donde la delincuencia está contaminada con las adicciones y el narcotráfico.
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