El optimismo expansivo del llaryorismo que llega al 2027

El optimismo expansivo del llaryorismo que llega al 2027

El llaryorismo aún no cerró el año porque falta la votación del pliego de Valentini, que el juecismo buscará hacerle lo más estrecho posible, pero da a entender que están las bases para que el gobernador logre la reelección.

Por Bettina Marengo

“Todo lo que hago es para lograr la reelección de Llaryora”, afirmó un integrante del círculo chico del gobernador, en una confesión que dejó en claro que la fecha electoral que ocupa con todas las letras al oficialismo provincial no es la que está a la vuelta, las legislativas del 2025. 

El mandatario y su gente cierran este año con un optimismo que llega hasta el 2027. Sin recibir un peso de la Nación desde que Javier Milei asumió la Presidencia, celebran que en medio del ajuste libertario no quedaron como un gobierno que solo paga sueldos y jubilaciones, lo que hubiera sucedido, dicen, si el Panal no desconocía el acuerdo salarial con los empleados públicos heredado de Juan Schiaretti, y destacan el plan de obras municipales llevado a cabo este año, lo que les abrió las puertas de los intendentes. El interior es la obsesión de Llaryora. Su generalato asegura que con política, territorio y obras recuperará todos los departamentos perdidos en 2023 frente a Luis Juez, y admiten que una de las piezas de ese plan es ampliar aún más el partido cordobés con más dirigencia radical de base territorial. ¿Cuanto más? No dicen, pero se ven referentes departamentales meloneando a jefes comunales boinablanca para que pasen y miren sin compromiso. En el Panal sostienen que hay intendentes radicales con ganas de reelegir en sus municipios y ex intendentes que no podrán contener ni Rodrigo de Loredo ni Juez, y tampoco Ramón Mestre, cuyo lanzamiento para gobernador 2027 los súper entusiasma, al igual que otra candidatura, solapada aún pero en formación, la del diputado “peluca” Luis Picat, que podría buscar ser el elegido de la Casa Rosada para el 2027. El sanfrancisqueño megustea a full esa interna ajena. 

Por estos días, el llaryorismo no oculta la satisfacción que les da la aprobación del Presupuesto 2025, pese a las votaciones ajustadas en particular con que salió luego de los cambios aplicados tras la primera lectura. Los radicales, que acompañaron en general, se quejaron de las modificaciones al Sistema Penitenciario y en la Policía Antinarcóticos, con más poder para el ministro Julián Lopez, de Justicia. También en el Apross, aumentando la discrecionalidad del directorio para subir un punto los aportes de los estatales a la obra social. “La UCR equivocó la estrategia, era no apoyar en la primera lectura para negociar y luego acompañar”, explicó un llaryorista atento a lo que pasó el jueves en la Unicameral. Alpiste, faltó decir.

El próximo examen será por la designación de Jessica Valentini como vocal del Tribunal Superior de Justicia. Hay optimismo en el Panal por la sesión que será el 27 de diciembre, pese a que la UCR en ésta no acompañará. Habrá planteos duros de parte del bloque de Luis Juez, que saldrá a denunciar a Llaryora por intentar tener una “justicia de amigos” con gente “demasiado cercana”. El objetivo del juecismo, y en eso está ocupado Walter Nostrala, es lograr que el pliego salga con el mínimo apoyo posible y el máximo de las objeciones. “Dijeron que tenían una mayoría amplia para Valentini y no va a ser así”. En el Frente Cívico miran también la zona del PRO con interés. Van a hablar con ellos para sondear lo de Valentini; presumen menos cercanía con Llaryora después de la intervención del Partido en Córdoba. 

Se vienen dos semanas de rosca intensa. La mesa chica del mandatario defiende a rajatabla el perfil de la elegida, de pocos logros académicos y sin muchos antecedentes judiciales. “Por ahí hace falta ese perfil en el TSJ”, argumentan, y piden comparar con el CV de otros supremos que no llegaron tan formados ni tan laureados a lo alto del Palacio de Justicia. El argumento de la discriminación de género, que tiró sobre la mesa la legisladora oficialista de la Comision de Asuntos Constitucionales, Julieta Rinaldi, se ve venir. 

Nada de fin de ciclo, dicen en el Panal, y contrarrestan los 25 años en poder con el “mayor trasvasamiento generacional sin conflicto” del que tenga noción la política argentina. Ese logro que no entra en planillas Excel los tiene muy orgullosos. Hay para rato, parecen decir los del Panal, pero sin embargo no pierden las esperanzas, remotas, de que Schiaretti agarre la candidatura a diputado el año que viene.

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