Los primeros fríos de mayo quedaron en las puertas del recinto de sesiones del Concejo Deliberante anoche, gracias al debate acalorado de algunos temas vinculados a la administración de los recursos municipales y al enfoque de la política vernácula.
Sumado a esto, el Frente para la Victoria puso en jaque al radicalismo durante el tratamiento del proyecto para convalidar las donaciones de la Usina (por 20 mil pesos) y de Distribuidora Gamma (por 10 mil) para el XI Tandil Brilla. Es que los ediles de la oposición afirmaron que nunca se publicitó a la empresa energética como benefactora y el radicalismo quiso demostrarlo presentando un afiche correspondiente al VIII edición del evento, donde la sociedad de economía mixta sí figuraba.
La cita arrancó en calma y con alegría, con la presencia del plantel, el cuerpo técnico y dirigentes de Santamarina, que recibieron un reconocimiento por ser campeones de la temporada 2013/2014 del Argentino A y haber conseguido el ascenso a la B Nacional, lo que suscitó un cerrado aplauso de los legisladores y secretarios presentes en la sala.
Por el aurinegro, tomó la palabra uno de sus jugadores emblemáticos, el arquero Daniel Bertoya, quien agradeció el agasajo que había sido votado por unanimidad. Además, “Tony” expresó que “nos llena de orgullo el ascenso, por el que hemos luchado muchos años y al final llegó”.
Por separado y nominal
Las rendiciones de cuentas y compensaciones de excesos de la gestión municipal, que fueron tratados de manera separada y votados de forma nominal, dispararon los primeros cruces. En principio surgió una situación extraña, ya que en el expediente faltaba el dictámen de la comisión, que fue salvado en un cuarto intermedio.
Por el Frente Renovador, Beatriz Fernández expresó que el segmento debería denominarse -acorde a la Semana de Mayo- “El pueblo quiere saber de qué se trata”, y destacó las dificultades que encontró para analizar las rendiciones de cuentas de la administración central y del Hospital elevadas por el Ejecutivo.
Además, señaló que su compañero de bancada Claudio Ersinger no había acompañado el Presupuesto 2013, por lo que adelantó que sólo aprobarían la compensación de excesos presupuestarios del Ente Descentralizado Hospital Ramón Santamarina.
Puntualmente, la concejal objetó que las cuentas de la administración central arrojaron un superávit de 12,5 millones de pesos. “Quiere decir que dejamos de invertir en cosas”, cuestionó y puso como ejemplos el centro de salud mental Tita Brivio, la necesidad de más presupuesto para seguridad o el Fondo de Inversión Vial para el que el Ejecutivo decidió “desafectar con anticipación partidas de la Ordenanza 2505” que está reservada a obras de iluminación.
Por el oficialismo, Atilio Magnasco expuso que confían “plenamente” en el Tribunal de Cuentas de la Provincia de Buenos Aires, que se encargará de examinar las cuentas. Sin embargo, anticipó que suelen aparecer más observaciones en períodos de inflación, circunstancia que afecta sobre todo en los insumos como los del rubro de la salud.
Tras reiterar que los integrantes del organismo de contralor provincial “son absolutamente eficientes”, destacó la labor del secretario de Economía y de su par de Salud, junto a sus equipos técnicos.
Desde el Frente para Victoria, Pablo Bossio señaló que el oficialismo habla de inflación pero en diciembre de 2013 contaba con 1,5 millones de pesos en la cuenta de la Ordenanza 2.505 (se recauda con la factura de la luz) que “hoy no sabemos dónde están”.
“En algún caso es importante que nosotros estemos pendientes de estas cuestiones, indagando, y este número que nos llama poderosamente la atención”, ya que pertenece a “una de las empresas más importantes de la ciudad y cuyo presidente nombra el Intendente”.
En tanto, Fernando Rossi describió que el presupuesto 2013 partió con recursos por 394 millones de pesos pero luego recibió casi 77 millones más de los gobiernos provincial y nacional, lo que se traduce en un 20 por ciento de incremento sobre el cálculo estimado. “La cuestión inflacionaria se ve reflejada en mayores recursos”, concluyó.
Tras el “análisis pormenorizado” que realizaron dentro del bloque, expresó que otra es la discusión política acerca de las prioridades y de cómo se ejecutaron las partidas. Sin embargo, dio ejemplos de los mayores ingresos que tuvo la comuna, por caso en el Derecho a la Construcción, donde calculó ingresos por 3 millones y percibió 7,8, un 143 por ciento más; o en las rentas por depósitos bancarios, donde estimó 897 mil pesos y obtuvo 2,14 millones; o las multas, de donde preveían obtener 8 y llegaron a 11 millones de pesos.
A la hora de la votación, por segunda vez desde que asumieron los concejales electos en 2013, el presidente Juan Pablo Frolik debió poner en marcha el voto doble del presidente para tres de estos proyectos. El único que consiguió acompañamiento, y sólo del Frente Renovador, fue el de la compensación de excesos presupuestarios del Hospital.
La Usina, benefactora
El otro tema ríspido referido a los números y la transparencia llegó al momento de convalidar donaciones recibidas por el Municipio.
Fernando Rossi recordó que dos sesiones atrás habían acompañado aportes de privados para Tandil Brilla, el evento que se realiza en Año Nuevo en el Parque Independencia, pero con algunos reparos. Recalcó que el Departamento Ejecutivo había afirmado que estaba auspiciado y financiado por empresas privadas.
En esa primera instancia, “cuando lo tratamos, las empresas que financiaban sumaban 10 mil pesos”, situación que suscitó un pedido de informes para saber cómo se pagaron los fuegos artificiales que aún no fue respondido.
“Ahora nos encontramos con la sorpresa de que siguen ingresando donaciones: 30 mil pesos, 10 mil de Gamma y 20 mil de la Usina, empresa ésta que no fue mencionada por el Ejecutivo, que aparece haciendo un aporte en mayo de un evento de diciembre”, resaltó.
Ante estos argumentos, sostuvo que si bien lo discutieron en comisión “seguimos teniendo las dudas y no llegamos a dilucidar nuestras inquietudes”, ya que a través de un decreto del Ejecutivo conocen que los fuegos artificiales costaron unos 140 mil pesos.
La respuesta llegó a través de Atilio Magnasco, quien defendió la postura del Intendente al decir que en ningún momento atribuyó el total del gasto a donaciones.
Es más, sobre el final de la sesión el productor agropecuario puso a disposición del cuerpo un afiche en el que figuraba la Usina como auspiciante del Tandil Brilla, pero su par Fernando Rossi descubrió enseguida que era de 2010 y no el del año pasado.
Sin más aclaraciones, el radicalismo, acompañado por el Frente Renovador que antes le reclamó que el Ejecutivo transparente la información solicitada por los bloques, aprobó las donaciones y llegó a los 40 mil pesos aportados por privados para el polémico festejo.
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