Los partidos de la oposición solicitarán a la Cámara Nacional Electoral que habilite la presencia de fiscales en el Correo durante la elección, para corroborar que no se adultera la carga de datos como se denunció en el escrutinio de Tucumán.

El reclamo formará parte de una serie de planteos que le harán llegar a los camaristas en las próximas horas, con el objetivo de transparentar la elección presidencial del 25 de octubre.

Los partidos de la oposición iniciaron un diálogo a través de sus diputados, que incluye contactos con la Cámara Electoral y busca coordinar a mediano plazo un cambio al sistema electoral.

Este último camino no es fácil. La kirchnerista Diana Conti, presidenta de la comisión de Asuntos Constitucionales, reclamó esta tarde unificar las propuestas sobre los sistemas electorales y adelantó un debate pero recién para después de la reunión convocada por la Cámara Electoral para el 15 de septiembre. No habría tiempo para cambios en octubre.

La carta le llegó a los autores de proyectos sobre boleta única o electrónica que pidieron preferencia para tratarlos el miércoles pasado. Son Laura Alonso, Pablo Tonelli (Pro), Mario Negri (UCR), Juan Carlos Zabalza (Partido Socialista), Adrián Pérez y Alberto Asseff (Frente Renovador).

El restante es Pablo Javkin, de la Coalición Cívica, recordado por crear el sistema de boleta única por categoría que se usa en Santa Fe.

Estos legisladores mantienen diálogos informales por estos días y la semana que viene firmará un documento para entregarle a la Cámara electoral. Ayer incluso se reunieron la macrista Patricia Bullrich y la massista Graciela Camaño.

El principal pedido de la oposición a los camaristas encargados de supervisar la elección, será poner veedores en el Correo Argentino, encargado de enviar al centro de cómputos los telegramas con la información de las actas de votación.

Son esos datos los que luego se cargan y determinan el escrutinio provisorio. Si un fiscal de mesa determina que se publicaron datos falsos debe elevar el reclamo durante el escrutinio definitivo y la justicia electoral determina recién entonces si el reclamo es válido como para abrir una urna.

Para evitar el hecho consumado de un escrutinio distorsionado que obligue luego a eternos pleitos como ocurre en Tucumán, la oposición quiere poner fiscales en la sede del Correo que observen la carga de datos.

El Frente Renovador ya intentó en el 2013 meter veedores en el Correo y el Gobierno no lo permitió, aduciendo que se trataba de una violación de correspondencia.

El Frente Renovador intentó hacerlo en 2013 y no le fue fácil, porque el Gobierno se excusó en que podían tratarse de una violación de correspondencia, protegida por la Constitución Nacional.

Una opción para evitarlo que evalúan en la oposición es no enviar telegramas sino una simple transmisión de datos al Centro de Cómputos, cambio que impediría la intervención del Correo en el escrutinio provisorio. Se limitaría a trasladar las urnas para el conteo definitivo, que empieza 48 horas después de la votación. 

La boleta única 

Como adelantó LPO, la otra propuesta de la oposición es la implementación de la boleta única en forma complementaria, o sea, sólo en caso de faltante de papeletas en el cuarto oscuro.

Consistiría en un modelo de boleta única que sólo tengan los presidentes de mesa y se lo otorguen a los electores que denuncien no encontrar a sus candidatos en la oferta del cuarto oscuro.

Según pudo saber LPO, esta medida perdió peso en las últimas horas porque los camaristas adelantaron que no quieren cambios estructurales para octubre.

En la acordada emitida hace 15 días, los camaristas exigieron discutir el sistema electoral, pero mostraron reparos con el sistema de boleta electrónica, desconfiados de la tercerización del escrutinio. El cambio aceptado sería la boleta única, pero recién para las legislativas del 2017.

Una alternativa que se evalúa por estas horas para combatir el robo de boletas es entregarle un stock a los presidentes de mesa, para el caso de que alguna desaparezca.

La tarea de reposición está reservada a los fiscales y los partidos que no logran cubrir todas las mesas quedan a la intemperie.

Los presidentes de mesa sólo reciben “una taquilla de boletas” para comenzar el escrutinio, de no más de 50 boletas por candidato. Y están obligados a suspender la escuela ante la mínima denuncia.

Pero como ninguno se atreve a hacerlo la opción de reponerla ellos mismos solucionaría parcialmente el problema. Será un tema a evaluar por los camaristas.

Otro objetivo de la oposición es el de ayudarse en la fiscalización, aunque saben que esa logística dependerá de cada territorio, porque la relación entre las fuerzas no siempre es la misma. Bullrich y Camaño ya hablaron del tema y quedaron e ir todo lo lejos que puedan.