El Parlamento condenó el regreso a prisión de sus líderes Leopoldo López y Antonio Ledezma. Y anunció que combatirá a la Asamblea, que mañana se instalaría en esa sede.
“Yo no tengo Clap (el sistema de bolsa de comida), por eso lo mío es rapear y rapear”, canta el dúo bien afinado maltratando al régimen en el subte abigarrado que lleva al periodista al Congreso venezolano. Tienta filmarlos, pero el consejo es no sacar ahí el celular porque lo pueden robar y con violencia. Así está Caracas y todo el país, anarquizada, con el trasfondo del endurecimiento del gobierno y un terrorismo de Estado que se hizo más explícito esta madrugada con el virtual secuestro por comandos armados de los presos políticos Leopoldo López y Alfredo Ledezma.
Conmocionado, el Legislativo controlado por la oposición denunció ayer esa provocación, se solidarizó con los detenidos y realizó una sesión en la que declaró que desconoce por fraudulenta a la Asamblea Constituyente votada en una sospechosa elección el domingo pasado. En una declaración, el Parlamento se comprometió a adoptar “todas las medidas y acciones para deponer a la Constituyente como poder ilegítimo” y urgió a la Fiscalía a investigar “los delitos cometidos en la organización y realización” de la elección del domingo.
Hoy se espera el desembarco de ese cuerpo oficialista para tomar el Parlamento donde los diputados disidentes se proponen mantenerse en sus escaños.
La controversia por el vidrioso trámite de la Constituyente, que los legisladores llaman “prostituyente”, y los arrestos de ayer a la madrugada fragmentaron al bloque oficialista en un reflejo nítido de las crecientes tensiones internas que experimenta la nomenclatura. Tres diputados chavistas rompieron con su bloque, entre ellos, Germán Ferrer, el esposo de la Fiscal General, Luisa Ortega Díaz, que se ha rebelado contra el régimen y repudiado la elección del domingo. Los tres formaron un grupo separado llamado socialista y se unieron a la disidencia, que recuperó así la mayoría absoluta que la justicia chavista le había recortado.
El nuevo arresto de los dos dirigentes -los más destacados presos políticos en manos del régimen- conmovió al país y desató una oleada mundial de repudios. Fueron sacados violentamente de sus casas donde cumplían arresto domiciliario y llevados a un sitio que no fue informado. La alianza opositora supone que los derivaron nuevamente a las mazmorras de la cárcel militar de Ramo Verde.
Dirigentes disidentes como el diputado Jony Rahal de Primero Juticia o Carlos Valero de Un Nuevo Tiempo calificaron de “desesperada” esa acción decidida por el liderazgo chavista luego de que Washington incluyera este lunes al presidente Nicolás Maduro en una abultada lista de jerarcas de este proceso cuyos bienes fueron congelados en EE.UU. El castigo es por haber violado la Constitución vigente que demanda un referéndum libre y secreto para habilitar la reforma de la Carta, un paso que esquivó el chavismo para evitar una derrota.
El embajador de España en Caracas, Jesús Silva Fernández, le dijo a Clarín en la sede del Legislativo, que Madrid planteará, junto a otras naciones, a la Unión Europea en Bruselas imponer también esas medidas sancionatorias que son la más delicadas para los personeros del gobierno. “Ya lo hacemos con países como Rusia o Zimbabwe”, comparó. El Parlamento Europeo en Estrasburgo propuso efectivamente ayer congelar los bienes del presidente venezolano en el continente.
La Mesa de Unidad Democrática, cuyos líderes son en su mayoría diputados, denunció que “las acciones emprendidas de forma casi simultánea y en la oscuridad contra dos dirigentes fundamentales de la oposición como Antonio Ledezma y Leopoldo López evidencian que lo único que les queda para mantenerse en el poder es la fuerza bruta y las armas”. Y advirtió que la forma en que los dos políticos fueron sacados de sus viviendas “se suma a la larga lista de violaciones de derechos humanos, que sin duda serán juzgadas en su momento porque son delitos de lesa humanidad y no prescriben”.
La operación en los domicilios de los presos políticos se produjo poco antes de la una de la mañana. Estuvo a cargo de comandos de la temida policía política Sebin, equiparada aquí a la DINA pinochetista. Ledezma, cuya salud está quebrantada, fue retirado abruptamente de la cama y sacado a la calle con su pijama. La Corte Suprema colonizada por el régimen dijo luego en un comunicado que ambos detenidos habían incumplido con las condiciones impuestas para su arresto domiciliario que incluían una nula actividad política. El diario El Nacional puso en duda esas justificaciones. Recordó que López tenía prohibiciones sí, pero de hablar de su caso y nunca las violó. El fiscal que instruyó su causa escapó a Estados Unidos y reconoció que las evidencias fueron fabricadas.
Además del embajador español, estuvieron presentes en el Congreso sus colegas de México, Francia y Reino Unido. Se espera que concurran hoy representantes de otros críticos de la deriva dictatorial del régimen como los de Argentina, Costa Rica o Brasil. La intención de los legisladores, dijeron a Clarín, es que hoy estén allí los diplomáticos para evitar que se produzca una barbaridad.
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