La MUD señaló que los venezolanos están más unidos que nunca en torno a un cambio político
CARACAS.- La oposición venezolana le respondió al Papa y rechazó que haya divisiones entre sus filas como había sugerido Francisco, cuando manifestó su inquietud por la situación de violencia y pidió condiciones claras para las conversaciones.
"Escuché unas declaraciones del Papa. Él dice que la oposición está dividida; eso no es verdad. Él habla como si unos quisieran dialogar y otros no. Todos los venezolanos queremos dialogar, pero no estamos dispuestos al diálogo «Zapatero»", dijo el principal líder opositor, Henrique Capriles.
Francisco dijo en su vuelo de regreso de Egipto que sectores de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se resistían a retomar el diálogo con el gobierno de Nicolás Maduro.
"Parte de la oposición no quiere esto. Es curioso porque parte de la oposición está dividida. Y los conflictos parece que se agudizan cada vez más. Hay algo en movimiento, pero está muy en el aire todavía", agregó. "Todo lo que se pueda hacer por Venezuela hay que hacerlo, pero con las garantías necesarias. Si no, jugamos al pin-pin pirulero y no va la cosa", comentó Jorge Bergoglio.
Capriles le recordó a la máxima autoridad del Vaticano que Maduro había consumado un golpe de Estado a través de la corte de mayor rango del país y que la represión de las manifestaciones para exigir la restitución del orden constitucional dejaron hasta más de 30 muertos, cientos de heridos y más de 1400 detenciones arbitrarias.
Además, en una carta abierta redactada anteayer, la MUD indicó: "Los venezolanos estamos hoy más unidos que nunca en torno a la demanda de un cambio político en el país".
En 2016, el gobierno de Maduro y la oposición antichavista se sentaron a la mesa de negociaciones con el auspicio del Vaticano y de los ex presidentes de España José Luis Rodríguez Zapatero, de Panamá Martín Torrijos, de la República Dominicana Leonel Fernández y Colombia Ernesto Samper.
De esas figuras -que el chavismo insistió en describir como "acompañantes" del diálogo-, sólo el Vaticano contaba con el voto de confianza de los bandos en discordia. Los demás son percibidos como defensores de los intereses de Maduro. El diálogo se suspendió bajo acusaciones mutuas de incumplimiento de acuerdos.
Ayer, en la nueva jornada de protestas en Venezuela, Capriles agradeció al Papa su preocupación por Venezuela y celebró que Francisco rectificara su opinión sobre la división de la oposición. También reiteró que los sectores adversos al gobierno se mantendrán en las calles hasta que el gobierno acceda a llamar a elecciones generales, abra un canal humanitario, libere a los presos políticos y respete a la Asamblea Nacional.
El gobierno venezolano, en tanto, rechazó ayer el comunicado conjunto de los ocho países de América latina que se sumaron a las expresiones del Papa de contar con "condiciones muy claras" para una salida negociada de la crisis política, económica y humanitaria de ese país.
"Venezuela protesta el comunicado injerencista de la Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Perú, Paraguay, Uruguay y el gobierno de facto de Brasil", dijo la canciller Delcy Rodríguez.
En el comunicado, los gobiernos apoyaron la petición de Francisco de evitar que haya más violencia en Venezuela y de buscar "soluciones negociadas" para la crisis, así como pidieron respeto de los derechos humanos, en medio de una ola de protestas contra el gobierno que dejó más de 30 muertos.
Rodríguez aseveró que cada comunicado en apoyo a factores opositores en Venezuela alienta el golpismo y la violencia y pretende desconocer al gobierno legítimo del presidente Maduro.
"Los gobiernos signatarios del comunicado injerencista siguen cometiendo el grave error de quebrantar el derecho internacional y alentar el golpismo", recalcó la canciller.
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