Luego de que el Ejecutivo municipal haya vetado el presupuesto del Concejo Deliberante capitalino, ediles de la oposición consideraron que el rechazo tiene connotaciones políticas más que cuestiones técnicas, a la vez que tiene implicancias directas en la imagen de la presidencia del cuerpo -a cargo de Jimena Herrera-, ya que es la que posee la facultad de insistir con el proyecto.

Consultados por el Esquiú.com, los concejales pertenecientes al Frente Cívico y Social estuvieron en sintonía al realizar una lectura del veto al proyecto presupuestario aprobado en diciembre último.

El edil Gilberto Filippin consideró que “más que una cuestión técnica es una cuestión política” el rechazo al presupuesto desde la comuna. “Cuando lo aprobamos en la comisión de Hacienda, hemos visto y analizado las pautas necesarias para que sean cubiertos en el presupuesto”, dijo. En este sentido, justificó el proyecto ya que “los concejales hicimos perfecto el presupuesto; técnicamente está bien”, pero “si sale de lo técnico, entra lo político”.

Cabe señalar que el Concejo puede insistir con el presupuesto vetado, en marzo, al comenzar las sesiones ordinarias o con un llamado a extraordinarias. Quien puede ejercer esta última opción es Jimena Herrera, ya que está facultada como presidenta a realizar el llamado con pedido fundado y por escrito de un tercio de los ediles.

Con ello en cuenta, Filippin expresó que “la responsabilidad es del presidente del cuerpo y quien administra el presupuesto; tiene legalmente, como establece la carta orgánica, el poder para tomar una decisión al respecto”. Además, el edil fue directo en cuanto al papel de Herrera: “Tiene que ejercer su rol asignado de presidenta”.

Por su parte, la concejal Silvia Fedelli manifestó que aún no se ha tenido contacto con el cuerpo de ediles y que hasta el momento no se tomarán medidas, lo que se extenderá hasta fines de febrero.

Asimismo, la edil analizó la situación: “Esto afecta más la gestión de la presidenta, quien es la más debilitada ante el veto”, a pesar de que “acompañamos la gestión, como hicimos con la del Intendente”.

“El análisis fue consensuando con los ediles de las diversas fuerzas políticas”, aseveró.

En cuando a la oportunidad, Fedelli estuvo en consonancia con su par, ya que entiende que “este es un año político, en el cual hay especulación” y el veto tiene un “costo político más que financiero”.

Oficialismo

El concejal Juan José Sigampa, consultado por El Esquiú.com con respecto al veto del presupuesto, manifestó: “En la reunión que mantuvimos con el intendente Raúl Jalil coincidimos en algunos aspectos del proyecto, como por ejemplo minimizar el gasto en algunos materiales”.

“No escuché a otro concejal de nuestra línea que se haya quejado por el veto”, dijo el representante del oficialismo, a la vez que señaló que “cuando se aprobó, el presupuesto estaba a cargo y confeccionado por Filippin”.

Además, apuntó que “el presupuesto tiene que manejarlo el nuevo presidente en marzo”, ante la necesidad de “tener un nuevo presidente” para, “a partir de allí, elaborar un presupuesto, realizado principalmente por el peronismo”.