La arquitecta Felicidad París Benito pidió seguir el ejemplo de San Luis. "Si estas estructuras desaparecen, va a empezar a faltar sentido en el lugar. Tienen un profundo sentido histórico", sostuvo, en diálogo con 0223.
La arquitecta Felicidad París Benito se opuso a una posible demolición futura de los silos que se encuentran en el Puerto de Mar del Plata, una idea que es barajada hace años por las autoridades locales pero que no se materializa por falta de presupuesto, e instó a "potenciar" el uso de esas estructuras por su valor histórico y su atractivo turístico y cultural.
"El sector del Puerto y de los silos está en peligro y debería potenciarse porque es algo único. Se deberían hacer gestiones para poner funciones a esos silos, tal como ocurre en muchísimos lugares del país", afirmó la docente de la unidad académica que lleva más de 35 años de academia y que cuenta con diferentes libros de su autoría relacionados con la preservación patrimonial.
La profesional, en este sentido, citó la experiencia de San Luis, donde las autoridades provinciales aprovecharon estructuras de similares características para montar un centro cultural, con escenario al aire libre. "También se puede ver lo mismo en Buenos Aires, Santa Fe, Rosario o hasta en Puerto Madero", enumeró, entre otros casos de éxito donde se evitó la instancia de demolición.
"Acá se habla de demoler los silos pero no se pueden demoler porque forman parte de la historia. Es un lugar singular que acompaña a lo que es el Puerto. Sino empieza a perder sentido histórico y cultural todo el lugar", fundamentó, sobre su postura, la mujer de la facultad de Arquitectura, en declaraciones vertidas a 0223.
Además, París Benito tuvo en cuenta que el valor económico de los silos, los cuales están emplazados en un predio de cuatro hectáreas, provoca que "sea más costoso demolerlo que reconvertirlo" en un espacio con fines culturales.
A fines de julio, desde el Consorcio Portuario habían anticipado su intención de avanzar con la demolición de la galería de mismo sector al tener en cuenta su alto grado de deterioro. "Hoy no podemos mandar barcos a ese sector. Sí pueden ir a amarrar pero no a descargar", había planteado Gabriel Felizia, su titular, al dar cuenta de las dificultades operativas que provoca esta situación.
Sin embargo, el funcionario se mostró cauto con la posibilidad de demoler los silos y consideró que "hace falta más tiempo de análisis para escuchar propuestas", en contracara con la postura con la que insistía la anterior administración de Martín Merlini, quien llegó a impulsar una licitación para destruir las monumentales estructuras portuarias pero sin mayor éxito.
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