La estafa presidencial provoca un temblor en el mundo cripto y abre una ofensiva de la oposición. Karina y la cabeza que no puede rodar. El error de confrontar con Cavallo y la venganza personal como estilo de gobierno.
Por: Diego Genoud.
Obsesionado con cazar traidores y perseguir opositores, Javier Milei descuidó lo más importante: su propia esencia, que lo delató una vez más. No sólo porque su incontinencia le impidió estirar el impacto del índice de inflación más bajo de los últimos cinco años, sino sobre todo porque la estafa que promocionó a través de X lo exhibió ante el mundo como un fenómeno barrial de lo más tóxico. Un marginal que, incluso en el poder, necesita rodearse de lo más bajo, la pasta base del mundo cripto. Sin antecedentes en la historia y sin comparación posible con la moneda que lanzó la familia Trump horas antes de reasumir el poder en Estados Unidos, la publicidad que Milei hizo de $LIBRA tenía un protocolo de creación de lo más turbio y le genera un problema de magnitud todavía impredecible. La agenda del Congreso y la política se verá alterada por completo en los próximos días. No hubiera habido estafa, ni damnificados de todo el mundo, sin la participación estelar de Milei.
El líder de la extrema derecha parece haber lanzado la memecoin de Kip Protocol guiado por alguien de su íntima confianza. La cabeza del culpable ya hubiera rodado, salvo que haya sido el mismo Milei o, como se dice entre especialistas del mundo cripto, su hermana Karina, la encargada de cerrar un acuerdo de campaña con los aventureros de shitcoin. A Ramiro Marra, ejecutado por la guillotina de la gran hermana, no se lo puede culpar, salvo que se piense en algún tipo de venganza del legislador que presentó a Santiago Caputo con los Milei. El otro especialista en la materia, el asesor broker Demian Reidel, se declara en privado sorprendido por el mal paso que dio su ídolo máximo. Sin embargo, desde la Rosada hay quienes empiezan a apuntarlo en busca de un chivo expiatorio. En problemas también están funcionarios, diputados como Martin Menem -bastión del karinismo- y agitadores que amplificaron la estafa.
Entre los legisladores más cercanos a LLA, afirman que el presidente tardó tanto en reaccionar y borrar su tuit fijado porque estaba en un estado de descompensación. Otros, en cambio, afirman que todo fue parte de un plan delictivo, que se cumplió a la perfección. No son hipótesis excluyentes sino complementarias.
La oposición realmente existente tiene por delante un desafío importante. Ante la omertá que domina al PRO y al radicalismo colaboracionista, la iniciativa queda entre el peronismo, Consenso Federal, la Coalición Cívica y el sector de la UCR que no se subordina a la extrema derecha. Tienen que elegir un camino, entre el juicio político que promueve Unión por la Patria y la Comisión Bicameral Investigadora, la variante por la que se inclinan Elisa Carrió, Facundo Manes y Martin Lousteau. Se necesitan para iniciar el trámite 129 votos.
El lunes, el bloque de UP convocará a una conferencia de prensa para hablar del tema. Ese mismo día, Maximiliano Ferraro tiene previsto presentar un proyecto para crear una comisión que investigue a Milei por una larga lista de delitos: violación de la Ley de Etica Publica 25188, violación del artículo 265 del Código Penal, violación del articulo 19 de la Ley de Entidades Financieras, el uso de información privilegiada y el posible delito de fraude y lavado de activos. ¿Alguien se animará a ordenar un peritaje de los teléfonos de los Milei?
La sesión clave del jueves 20 en el Senado también puede ser un dolor de cabeza para La Libertad Avanza, con un tsunami de cuestiones de privilegio que confluyan sobre el mismo tema. No es el mejor momento para que los paleolibertarios y el PRO agiten el proyecto de Ficha Limpia. Pero además, la suspensión de las PASO y la aprobación del pliego de Ariel Lijo, que espera desde hace 11 meses, pueden demorar más de lo que pretende la Casa Rosada o incluso fracasar. Cuando empiecen las sesiones ordinarias, además, la oposición quiere fijar el tema $LIBRA como prioridad.
Milei tiene una historia, un antecedente delictivo en CoinX y un entorno que lo liga al universo cripto. No sólo se reunió en público con el CEO de la empresa Julián Peh hace cuatro meses, sino que hace apenas dos semanas recibió en Balcarce a Hayden Mark Davis, un joven empresario fantasma del que no existe siquiera rastro digital. ¿Quién lo asesora?
Como defensor de los especuladores que conspiran contra el Estado, el fraude que publicitó Milei lo daña en varios terrenos a la vez. En primer lugar, en el pago chico del mundo cripto y el llamado criptoanarquismo, un universo de creyentes que descubrió al presidente como un actor descompuesto, que se mueve al margen de toda regla. Un empresario que conoce a Milei dice que el caso $LIBRA es apenas una de las grandes estafas que cometió en su ascenso al poder. Para el oficialismo, el problema más grave sería que, afectados por las esquirlas de un plan que destruye y precariza el empleo, el continente de votantes del presidente también se sintiera víctima de un fraude monumental.
A nivel internacional, donde Milei hace ademanes para que lo reconozcan como un digno imitador de Donald Trump, la Operación Shitcoin también daña la publicidad oficial. Tal vez Elon Musk y la élite tecnológica que domina el negocio de la Inteligencia Artificial empiecen a dimensionar quién es Milei y tomar alguna precaución. No parece el mejor momento para viajar al exterior y pedirle socorro a Trump.
Milei ya venía de una semana en la que su excesiva reputación global comenzaba a verse dañada. No tuvo mejor idea que condimentar la resurrección del riesgo país y la caída de los bonos argentinos con un ataque a Domingo Cavallo. El ex ministro de Menem y De la Rúa está en su ocaso profesional, pero su nombre todavía resuena entre Wall Street y las organismos de crédito. Otra vez traicionado por su esencia, el presidente decidió internacionalizar una pelea doméstica. Insultar a Cavallo en televisión fue avisarle al mundo que en Argentina se discute el atraso cambiario y lo inviable de su modelo económico.
Después de que Milei echó a su hija de la embajada ante la OEA, Cavallo recibió en privado una lluvia de solidaridad que hacía rato no conocía. No sólo economistas y empresarios. También algunos funcionarios de la gestión Milei, que intentaron eludir el sistema de vigilancia de la Casa Rosada.
El presidente fue a América 24 con el guión armado. No pudo evitarlo Guillermo Francos, que fue el abogado de Cavallo en las causas más complicadas que le tocó enfrentar, ni Federico Sturzenneger, el hijo del cavallismo que debutó en la función pública con el procesamiento por el Megacanje que benefició a los grandes bancos en la agonía de la Convertibilidad. Tampoco lograron disuadirlo el amante de la ópera Juan Carlos de Pablo o el contador de Milei, Hector Rubini, otro gran amigo de Cavallo.
Sonia Cavallo no hizo nada para que la echen, como tampoco hizo nada para que la nombren, salvo ser la hija de. Su currículum incluía un paso por el CIPPEC y la coautoría junto a su padre del libro “Historia Económica de la Argentina”. Quienes hablaron con la ex diplomática dicen que había tomado la embajada en la OEA como la gran oportunidad para demostrar que podía acreditar, por primera vez, algo que fuera de ella. La hija mayor de Cavallo actuó en línea con Milei en los casos de Venezuela y Nicaragua, pero no abandonó en ningún momento su perfil bajo, como si todavía tuviera que dar explicaciones por el final traumático de su padre y de su plan de Convertibilidad. Nadie le conoce la voz y sus cuentas en las redes sociales estaban cerradas a los comentarios.
La ex embajadora está casada con Daniel Fitzgerald Runde, un norteamericano que fue funcionario de la administración Bush, pasó por el Banco Mundial y es vicepresidente del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), un think tank ligado a los republicanos. Hijo de un banquero de Morgan Stanley, en los últimos dos años, Runde estuvo activo en el apoyo de Estados Unidos a Ucrania como director de la comisión bipartidista de Reconstrucción Económica de Ucrania en el CSIS. El matrimonio Runde-Cavallo tiene acceso a circuitos donde Milei generaba hasta ahora una mezcla de temor y fascinación.
La ruptura de Milei con Cavallo es sintomática y da cuenta de un gobierno enceguecido, como lo estaba el economista de la Fundación Mediterránea hace un cuarto de siglo. Las sugerencias del ex ministro son una herejía para el presidente: contribuyen a que crezca la expectativa de devaluación y conspiran contra la baja artificial de la inflación. Peor, ponen en riesgo el juguete de la bicicleta financiera que genera ganancias formidables en dólares y sostiene la estabilidad en la superficie.
A la vuelta de los años, el descontrol inflacionario del Frente de Todos que le permitió a Milei llegar a la presidencia en tiempo récord le dio a Cavallo la oportunidad de salir del sarcofago y renacer con chapa de autoridad. Pero el ex superministro ve que Milei puede arruinar una vez más la oportunidad histórica de la ortodoxia liberal. A su manera, le pide al presidente que no cometa el mismo error que él cometió. Los memoriosos se acuerdan que, antes de aterrizar en el poder, Cavallo había defendido la necesidad de un tipo de cambio alto. Pero cuando Menem lo designó como ministro sufrió una amnesia selectiva. Así nació el padre de esa criatura que se llamó Convertibilidad, una ficción contable que terminó en estallido.
A favor de Cavallo puede decirse que no fue el único que se aferró a esa ficción. Tampoco Menem la quiso abandonar y mucho menos la sociedad argentina, cuando eligió a De la Rúa sobre Eduardo Duhalde, el candidato que proponía salir de la Convertibilidad. A la vuelta de los años, Cavallo sigue representando a grupos de interés locales y le señala a Milei que si no sale ahora en forma gradual mañana puede tener una devaluación más abrupta. El chiste es que hoy el oficialismo lo sindica como parte del club de los devaluadores.
Milei tiene una competencia con Cavallo que cree ir ganando. El ex presidente del Banco Central durante la última dictadura militar, diseñó un plan que le dio a Menem la reelección pero salió eyectado cuando entró en contradicciones con el entonces presidente. Nunca pudo liderar ese proceso. En cambio, Milei es todo: divulgador, showman, economista y presidente. Si esto sale mal, no tiene a quien culpar.
Aunque la mayoría de los economistas se cuidan de cuestionar el rumbo económico y dicen en público la mitad de lo que admiten en privado, el gobierno los acribilla como econochantas y mandriles. Que Milei está nervioso lo demuestra la operación de riesgo que le encargó a Alejandro Fantino con denuncias falsas en contra el CEDES. El centro de estudios que presidió durante años Roberto Frenkel está ligado a Martin Rapetti y Sebastian Katz, un economista que trabaja desde hace más de 20 años en el Banco Central y estuvo en la lista de los 200 economistas que firmaron contra la dolarización durante la campaña de 2023. Es un centro que se dedica a brindar informes académicos y jamás vendió informes de consultoría.
Es historia antigua. Cuando Milei se graduó en la Universidad de Belgrano, hizo un posgrado en Teoría Económica en el Instituto de Desarrollo Económico y Social (IDES). Roberto Frenkel y Mario Damill -también del CEDES- fueron sus profesores y hasta le consiguieron uno de sus primeros trabajos. Se lo recomendaron a Javier Finkman, un reconocido economista que fue investigador del CEDES y trabajó durante más de 20 años como economista jefe para Sudamérica del HSBC. ¿Por qué los acusa el ex panelista? Los amigos del presidente dicen que lo maltrataban y que no les perdonó fue que lo hayan obligado a estudiar a John Maynard Keynes. Treinta años después, el ahora presidente destina parte de su tiempo a una venganza personal. Un peligroso estilo de gobierno.
Sin embargo, lo que conspira contra la estabilidad es lo que el gobierno sabe mejor que nadie. Entre enero de 2024 y febrero de 2025, el Banco Central compró más de 21500 millones de dólares en el mercado oficial, un récord absoluto que no pudo retener. Las reservas brutas crecieron menos de U$ 6000 millones y las netas, poco más de U$ 2500 millones. De acuerdo al último informe del Banco Provincia que elaboró el equipo que coordina Matías Rajnerman, Santiago Bausili quemó en el mercado paralelo más de 2000 millones de dólares. El resto fueron pagos al Fondo -U$ 3000 millones- y otros organismos multilaterales -U$ 2000 millones-, más obligaciones por títulos en el mercado que superan los U$ 8500 millones.
Comentá la nota