Durante los últimos años, el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) fue seno de una enorme cantidad de denuncias por corrupción. En una acción sin precedentes, la gestión de Daniel Scioli, escudada en su entonces director ejecutivo Hugo Bilbao, llegó a militalizar las oficinas. Ahora, según los propios empleados, Cambiemos no hizo más que garantizar el status quo.
El nuevo encargado de manejar los destinos del OPDS es Ricardo Pagola, quien, lisa y llanamente, no tiene ni voz ni voto dentro del organismo; es básicamente una figura decorativa que solo se limita a cumplir órdenes y delegar las decisiones de importancia en el DGA, José Artigas, que es quien verdaderamente imparte directivas en detrimento no solo del bienestar de todos los bonaerenses sino también de los empleados del área. Es que, como no podía ser de otra manera, Artigas solo se reporta ante la gobernadora María Eugenia Vidal.
Desde el piso 8 al 15, esto hace del OPDS un verdadero caos. Los nuevos directivos son rápidos no solo a la hora de nombrar tutores ambientales con consultoras propias, sino también al momento de sacar decretos para manejar negocios internos. Es que fuentes calificadas alertaron sobre un polémico y abrupto cambio en el organigrama del OPDS que deja las puertas abiertas para futuros y millonarios negociados.
Según se detalla en el documento al que tuvo acceso REALPOLITIK, “el área Grandes Obras dependerá directamente, en lo sucesivo, del ámbito de la dirección provincial de Evaluación de Impacto Ambiental del OPDS”, que estará a cargo de Carla María Alejandra Giacomi.
“El cambio se hizo con un decreto rápido e inconsulto, es un verdadero mamarracho. Lo único a lo que aspiran los funcionarios de Vidal es a manejar un área millonaria y hacer negocios a costa de la gente, porque el director de línea es un tipo honesto que nunca avaló truchadas”, confió un empleado del OPDS.
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