Aprovecharon la siesta dominguera, cortaron una malla metálica, llegaron al patio y saltaron fuera de la seccional 12ª, en barrio Ludueña.
Pasadas las cuatro de la tarde del domingo, en la comisaría de Pedro Lino Funes al 200 bis se apretaban 23 presos en el calabozo. Fue un ruido extraño lo que alertó al suboficial responsable del improvisado penal en ese momento. Y al asomarse pescó justo a uno de los reclusos que intentaba escapar por un agujero de 20 centímetros por 40 hecho en una malla metálica. Ese no pudo terminar su cometido, pero los otros once que lo habían precedido sí.
La Unidad Regional II de Policía desplegó el alerta en vano hacia el resto de las unidades, y luego sus autoridades pasaron a disponibilidad a los agentes que estaban en la comisaría: dos suboficiales y dos oficiales, uno de ellos es el subjefe de la seccional, subcomisario César Vergara.
No se sabe de qué manera ni con qué rompieron la malla metálica, porque en el penal no apareció ningún instrumento que hubiera sido empleado en esa faena. Diez de los evadidos está imputado pero sin condena por robos calificados y uno por homicidio.
Los doce detenidos que no se fugaron fueron derivados a otros penales de la UR II.
Comentá la nota